MÁLAGA, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Centro de Innovación Social de la Diputación de Málaga, La Noria, ha acogido la semana pasada una jornada sobre 'Innovación y tratamiento de la problemática del abuso sexual infantil' celebrada por la Asociación Redime, que además ha trabajado en torno a una red de apoyo para frenar y amortiguar las consecuencias de esta lacra social, innovando con una prevención activa en el entorno sociocomunitario, en la que participaron 120 profesionales de la educación, salud y representantes sociales.
En este sentido, la vicepresidenta y diputada de Igualdad e Innovación Social, Ana Mata, ha explicado "la importancia del reconocimiento de la alta incidencia del abuso sexual infantil en nuestro entorno, así como la necesidad de trasladar a los profesionales más cercanos a los menores los nuevos métodos para afrontar la problemática".
Durante la jornada se han revelado los datos de prevalencia de la violencia sexual ejercida contra los menores en el mundo y en nuestro entorno más inmediato. Según datos del Consejo de Europa, una de cada cuatro niñas y uno de cada siete niños sufre abusos sexuales en nuestro país antes de cumplir su mayoría de edad, pero sólo salen a la luz un 5 por ciento de esos casos, han informado desde la Diputación de Málaga a través de un comunicado.
Redime ha instado a los asistentes, en su mayoría profesionales de la educación, salud mental y asistencia sociosanitaria, a formarse en profundidad sobre las causas que favorecen el abuso, indicadores que alertan sobre la aparición del problema y qué mecanismos hay que poner en marcha en caso de detectar nuevos casos.
Otros de los puntos abordados fue la rehabilitación y la sensibilización a través de víctimas que expresaron sus experiencias en primera persona. Así mismo proporcionándoles nuevas herramientas a los participantes, la organización ha solicitado a los asistentes a ser parte de una red de apoyo para frenar y amortiguar las consecuencias de la problemática social.
En ese sentido, los niños que son víctimas de violencia sexual, ha explicado la entidad, "sufren mucho más que una intolerable violación de su integridad física, ya que su salud mental también puede verse afectada, perdiendo la total confianza en los adultos, las personas que en principio deben protegerles".
"Con frecuencia, las víctimas se refugian en el silencio al experimentar sentimientos de vergüenza, miedo y culpabilidad. Algunas de estas víctimas son tan jóvenes que ni siquiera son conscientes de lo que les está sucediendo y en numerosas ocasiones no saben a quién recurrir para pedir ayuda", ha añadido.
