CÓRDOBA, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Cruz Roja de Córdoba ha contabilizado un total de 42 asistencias sanitarias a otras tantas personas, la mayoría de ellas por lipotimias y alteraciones de conciencia atendidas en el mismo lugar, durante la Procesión Magna de Vírgenes Coronadas, celebrada este sábado en la capital cordobesa, y durante la cual otras cuatro personas fueron trasladadas al Hospital Reina Sofía, aunque ninguna se encontraba grave.
Así lo han indicado este domingo a Europa Press fuentes de Cruz Roja de Córdoba, que han indicado además que el despliegue sanitario preparado con ocasión de este evento --que contó con en torno a 200.000 asistentes y marcado por las altas temperaturas registradas en la ciudad--, fue "más que suficiente" para atender a las 46 personas que solicitaron sus servicios, ya que disponían de seis ambulancias y 60 voluntarios, algunos de ellos con desfibriladores, repartidos por todo el recorrido.
Por su parte, la alcaldesa de la capital cordobesa, Isabel Ambrosio, ha manifestado este domingo en declaraciones a los periodistas que las incidencias han sido "las que se preveían", ya que la Magna Mariana ha sido una actividad al aire libre, en un horario en el que las altas temperaturas "iban a ser las acompañantes".
El Obispado de Córdoba ha destacado en un comunicado que han sido "miles de fieles" los que han abarrotado las calles de Córdoba para presenciar este "acto eclesial histórico para el mundo cofrade" y la ciudad, que ha unido a 25 Vírgenes Coronadas de la diócesis en la Santa Iglesia Catedral.
La primera de las imágenes que salió, a las 17,00 horas, fue la del Carmen de San Cayetano, a la que siguió la Virgen de Belén, la de María Auxiliadora de Córdoba, la de la Sierra y así hasta la Virgen de la Fuensanta, que fue la última en salir de la parroquia de Santiago Apóstol, su templo asignado para la celebración, en torno a las 20,45 horas.
Una por una, las procesiones fueron llegando hasta la Puerta del Triunfo, donde el obispo, Demetrio Fernández, acompañado por el delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, Pedro Soldado, las recibió y mantuvo con cada una un momento de oración.
Acto seguido, se fueron adentrando en el interior de la Catedral, donde, una vez congregadas todas, el obispo les dirigió unas palabras, rezó la Salve junto a ellas y les impartió la bendición, retomando de nuevo su itinerario por las calles de la ciudad, en dirección a cada uno de los templos asignados.
Concluyó así esta jornada festiva para la Diócesis con la que se cerraban los actos del 775 aniversario de la consagración al culto católico de la Mezquita-Catedral.
