Salud condena el ataque de un paciente a un médico, al que tiró varios objetos para reclamar ser atendido

Actualizado: viernes, 11 abril 2014 16:03

ALMERÍA, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Complejo Hospitalario Torrecárdenas de Almería ha lamentado y condenado la agresión sufrida por un facultativo en el área de Consultas del Centro de Alta Resolución (CARE) Bola Azul el pasado día 9 cuando fue atacado por un usuario quien reclamó ser atendido pese a haber llegado una hora tarde a la cita que tenía programada.

Los hechos tuvieron lugar en la mañana del miércoles cuando el paciente exigió que se le atendiera después de haber llegado una hora tarde a su cita con el traumatólogo, quien a su vuelta de un descanso fue increpado por el paciente.

Así, durante la discusión, éste le lanzó un ordenador y una silla con la intención de impactar contra el facultativo y un residente, quienes tuvieron que apartarse para evitar el choque, según han explicado a Europa Press fuentes cercanas al caso. Según ha indicado la Junta, el paciente "se negó a esperar a que el resto de pacientes fueran atendidos" y mostró "una absoluta falta de civismo".

La Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía ha apuntado que desde el momento en que se produjeron, el Complejo Hospitalario Torrecárdenas ha puesto a disposición del médico todo el apoyo necesario, incluyendo la defensa y asesoría jurídica, según recoge el Plan de Prevención y Atención de Agresiones para los profesionales del sistema sanitario público de Andalucía.

La dirección del centro sanitario almeriense ha manifestado su "más absoluta repulsa" a este tipo de conductas que "carecen de cualquier justificación". Así, han confirmado que ya se ha interpuesto por parte del profesional afectado la correspondiente denuncia y los servicios jurídicos del Servicio Andaluz de Salud solicitarán que la agresión sea considerada como un delito de atentado, lo que implicaría la condena a prisión del agresor.

Salud recuerda que la agresión física o intimidación grave contra profesionales del sistema sanitario público en el ejercicio de su función pública asistencial es considerada como delito de atentado por los tribunales de Justicia, y así se han dictado sentencias en estos casos, castigándose con penas de uno a tres años de prisión.