Acusado de matar a una mujer en Sevilla declara que la apuñaló en un forcejeo tras ser atacado

Exteriores de la Audiencia Provincial de Sevilla
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 20 febrero 2018 14:36

Indica que el origen de la pelea está en no querer mantener relaciones con la víctima, que presentaba hasta 45 puñaladas, tras insinuarse ésta

SEVILLA, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -

El varón de 37 años de edad y acusado de matar en abril de 2017 a una mujer, de 41 años y que era toxicómana, en su vivienda del barrio de Los Pajaritos de Sevilla ha declarado este martes durante el juicio que apuñaló a la víctima en el transcurso de un forcejeo en el suelo del piso y que éste se produjo tras ser golpeado por la espalda por la mujer, identificada como M.L.R. y conocida como 'La Flor'.

Un jurado popular, compuesto de seis mujeres y tres hombres, enjuicia en la Audiencia Provincial de Sevilla a este varón, de nacionalidad argentina y que responde a las iniciales D.A.G., quien, durante su interrogatorio, ha señalado que en la época en la que ocurrieron los hechos trabajaba con un taxi "pirata", a veces con vehículo propio, otras de alquiler, como el que usaba aquel día, un Renault Clio color rojo.

El domingo 2 de abril salió de su vivienda sobre las 20,00 horas de la tarde para trabajar. Ya en la madrugada del lunes y en un tiempo "muerto" en su trabajo, se dirigió al Polígono Norte para comprar "pasta base de cocaína" --siempre consume la misma sustancia-- y se la fumó para "quitar el cansancio", pues venía trabajando desde el jueves.

Posteriormente, según ha confesado en su declaración, se dirigió a la avenida de Andalucía de la capital hispalense para volver a comprar cinco micras de esta sustancia --por un valor de 35 euros--. El acusado, actualmente en prisión provisional por estos hechos, tras consumir esta cantidad en el Polígono Carretera Amarilla --situado frente a Los Pajaritos--, volvió a dirigirse al punto de venta a comprar la misma cantidad, esta vez acompañado por una prostituta, con la que dice que "no" mantuvo relaciones sexuales, aunque sí le pagó".

Según ha comentado D.A.G., a veces pagaba a prostitutas para que le hicieran compañía mientras fumaba la pasta base de cocaína porque "no le gustaba fumar en exceso solo". Tras consumir de nuevo esta cantidad, la prostituta le aconseja al encausado, conocido como el 'Boludo', comprar la droga "de más calidad" en un punto de venta situado en un piso en Los Pajaritos y ambos se dirigen hasta el número 25 de la calle Perdiz, donde vive la víctima.

En esta primera ocasión, es la prostituta la que sube sola a comprar la droga --siempre la misma cantidad, cinco micras--, según D.A.G. Posteriormente y ya en solitario, vuelve a este punto de venta en varias ocasiones, la última sobre las 07,00 horas de la mañana del lunes, permaneciendo en ella mientras consumía e invitaba a M.L.R., quien le vendió la droga que "guardaba en una caja".

"VENÍA HACIA MÍ CON UN CUCHILLO"

Ya solos, "se me insinuó para tener relaciones y le dije que no", ha afirmado el procesado. Entonces, según ha continuado relatando, "le digo que me voy, me dirijo a la puerta y me golpea en la espalda con un machete que tenía enfundado; y caigo al suelo. Me levanto y la empujo, cayendo en el suelo del salón. Cuando volvía a dirigirme a la puerta, ella viene hacia mí con un cuchillo de cocina", mostrado en la sesión y reconocido por D.A.G.

"Entramos en un forcejeo y resbalamos" porque el suelo estaba mojado, pero no precisa el motivo. En ese forcejeo en el suelo, según ha reconocido, le "dobla a ella la mano en la que porta el cuchillo para evitar que se lo clave a él y se lo clava a ella", aunque precisa que "sólo" cogió el cuchillo por el mango cuando se lo quita y lo tiró al sofá del salón. Cuchillo, que según ha indicado, le provocó una herida en la mano cuando se defendía.

