SEVILLA, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero, ha defendido este miércoles ante el Pleno del Parlamento el modelo fiscal "justo y progresivo" que hay en Andalucía, y ha anunciado que la recaudación de impuestos en los dos primeros meses de este año ha subido solo un 0,2 por ciento, con lo que está "estancada".
Según los datos de la consejera, en enero y febrero de este año, la recaudación solo ha subido un solo 0,2 por ciento, con lo que está "estancada" y ha detallado que la recaudación por IVA ha bajado un 2,5 por ciento, mientras que por el impuesto de sucesiones y donaciones ha descendido un 10,5, mientras que ha subido la recaudación por IRPF un 2,1 por ciento y un 0,2 por ciento por los impuestos especiales.
Durante su intervención, Montero ha lamentado que a veces asistimos a un debate "irresponsable e interesado sobre el destino de los fondos públicos y sobre la fiscalidad" y que parece que los impuestos se utilizan como "arma arrojadiza" y de manera "populista" entre partidos, en una suerte de carrera para ver quién hace una propuesta que represente una mayor caída de los ingresos públicos y la incidencia que ello tiene en los servicios públicos.
Ha señalado que no comparte que el dinamismo económico tenga como principal aliado la rebaja de impuestos y, en consecuencia, la bajada de la recaudación, "sino que más bien al revés".
Montero se ha referido al acuerdo que PSOE-A y Ciudadanos han alcanzado de cara a los presupuestos de la comunidad con el objetivo de dar alivio a las clases trabajadores y medias tras la subida de impuestos que sufrieron en la época de crisis. Se ha referido a la bajada de tarifas del IRPF a rentas medias y bajas y a las modificaciones sobre el impuesto de sucesiones, elevando hasta 250.000 euros el mínimo exento para los familiares directos.
En consecuencia, según Montero, el Gobierno andaluz ha sido "responsable" y PSOE y Cs están "satisfechos de los resultados que se van consiguiendo con motivo de la bajada fiscal". Ha querido dejar claro que esa bajada fiscal tiene que ser compatible con el sostenimiento del estado del bienestar y la prestación de los servicios e intentar que esas ventajas fiscales sean aprovechadas por los que quieren plantear el desarrollo de un negocio o que tienen una actividad emprendedora entre manos.
Ha señalado que para el Gobierno andaluz los instrumentos fiscales son instrumentos al servicio de la gente, de la redistribución de la riqueza y del sostenimiento de lo que nos permite a todo ser iguales, esto es, el estado del bienestar.
Montero ha indicado que la premisa es que cada uno tiene que aportar según su capacidad y recibir según sus necesidades, que es lo que supone la progresividad.
María Jesús Montero ha señalado que siempre ha defendido un sistema tributario justo y progresivo, que permita recaudar los ingresos suficientes, un modelo que, a su juicio, apoyan la gran mayoría de los ciudadanos.
Ha denunciado que, sin embargo, el sistema tributario del país no cumple con la progresividad ni la justicia social, mientras que el Gobierno central no ha posibilitado una armonización fiscal entre las comunidades. Ha señalado que la Junta defiende la autonomía fiscal, siempre que haya suficiencia de recursos y esté armonizada.
Montero ha criticado la actitud del PP-A en relación con el impuesto de sucesiones y donaciones y le ha preguntado qué propuesta hace sobre este impuesto, cuya regulación es competencia del Gobierno central, que es el que tiene en su mano si se elimina o no.
Ha señalado que este año, sin duda, se va a recaudar menos por el impuesto de sucesiones en la comunidad por la subida del mínimo exento.
PRESIÓN FISCAL DE LAS CLASES MEDIAS
Por su parte, el presidente y portavoz del grupo parlamentario de Ciudadanos, Juan Marín, ha manifestado que la inmensa mayoría de los andaluces no sabe para qué pagan sus impuestos, con lo que el Gobierno andaluz debería hacer una labor en ese sentido. Ha indicado que la clase media andaluza es la que más "presión fiscal" está sufriendo en España y en algo hay que aliviarla y ha apuntado que su formación, en modo alguno, está planteando desestabilizar el sistema de financiación de la comunidad.
Ha considerado que la teoría sobre la fiscalidad de la consejera no cuadra con los números porque la Cámara de Cuentas ha puesto de manifiesto que, en el año 2015, con crecimiento económico y con estabilidad política y con un aumento de la presión fiscal, la recaudación bajó respecto al año anterior. Sin embargo, según ha agregado, en el año 2016, con una bajada en el tramo autonómico del IRPF, con crecimiento económico y con estabilidad, la recaudación ha subido más de un cinco por ciento, casi 770 millones.
Sobre el impuestos sucesiones y donaciones, ha indicado que lo que se recauda por él representa, en el montante global de recaudación de la comunidad, un porcentaje que no llega al 2 por ciento, mientras que en el montante global del presupuesto de la comunidad, la financiación por ese impuesto supone sólo el 0,1 por ciento. Ha planteado que si se quitara "grasa de la administración" se podría "eliminar" ese impuesto y equipararlo a la situación que hay en la Comunidad de Madrid, lo que solo representaría una merma de ingresos de 183 millones para el año que viene, según las cuentas que ha hecho Cs.
Marín se ha mostrado convencido de que la eliminación de ese impuesto tendría un impacto positivo de en torno a 300 millones de euros directos sobre la economía, porque las familias dispondrían de un dinero del que ahora no pueden disponer por tener que abonar ese impuesto. Esa cantidad de dinero significa, según ha apuntado, más de lo que reporta la bajada de dos puntos sobre el tramo autonómico del IRPF.
En su turno de réplica, la consejera ha expresado su voluntad de llegar a acuerdos con Cs para encontrar puntos de encuentro que permitan resolver la "difícil ecuación" que supone revitalizar los servicios públicos disminuyendo la carga fiscal a las rentas medias y trabajadoras.
