Espera que "cuanto antes" se solucione el pago de nóminas atrasadas a trabajadores de la escuela de hostelería La Fonda
MÁLAGA, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha garantizado su compromiso con las obras de ejecución del metro de Málaga y ha reclamado al Ayuntamiento de la capital que colabore y "no ponga obstáculos".
Así, en su visita a Serrato, nuevo municipio malagueño; la jefa del Ejecutivo autonómico ha asegurado que ha hecho "un esfuerzo muy importante" para que el metro "echara a andar y voy a seguir comprometida porque la ciudad está teniendo el metro que merece".
En este sentido, ha solicitado que el Consistorio "tienda la mano" en beneficio de los malagueños. Ha resaltado que los malagueños que están utilizando los tramos ya en marcha "están viendo que es una infraestructura importante y que merece que los políticos no se enreden en sus líos y haya diálogo para que se cumplan los plazos".
ESCUELAS DE HOSTELERÍA
Díaz, por otro lado, ha sido cuestionada por la situación de las escuelas de hostelería de Málaga y ha esperado que "cuanto antes" se solucione el pago de las nóminas atrasadas a los trabajadores de La Fonda, en Benalmádena (Málaga), a los que se adeudan ocho nóminas y dos pagas extras y que mantienen un encierro desde el pasado lunes.
Ha manifestado que hay que "seguir trabajando" con La Fonda "y que cuantos antes formen parte" de la nueva empresa creada, la Agencia Pública Andaluza para la Educación y Formación, antiguo ISE, "y se solucionen los atrasos". "Aunque demos estabilidad hay que hacer frente a los atrasos", ha apostillado.
Respecto a La Cónsula, ha manifestado que este centro, ya con las clases en marcha desde el pasado 7 de enero para los alumnos de primer curso, está "bastante mejor de lo que estaba".
No obstante, los estudiantes aún no han podido hacer prácticas porque no existe servicio de limpieza, tras finalizar el contrato el pasado 31 de diciembre; ni el restaurante, que también aporta ingresos al centro, está abierto.
RECORRIDO POR LA SERRANÍA DE RONDA
La presidenta andaluza ha visitado este miércoles la Serranía de Ronda, donde ha asistido a los nuevos municipios de Serrato y Montecorto y ha visitado el de Cuevas del Becerro, donde ha saludado a la Corporación y ha firmado en el libro de honor del Ayuntamiento.
En su intervención en Montecorto, ha resaltado la "lucha" de las dos nuevas localidades malagueñas y andaluzas por ser uno de los 776 de Andalucía y ha asegurado que para ella "no hay municipios grandes o pequeños".
"Todos son iguales, no hay ni grandes ni pequeños, todos tienen que tener las mismas oportunidades", ha sostenido, y ha resaltado el papel de los ayuntamientos, "que son como las urgencias en la política porque todo el mundo sabe dónde vive el alcalde, dónde paran los concejales".
Díaz se ha comprometido a tratar a todas las localidades "por igual" y ha afirmado que aunque lo peor de la crisis ya ha pasado "ha dejado el campo de batalla en situación grave, lleno de desigualdades y de paro", con una realidad para muchas familias "muy dura y que hay que remontar".
Por ello, ha propuesto que el Gobierno andaluz y los ayuntamientos trabajen conjuntamente para remontar lo que la crisis ha dejado tras de sí. En este punto, ha asegurado que "peleará" para que este año "sea mejor para la inmensa mayoría de los andaluces y que las generaciones que vienen no tengan peor calidad de vida que sus padres y abuelos".
Posteriormente, en la localidad de Serrato, también en la comarca de Ronda, ha destacado que más que la presidenta de Andalucía "quiere ser la presidenta que ayude a todos los alcaldes de Andalucía", y ha valorado que la Junta ha llegado a tiempo a la hora de aprobar la segregación de este municipio el pasado mes de diciembre, ya que la reforma local del Gobierno central no permite constituir ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes.
En su discurso ha incidido en la importancia de los planes de empleo que ya tiene en marcha el Gobierno andaluz (Emple@Joven y 30+) y ha destacado la relevancia del futuro plan para mayores de 45 años, dirigido a un colectivo que se encuentra todavía "lejos de la jubilación" y que no se resigna a "no trabajar más". En su opinión, hay que poner "todos los recursos al servicio del empleo sin bajar la guardia en sanidad, educación y dependencia".
