Presentación del informe PwC y Cesur sobre sector agroalimentario
EUROPA PRESS/CESUR
Actualizado: jueves, 5 octubre 2017 19:03

MÁLAGA, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -

El sector agroalimentario andaluz genera más de 180.000 empleos directos y una facturación de más de 11.000 millones de euros en Andalucía, un 25 por ciento del total nacional. Estos son algunos de los datos aportados en la presentación del informe elaborado por PwC por encargo de Cesur, la Asociación de Empresarios del Sur de España, que analiza los principales retos y las acciones que deberá acometer.

Asimismo, se indica que la exportación contribuye en gran medida a la facturación del sector liderado por Andalucía, con un 22,9 por ciento de las exportaciones agroalimentarias a nivel nacional.

En dicho estudio, titulado 'Claves para la transformación del sector agroalimentario andaluz', se señala que este sector debe prepararse "a fondo" para afrontar la nueva etapa a la que se va a enfrentar en los próximos años como consecuencia del impacto que los cambios demográficos, la revolución tecnológica o los cambios climáticos y la escasez de recursos van a tener en su actividad.

El informe ha sido presentado este jueves en Málaga por Enrique Manso Nerín, autor del mismo y director de Strategy&, consultoría estratégica de PwC y responsable del subsector agroalimentario de la consultora, con la intervención del Socio de PwC España y responsable de la oficina de Andalucía, Luis Fernández Prieto, y el presidente de Cesur, Fernando Seco.

El documento incide en que el sector agroalimentario andaluz debe "intensificar" su modernización ante las que denomina "megatendencias globales" actuales, como son los cambios demográficos, la mutación del mapa económico, el progreso de la urbanización, la revolución tecnológica, la escasez de recursos y el cambio climático, según han manifestado en un comunicado.

Estos aspectos harán "más necesaria" la búsqueda de nuevos mercados geográficos ante el "estancamiento" de los europeos, provocará un nuevo equilibrio global inclinado hacia la zona de Asia-Pacífico, "acrecentará la tendencia de abandono y despoblación del campo" y la brecha entre el mundo urbano y rural --80% del territorio andaluz y un 32% de su población--, y creará un entorno más competitivo por la inversión en nuevas tecnologías y la profesionalización de su capital humano.

El informe de PwC y Cesur indica también que las empresas agroalimentarias deben ganar tamaño, teniendo que abordar para ello operaciones de fusión o avanzando en el cooperativismo de segundo grado. Sólo las empresas que cuenten con una dimensión suficiente y con una estructura sólida podrán competir y mantener su relevancia en el mercado.

Otros retos están ligados a la innovación de los productos y los procesos, para los que, la adopción de nuevas tecnologías es imprescindible. En la producción primaria, la gestión de la estacionalidad de las producciones y defensa de precios, la creación de alianzas con los minoristas, la desintermediación, el reconocimiento de calidad y la construcción de marca, han indicado en la presentación.

En la transformación, han señalado, es necesario mayor control de proveedores y calidad de materias primas, eficiencia interna en el ámbito productivo y de 'back office', innovación de productos y procesos, profesionalización de la gestión y cambio generacional, así como la construcción de marca a través de compras selectivas.

INTERNACIONALIZACIÓN

Asimismo, se incide en que la internacionalización "es clave para apoyar el crecimiento de las empresas" y para ello debe apoyarse en la generación de marca, recurriendo a compras selectivas en el caso de adquisiciones, según han indicado.

Como iniciativas para mejorar la eficiencia, el informe propone que es necesario avanzar en la digitalización como han hecho otras industrias, y también en la profesionalización de la gestión, adoptando un enfoque más emprendedor y de negocio, y dotando a las empresas del sector de las capacidades y recursos que necesitan para dar el salto y afrontar la transformación.

En cuanto a las consecuencias del 'brexit' para el sector son analizadas en el informe y se señala que el horizonte de 2020 será un año "clave" para el sector agroalimentario español porque entrará en vigor la nueva PAC, y se producirá la salida efectiva del Reino Unido, que es un contribuyente neto a los presupuestos comunitarios.

De cómo se gestionen en los próximos años y los acuerdos finales que se alcancen "dependerá mucho la salud del sector en España y en Andalucía en particular, ya que recibe el 25 por ciento de los fondos españoles de la PAC".

PALANCAS DE DESARROLLO DEL SECTOR

Ante estos retos, PwC y Cesur proponen en el informe presentado, para la transformación y evolución el sector agroalimentario, avanzar en el desarrollo de una serie de palancas que permitan mejorar su situación actual y prepararse para los cambios.

Así, se apuesta por la mejora de la competitividad interna a través de la tecnificación e i+I+D; la digitalización como palanca de eficiencia, la profesionalización como elemento clave para la competitividad del sector; y la consolidación e integración vertical del mismo.

Además, se aboga por mejorar la competitividad externa a través de la internacionalización, pero con nuevas formas más allá de la exportación, como es el caso de las empresas que están instalándose en el norte de África permitiéndoles cubrir el 'gap' que supone la estacionalidad.

Asimismo, se destaca como otro pilar el apoyo de otros agentes y elementos facilitadores del cambio. En este sentido, se indica que el sector público es "un agente crítico y fundamental a la hora de dinamizar el sector agroalimentario", entre otros aspectos, !diseñando y fomentando programas de educación y formación específicos".

Por otro lado, está el sector financiero que es "determinante para asegurar la financiación tanto para las operaciones corrientes como para las nuevas inversiones. Para ello, se considera "fundamental" ofrecer una cartera de productos adaptados a las necesidades del sector, que tenga en cuenta su problemática específica, la cual presenta "una volatilidad e incertidumbre mayor que en otro tipo de sectores".

En cuanto a las agencias e institutos de investigación, y universidades, se entiende que deben desempeñar "un mayor protagonismo en el desarrollo del i+I+D, yendo de la mano del sector" a la hora de diseñar nuevos productos e implantar nuevos procesos y soluciones que ayuden a la revitalización; además de adecuar los programas formativos con los perfiles profesionales.

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