"Tras unos cinco o diez minutos" de forcejeo en el suelo, tiempo que no logra recordar, se levanta "aturdido y mareado", se ayuda de la pared para levantarse e irse, mientras la víctima seguía "insultándolo". "No soy consciente de haberle dado puñaladas", ha reiterado el acusado, que ha señalado que no bebió durante la noche.

En este sentido, ha reconocido que el número de puñaladas que presentaba la víctima lo conoce por su abogado. Su intención era "zafarse de ella", ha afirmado, al tiempo que ha reconocido que vio sangre, pero no sabía si era de la víctima, a la que dejó viva en el piso, o de él.

A continuación ha relatado que abandonó la zona con su coche en dirección a San Jerónimo sobre las 9,15 horas, tras parar en un polígono cercano a esta zona para que se le pasara los efectos. Entonces recibió una llamada de su pareja y madre de su hijo, a quien le dijo que "tuvo una pelea en una discoteca" y le mandó una foto de la herida de la mano, antes de llegar a su casa sobre las 12,30 horas.

Además, ha afirmado que era "consciente de la pelea y que hubo sangre, pero no imaginaba su fallecimiento". El acusado ha reconocido que consume droga desde los 20 años pero no a diario y ha añadido que cuando lo hace es porque tiene dinero suficiente, llegando a gastar en sustancias tóxicas entre 300 y 800 euros. "Nunca he tenido problemas por deudas de drogas", ha indicado.

"ME SENTÍ EN PELIGRO"

A preguntas de la acusación, ha señalado que no recuerda lo que dijo en su primera declaración ante la Policía Nacional, horas después de ser detenido el martes día 4. "Tuve presión policial, con amenazas, y me limité a decir lo que ellos querían. Sólo quería terminar y que me llevaran al calabozo. Allí, con más tranquilidad, recordé lo ocurrido y pedí modificar mi declaración", ha comentado, precisando que el piso de M.L.R. era "un fumadero".

Además, ha explicado que solía comprar la droga en el Polígono Norte y no acostumbraba a ir por estas sustancias a Los Pajaritos, donde "procuraba no entrar". En el piso de M.L.R. "me sentí en peligro, estaba en una zona problemática y que no conozco", ha insistido. "Quería salir corriendo y conduje hasta que creí que no estaba en peligro", ha añadido, asegurando que "no tuvo intención de matarla".

Entre los testigos que han declarado este martes se encuentra A.B.V., dueño del piso donde ocurrieron los hechos que alquiló a la víctima meses antes de su muerte tras salir M.L.R. de la cárcel, aunque sólo abonó "uno o dos meses". Este varón, que conocía a 'La Flor' del barrio, tras dejar a los niños en el colegio, se encontraba en una plaza cercana a su piso la mañana de los hechos. Su suegra le avisó de que habían matado a alguien en su casa, salió corriendo y al llegar encontró a la víctima "con vida y con los ojos abiertos".

Este testigo, que reconoce haber sido el primero que llega al piso, ha explicado que la vivienda contaba con dos puertas por motivos de seguridad después de que en la misma había entrado ocupas, ambas abiertas a su llegada, cuando también vio el cuchillo "lleno de sangre en el sofá". Además ha negado que el piso fuera un punto de venta de droga.

De otro lado, este martes también han declarado varios efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, del Grupo de Homicidios de ésta y la madre de la víctima.

Cabe recordar, que la Fiscalía relata en su escrito de acusación que el acusado, "tras haber consumido cocaína, sin que ello le impidiera conocer el sentido de sus actos ni controlarlos" y "con intención de acabar con la vida" de la mujer, le asestó "múltiples" puñaladas en cara, cuello, abdomen, tórax y miembros superiores, causándole un total de 45 lesiones por delante y por detrás, varias de ellas en zonas vitales.

El Ministerio Público pide para D.A.G. 13 años de prisión por un delito de homicidio y el pago de una indemnización de 361.200 euros a la madre y los tres hijos menores de edad de la víctima. Por su parte, la acusación particular solicita 22 años de cárcel por un delito de asesinato, mientras la defensa, que ejerce el abogado de oficio José Blanco, pide inicialmente una condena inferior a cinco años por un delito de homicidio solicitando las eximentes de legítima defensa e intoxicación por el consumo de drogas.