MÁLAGA, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Justicia e Interior, Emilio de Llera, ha asegurado este jueves que los casos de menores que cometen maltrato intrafamiliar "está creciendo y a una marcha bastante importante" y ha considerado que estos supuestos se deben abordar y prevenir "mediante la intervención en los centros de educación ordinarios" con el fin de que los jóvenes no tengan que acabar en centros de menores.
De Llera, en declaraciones a los periodistas en Málaga, antes de reunirse con representantes de entidades que trabajan en reeducación de menores infractores, ha expresado la preocupación del Gobierno andaluz ante el crecimiento de este tipo de delito en el que menores agreden a sus familiares, especialmente a sus madres, incidiendo en tomar "otro tipo de medidas preventivas".
En este sentido, el consejero ha destacado que el objetivo del Gobierno andaluz es que estos menores "no hubieran llegado a la violencia intrafamiliar, que hubieran sido mejor educados en ese sentido y mejor atendidas, porque a veces es una falta de atención lo que provoca estas situaciones".
Así, ha indicado que este crecimiento se puede deber a que "la sociedad está maleducando a los menores, porque se considera que no se les puede decir que no a nada", pero ha apuntado que "si no se les pone límites de pequeños, luego se convierten en pequeños tiranos y luego en grandes tiranos y eso es lo que hay que evitar".
De Llera ha asegurado que desde la Junta de Andalucía "se está estudiando y queremos hacer un análisis profundo para propiciar las medidas que sean más útiles para evitar" este crecimiento.
REEDUCACIÓN Y REINSERCIÓN
Ha recordado que la finalidad "primordial" de los centros de menores es "la reeducación y la reinserción", indicando que "un menor que comete una infracción penal, normalmente es un accidente en su vida y hay que recuperarlo para la sociedad, que desaprenda lo que ha aprendido mal y que aprenda bien, siendo consciente de su responsabilidad y del mal que causa con su conducta".
Asimismo, el consejero ha destacado que en estas dependencias "se aprovecha para formarlos y para que puedan encontrar puestos de trabajo en el futuro y, las personas que tienen alguna anomalía mental o sufren problemas de drogodependencia, tiene un tratamiento especial dentro de estos centros, con objeto de recuperarlos para la sociedad".
Ha destacado que el índice de reinserción es "altísimo, algo que podemos sacar pecho de manera orgullosa en Andalucía, porque el nivel es bastante superior al 80 por ciento, lo que no sucede en ninguna otra Comunidad Autónoma", recordando que el pasado año el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) otorgó el Premio a la Calidad de la Justicia por la gestión de la Junta en esta materia.
De Llera ha apuntado que la reunión de este jueves ha sido para "oír a todas las asociaciones que prestan servicios en centros de menores, sus sugerencias para acertar en lo posible en las decisiones políticas" y también para explicarles el decreto que recientemente se ha aprobado, en el que se regulan las características y el funcionamiento de los centros de menores.
El consejero ha considerado "prioritarias las políticas destinadas a estos jóvenes y a su reeducación y, por ello, se han mantenido todos los servicios y recursos y también el presupuesto que este año asciende a 77,7 millones de euros, todo ello pese de las dificultades económicas actuales", ha apuntado.
En Andalucía, cerca de 9.000 menores infractores cumplen medidas judiciales en medio abierto y cerrado para su resocialización y reeducación. Actualmente, la Junta andaluza está ejecutando un total de 1.700 medidas dictadas por los tres juzgados de menores de Málaga para la reeducación y reinserción de jóvenes infractores en la provincia.
Del total de medidas en ejecución, 500 son de internamiento y el resto --1.200-- corresponden a régimen abierto. Las medidas que conllevan privación de libertad sólo son de régimen cerrado en un cinco por ciento de los casos, el resto de decisiones judiciales suponen penas de régimen semiabierto y de internamiento de fin de semana.
Málaga cuenta con un centro de internamiento y ocho servicios y recursos para las medidas judiciales en medio abierto. La mayoría de los jóvenes infractores tienen entre 16 y 17 años y los delitos más frecuentes que se comenten atentan contra el patrimonio, la libertad y el orden público.
