BAEZA (JAÉN), 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
El escritor Juan José Téllez ha puesto en valor la función de las nuevas tecnologías "que están abriendo canales de difusión que antes no existían" para la poesía. En este contexto, Téllez ha manifestado "que es fantástico poder leer lo que se está escribiendo en Nueva Zelanda ahora mismo, sin necesidad de esperar una traducción de dentro de cuatro años".
"Afortunadamente, todo está en la red", ha señalado. El escritor y también periodista, ha participado como ponente en el curso de verano organizado por la UNIA '¿Cómo hacer un poema?' que termina este jueves en el Campus Antonio Machado de Baeza (Jaén). El curso ha estado codirigido por los poetas Luis García Montero y Juan Carlos Abril.
Para Téllez, "la poesía sustituyó en la adolescencia a esa moto que nunca tuve, cuando me di cuenta de que las palabras podían seducir tanto como una vespino. Luego comprendí que las palabras las carga el diablo y acabas convirtiéndote en un aprendiz de brujo intentando mantener la tradición de éstas". Recalcando la importancia de esta tradición, el escritor ha asegurado que "los que escriben poesía hoy deben recordar que ya se escribe de hace miles de años".
Ha definido la poesía "como un mensaje en una botella de un naúfrago. Metes el mensaje sin saber si va a llegar o no, si van a tener curiosidad de abrirla o si la tinta del mensaje será todavía visible. Sonda especial que lanzamos al universo exterior a ver si alguien sabe o quiere descifrar el mensaje". A fin de cuentas, ha señalado Téllez que "la poesía es un medio de comunicación, en un diálogo y debe fluir de parte a parte".
Un diálogo que debe partir de la intensidad, "se escribe como se es", ha asegurado, "como se baila, como se ama, como se vive. El éxito de un poema es que alguien pueda hacerlo suyo olvidando probablemente de quién era, como los camareros analfabetos de la II República que conocían los poemas de Lorca sin saber leer", ha subrayado.
"LA POESÍA DEBERÍA SER UNA REVOLUCIÓN PERMANENTE"
Sobre el compromiso de la poesía con la sociedad, Téllez tiene una visión muy clara: "la poesía tendría que ser como el amor, una revolución permanente. Es una forma de relacionarse con uno mismo y con el mundo. En griego, poesía significa acción, y la acción es compromiso". Incluso en la poesía "aparentemente al margen de la realidad "existe ese compromiso aunque no lo parezca".
"Al menos tenemos el consuelo de que la poesía ha escapado de la crisis, de la burbuja inmobiliaria y ojalá no incurramos nunca en el santo dogma de la contención del déficit de vida, de pasión, de amor desbocado, de ternura intangible y de lucha por la justicia. Siempre debiera ir pareja la belleza con el compromiso de la poesía", ha resaltado.
Téllez ha asegurado sentirse agradecido a la poesía, "porque me ha hecho conocer gente extraordinaria", además de ahorrarle "un importante presupuesto en psiquiatras", ha bromeado. El escritor ha manifestado que las nuevas canteras vienen pisando fuerte: "es formidable, realmente no había existido nunca algo así, y las nuevas tecnologías han ayudado mucho. Estamos viviendo un momento ecléctico, hay muchas tendencias, no hay canon definido, es la variedad lo que rompe un poco la especie de índice incuestionable":
"La poesía es ahora, más que nunca una pradera abierta", ha explicado, "aunque no sea una conquista, hay gente cabalgando con su propia manera de ser y de escribir. Afortunadamente, la poesía y los poetas no caben en cuadros sinópticos".
Sobre el curso en el que ha participado, Téllez ha comentado que "los cursos de Baeza me ha supuesto encontrarme con gente no solo capaz de haber leído textos, sino de descubrir sus propios textos y de abrirse a la obra que no conocían al llegar aquí. Ese interés por aprender, por ampliar la capacidad de emocionarse con la poesía me reconcilia con la idea de que no todo está perdido y que al menos en este género no hemos sido esclavizados por el pensamiento único", ha concluido.
