MÁLAGA, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía volverán a reunirse en enero a nivel técnico para poder ir determinando las posibles mejoras que sean o no necesarias sobre la capacidad del río Guadalhorce ante grandes avenidas de agua.
Después de la polémica entre ambas administraciones tras el estudio de inundabilidad de la cuenca del río elaborado por el Gobierno andaluz y su afección en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la capital, este miércoles ha tenido lugar una reunión a la que han asistido el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, así como técnicos de la Gerencia de Urbanismo, y el delegado territorial de Medio Ambiente, Javier Carnero, y el director general de Planificación y Gestión del Dominio Público Hidráulico, Juan Serrato, entre otros, por parte de la Junta.
Así, ambas administraciones se han intercambiado información y se han aclarado las dudas municipales respecto a los mapas y gestión de riesgos, "que vienen obligados por la Unión Europea, la Ley de Aguas estatal y también la autonómica", ha precisado Carnero, quien ha asegurado que su departamento entiende que el PGOU "está cien por cien vigente".
No obstante, ha añadido a los periodistas, que existen unos informes de aguas que son vinculantes. "Me he comprometido con el concejal a que el tratamiento jurídico lo abordaremos con él y se verá cómo ir dando solución al tema", ha dicho.
La Junta trasladará al Consistorio de la capital el estudio de inundabilidad, algo que también reportará al Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre (Málaga), para que lo conozcan "con detalle".
"Hemos avanzado en que una vez lo hayamos leído tendremos reuniones conjuntas. El informe está a la espera de ser verificado por los mismos jefes del Servicios de Aguas y antes de que eso ocurra podremos colaborar con ellos en hacer distintas apreciaciones", ha aclarado Pomares.
DETERMINAR MEDIDAS FUTURAS
El análisis, según el edil, está "muy claro". "Las obras que se hicieron en la desembocadura del Guadalhorce dan una seguridad a Málaga por avenidas a 100 o 200 años pero no a 500 años y está bien que eso se comunique a los ayuntamientos", ha dicho Pomares, al tiempo que ha añadido que si hay que ampliar esa seguridad "las administraciones tendrán que ponerse a trabajar y determinar las medidas".
"Tenemos que sentarnos y abordar esas soluciones porque el Guadalhorce es de interés público y no podemos hacer soluciones intermedias. Hay que plantear bien ese diagnóstico", ha defendido el concejal de Ordenación del Territorio.
Carnero, por su parte, ha apuntado que es de recibo que se vea técnicamente con el Ayuntamiento de Málaga y los afectados este estudio de inundabilidad.
"Nos hemos comprometido a mandarles la información antes de final de año para que en el primer mes de 2015 haya una reunión técnica entre el Ayuntamiento y la Dirección General de Planificación y Dominio Público Hidráulico para poder ir determinando todas las posibles mejoras que sean o no necesarias o delimitar los periodos de retorno con nuevos datos que la Consejería pueda no tener y sí disponga el Ayuntamiento, lo que motivaría un cambio en el mapa", ha indicado.
Para el delegado, el PGOU de Málaga "tiene plena vigencia" y sobre los mapas de riesgos "habrá que ver con el Ayuntamiento qué tenemos que adecuar y qué no y si es necesario qué sería de interés general del Estado, qué del interés general autonómico o municipal".
En definitiva, ha sostenido que hay que "tratar de bajar el nivel de temor que se ha podido generar en la ciudadanía". Mientras tanto, Pomares ha reclamado que los informes que son vinculantes "no nos afecten hasta que el documento no sea validado".
"Hay que trabajar conjuntamente, que nos permitan trabajar y dar nuestros argumentos", ha incidido el edil, al tiempo que ha solicitado que se busquen soluciones y planteamientos "para que los informes de aguas sean favorables". "Dejemos que nuestros equipos encuentren esas fórmulas, se trata de buscar soluciones y abrir puertas", ha finalizado.
