Un testigo ratifica que la zona donde Ana Julia dijo hallar la camiseta se rastreó con anterioridad

La madre de Gabriel, junto al psicólogo Martín Murcia, y su abogado, Paco Torres
Europa Press
Actualizado: jueves, 19 abril 2018 11:41

ALMERÍA, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

El juez que instruye la causa contra Ana Julia Quezada por la muerte violenta del niño de ocho años Gabriel Cruz ha dado por concluida este jueves la primera ronda de testificales con la comparecencia, entre otros, de un policía local de Níjar (Almería) que ha indicado que rastreó las inmediaciones de la depuradora de Las Negras el mismo día en que la autora confesa del crimen afirmó haber encontrado allí una camiseta del menor sin hallar nada.

El testimonio del agente, que ha ratificado ante el magistrado Rafael Soriano lo que manifestó ante la Guardia Civil, cuestiona la versión que en su día dio sobre el hallazgo de esta prenda de ropa en un "barranco de difícil acceso" la propia Quezada, a la que se atribuye la presunta comisión de delitos de asesinato, detención ilegal y contra la integridad moral.

Cabe recordar que los investigadores sostienen que colocó la camiseta para "dar esperanzas para continuar la búsqueda", aunque hacia el norte de Hortichuelas, en dirección opuesta a la finca de Rodalquilar donde habría enterrado su cuerpo sin vida y para, "de forma indirecta, orientar las pesquisas" hacia las Negras, donde vive su ex compañero sentimental, que ya declaró hace una semana como testigo.

Al margen del policía local, emparentado con la familia del menor y que rastreó la zona con sus compañeros y con policías nacionales especializados en búsqueda, ha declarado en el Juzgado de Instrucción 5 el jefe de parque de bomberos de Almería con un papel preponderante en el dispositivo de búsqueda y una amiga del padre de Gabriel.

En declaraciones a los periodistas a las puertas de la Ciudad de la Justicia, la abogada de la autora confesa de la muerte ha indicado que, de esta primera ronda, aún restaría la declaración por videoconferencia de otra persona si bien ha anunciado que el juez les ha comunicado que va a ordenar "seguro" una nueva ronda de declaraciones.

"Nos ha afirmado que sí", ha trasladado la letrada Beatriz Gámez, quien ha tildado de "posible" una nueva citación de su patrocinada y de la hija mayor de edad de esta, quien reside en Burgos actualmente.

Sobre el secreto de sumario que se mantiene sobre las actuaciones, ha asegurado que aún están "esperando" que el juez instructor resuelva el recurso interpuesto contra el auto de 3 de abril que lo prorrogaba por un mes y ha aventurado que podría prolongarse con motivo de las nuevas testificales a practicar.

CARTA "SIN CONOCIMIENTO" DE SUS ABOGADOS

Gámez ha revelado, asimismo, que la carta que Ana Julia Quezada remitió desde el centro penitenciario de El Acebuche a un programa de televisión la "hizo ella" de 'motu propio' "sin nuestro conocimiento". "Lo sintió así y la escribió pero nos lo dijo cuando ya la había mandado", ha sostenido.

Por último, ha recordado que lo que saben hasta ahora es lo que "ella nos asegurado" en relación a la versión que da Quezada sobre que fue "un accidente" y ha emplazado al levantamiento del secreto de actuaciones "para ver si lo que ella ha contado se corresponde con las pruebas".

También ha hecho declaraciones a los periodistas el abogado de la familia de Gabriel, quien se ha mostrado contrario a la tesis de la defensa sobre el que la instrucción se vaya a "alargar".

"Un par de semanas, no creo que dure más que eso", ha dicho el letrado Francisco Torres, para quien no existe ninguna testifical que se perfile "fundamental" para un caso "que está claro". "No necesitamos nada mas para armar la acusación", ha remarcado.

Torres ha declinado comentar el contenido de la misiva hecha pública por Quezada "ya que no me interesa nada lo que pueda decir esta mujer" y ha considerado que la confirmación o no de que al menor se le suministraran drogas antes de su muerte "no afecta en exceso a la valoración jurídica que podamos hacer de los hechos".

LOS PADRES SE ENCUENTRAN "MAL, MAL"

Cabe recordar que Patricia Ramírez y Ángel Cruz, padres de Gabriel, quienes según ha dicho su abogado este jueves se encuentran "mal, mal" ya comparecieron el 22 de marzo durante dos horas ante el magistrado en calidad de testigos.

El magistrado Rafael Soriano también tomo declaración en calidad de testigo el 23 de marzo a la abuela paterna de Gabriel, de 84 años. Compareció durante media hora y, según los abogados de la acusación particular, fue un trance "muy doloroso".

Ella estaba junto a Gabriel y la única sospechosa del crimen cuando se vio por última vez con vida al pequeño y la investigación sostiene que esta última "aprovechó un momento temporal en el que sabía a solar con el niño y que la abuela no lo iba a controlar" para, mediante "engaño" o "promesa de devolverlo pronto a jugar", llevárselo a la finca familiar de Rodalquilar en la que habría ocultado el cadáver.

La tanda de declaraciones que han concluido este jueves se ordenó una vez el juez tuvo en su poder un informe ampliatorio de la autopsia del niño en el que se señala que la muerte violenta se produjo entre "una o dos horas después" de comer por "asfixia" el mismo día en que se produjo su desaparición.

"MACABRO PLAN CRIMINAL"

En su auto de ingreso en prisión, el magistrado sostiene que "resulta presuntamente incuestionable la participación" de Quezada en la muerte del menor y asegura que de su comportamiento "se infiere una malvada voluntad dirigida especialmente a asegurar la comisión del crimen".

Indica que, como parte de ese "macabro plan criminal", se intentó dotar de una coartada haciendo labores de pintura en la finca de Rodalquilar y que actuó supuestamente para tratar de "despistar a los agentes de la autoridad que practicaban la búsqueda" hasta encontrar el "momento" de poder "hacer desaparecer el cuerpo".

El juez destaca que enterró su cuerpo sin vida en un "hoyo que previamente había hecho con una pala" y luego quiso deshacerse del cadáver en un invernadero de acuerdo a las intervenciones telefónicas practicadas y cuyo contenido está en una pieza separada. "Las pruebas revelan, presuntamente, una falta de sentimientos y humanidad que ella misma ha calificado, que, de ser ciertas, serían de pura crueldad", concluye.