CÓRDOBA, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Corporación del Ayuntamiento de Córdoba, encabezada por la alcaldesa, Isabel Ambrosio, despide al poeta cordobés y Premio Príncipe de Asturias de las Letras Pablo García Baena, fallecido este domingo a los 94 años de edad, en la capilla ardiente situada en el salón de plenos del Consistorio desde las 12,00 a las 20,00 horas de este lunes, declarado día de luto oficial.
Pasadas las 10,00 horas llegaba el féretro al edificio municipal, donde le esperaban en la puerta ediles de todos los grupos, quienes posteriormente permanecen en el salón de plenos para velar al insigne poeta junto a sus familiares, a la vez que se mantiene en la sala una fila de allegados, vecinos y personas que quieren dar su último adiós a Pablo García Baena y poder firmar en el libro de condolencias de la entrada.
En declaraciones a los periodistas, ha manifestado que "hoy es un día triste para la ciudad porque se va a un cordobés ejemplar, un poeta único y extraordinario y sobre todo una buena persona", de modo que "lo que hoy hace Córdoba es despedir como se merece a este Hijo Predilecto, que a lo largo de su trayectoria profesional y artística fue capaz muchas veces de lanzar puentes entre las distintas generaciones que desde la poesía habían hecho su modelo de vida a aquellas condiciones en las que también desde su crítica constructiva permitía también tener una visión distinta de algunos aspectos que estaban ocurriendo a lo largo del mundo".
A su juicio, "esa manera de lanzar puentes para recuperar la poesía de la Generación del 27, trasladarla a la poesía contemporánea y no dejar de mirar a alguien como otro cordobés ilustre que era Góngora se lo debemos a Pablo García Baena", a lo que ha añadido que "con él se va un cordobés ejemplar, un poeta irrepetible y una extraordinaria persona, comprometida en todo momento con los valores actuales que tiene Córdoba".
Ante ello, Ambrosio ha resaltado que "merece tener un reconocimiento en el día de hoy", porque "la ciudad pierde a uno de sus grandes hijos y será difícil poder trasladar todo ese pesar y toda la deuda pendiente que hay con alguien tan grande como Pablo García Baena", ha declarado.
Mientras, ha comentado que "era muy prudente y tímido en muchas de sus actuaciones, especialmente no le gustaba tener el foco a través de los medios de comunicación", si bien ha valorado que "la familia ha creído en todo momento que este espacio público y este reconocimiento de la ciudad también era algo que hacía muchísimo más fácil una despedida".
"EL ÚLTIMO DE CÁNTICO"
Además, ha recordado que "es el último representante del Grupo Cántico, que con una manera muy valiente fue capaz de poner a las artes por encima muchas veces de las condiciones políticas y que con la crítica continua valorando todos y cada uno de los aspectos de lo que no les gustaba en esa sociedad fueron colocando pilares importantes".
Así, según ha indicado, "el último pilar del Grupo Cántico era Pablo García Baena y en consideración a todos y cada uno de ellos también se ha querido hacer esta despedida en un espacio público como el Ayuntamiento". A lo largo de este lunes y martes muchas instituciones que lo conocían y han trabajado con él, lo admiraban a él y a su obra tendrán la oportunidad de despedirse, ha apuntado la regidora.
Cabe señalar que el funeral se celebrará en la mañana de este martes, a las 10,30 horas, en la Iglesia de San Miguel de la capital cordobesa y posteriormente, a las 12,00 horas, se celebrará un responso en la Iglesia de los Dolores.
CAPITAL POÉTICA
Nacido en Córdoba en 1921, García Baena fue fundador y director de la revista 'Cántico' junto con Ricardo Molina y Juan Bernier. Cursó estudios de Dibujo e Historia del Arte. En los años 40, conoció a Juan Bernier, quien orientó sus lecturas descubriendo a Proust, Juan Ramón Jiménez y Cernuda.
En el año 1942 estrenó en su ciudad natal la escenificación de cuatro poemas de San Juan de la Cruz y comenzó a colaborar en el diario local con poemas y dibujos, firmando a veces con una 'E' mayúscula. Más tarde envió colaboraciones a 'El Español' y a 'La Estafeta Literaria' con su nombre o con el seudónimo de Luis de Cárdenas. En 1946 publicó su primer poemario en la revista 'Fantasía'.
Un año después, en 1947, tanto él como Ricardo Molina concurrieron sin éxito al premio 'Adonais' de poesía. Este rechazo oficial los movió a crear la revista 'Cántico' (1947), una de las más importantes de la postguerra española y convirtiendo a Córdoba en la capital poética de Andalucía.
En el año 1964, junto con otros amigos, viajó por la Costa Azul francesa, la Riviera italiana, Milán, Florencia, Venecia, Roma, Nápoles, Capri, Atenas, Delfos, Athos, El Cairo y Alejandría. A su vuelta en 1965 fijó su residencia en Málaga. Actualmente residía en Córdoba. Fue Premio Príncipe de Asturias en 1984, año en el que también fue nombrado Hijo Predilecto de la Ciudad de Córdoba.
Ha sido director emérito del Centro Andaluz de las Letras (CAL), que acordó nombrarlo Autor del Año 2018, distinción que el poeta calificó a mediados del mes de noviembre de 2017 como "una exageración". Por parte del CAL destacaron de García Baena "su profunda renovación de la lírica andaluza, a partir de su propia tradición poética, en la que el barroco dialoga con la modernidad".
ACENTO GONGORINO
La obra poética del autor cordobés ha destacado por su acento gongorino, de gran sensualidad, con una clara presencia de la temática religiosa, donde destacan las alusiones a los ritos y procesiones andaluces.
García Baena, que pertenecía al Grupo Cántico, recibió en el año 1984 el Premio Príncipe de Asturias, y contaba además con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, concedido en 2008, y el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca recibido en 2012. También era Hijo Predilecto de Andalucía.
Ha publicado los poemarios 'Rumor oculto' (1946), 'Mientras cantan los pájaros' (1948), 'Antiguo muchacho' (1950), 'Junio' (1957), 'Óleo' (1958), 'Antología poética' (1959), 'Almoneda' (1971), 'Doce viejos poemas de ocasión' (1971), 'Poemas' (1975), 'Antes que el tiempo acabe' (1978), 'Tres voces del verano' (1980), 'Poesía completa' (1982), 'Fieles guirnaldas fugitivas' (1982), 'Gozos para la navidad de Vicente Núñez' (1984), 'Antología última' (1989) y 'Recogimiento' (2000).
