Actualizado: sábado, 8 julio 2017 10:34

SEVILLA, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -

El director de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Loyola Andalucía, Fabio Gómez-Estern, reclama un "esfuerzo" en los distintos niveles educativos para "despertar" la vocación tecnológica y científica, ya que mientras la demanda de ingenieros se ha incrementado un 20 por ciento en los últimos años, el número de matriculaciones en las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática) se han reducido prácticamente en la misma proporción.

En declaraciones a Europa Press, Gómez-Estern ha apuntado que este descenso de matriculaciones en el área tecnológica "es global" y precisa que en el año 2002 el número de alumnos matriculados en Informática y Telecomunicaciones rondó los 100.000, pero en la última década, según datos del Ministerio de Educación, "esta cifra ha caído un 23,3% y los graduados no sobrepasan los 57.000".

Y añade que este descenso "es especialmente preocupante en Ingeniería Técnica de Informática de Gestión y en Ingeniería Superior Informática" y que hasta 2019 se prevé que "la caída neta de nuevos ingenieros en España sea de un 40%", mientras, según los últimos datos laborales, el 50% de las ofertas de empleo en la actualidad están relacionadas con el sector de las tecnologías.

Sobre por qué se da esta escasez de vocaciones tecnológicas, el experto apunta que existe "un problema cultural" y que "hay una serie de apreciaciones erróneas que han calado en la sociedad y una de ellas viene posiblemente motivada por el exceso de fe en tecnología". En este sentido aclara que hay una parte de las sociedad que "cree que los trabajos asociados a las nuevas tecnología van a desaparecer por el avance de la propia tecnología" y "es un error profundo porque en torno a la tecnología hay cada vez más labores de tipo creativo e intuitivo".

Además, señala que la tecnología "está cada vez más relacionada con otros parámetros de la sociedad" como por ejemplo las redes sociales, un fenómeno social muy basado en tecnología, y, por tanto, insiste en que "es un error" pensar que la tecnología "es un nicho que va a quedar solo para las máquinas".

Asimismo, para Gómez-Estern esta escasez de vocaciones tecnológicas se debe también a otro factor como puede ser "no fomentar de manera temprana el interés por la ciencia y la tecnología", un problema que asegura "también sucede a escala internacional". "No se fomenta porque la ciencia requiere una preparación profunda y de mucha concentración y creo que se está virando hacia un modelo educativo en los que la concentración y la profundización en ciertas materias no se está fomentando adecuadamente".

"Se está virando hacia unos sistema de formación muy amplios, que son positivos en muchos sentidos, pero estamos perdiendo interés por profundizar en las materias, y en esto la ciencia sufre y pierde un poco de peso", insiste Gómez-Estern, que sobre el futuro señala que las empresas que no consigan capital humano actualizado ante las nuevas tecnologías "no podrán sobrevivir" y "en un riesgo para nuestro país quedarse atrás". En cuanto a Andalucía, indica que "en la misma medida que no está por delante en otros factores en educación, tampoco lo está en competencia digital".

Antes esta falta de vocación tecnológica, la Loyola Andalucía lleva a cabo actividades que no se quedan solo en la universidad sino que llegan a Educación Primaria y Secundaria, como cursos de programación para chicos de 15 ó 16 años, ya que "tratamos de conectar con esas poblaciones".

De este modo, el director de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Loyola Andalucía ve necesario "hacer un esfuerzo para que desde la Educación Primaria los estudiantes se habitúen a trabajar con máquinas, a entender cómo funcionan para saber qué papel tendrá en su futuro y a interaccionar con ellas", para lo cual "hay que desarrollar mecanismos para que los docentes de Primaria, Secundaria y Bachillerato tengan acceso a los medios y a la información que luego trasladen a los estudiantes".

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