Javier Arenas
EUROPA PRESS/ARCHIVO
Actualizado: miércoles, 8 junio 2011 12:33

Considera necesaria una reflexión sobre si es preciso modificar la legislación sobre el tránsito de funciones de un partido a otro en una institución

SEVILLA, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente del PP-A, Javier Arenas, se ha mostrado convencido de que cuando llegue a la Presidencia andaluza, se va a encontrar en la Junta una situación "interna mucho peor de lo que nos cuentan" y ha anunciado la realización de auditorías, al igual que los populares harán en ayuntamientos y diputaciones, para decir a los ciudadanos "la verdad".

En declaraciones a la Cadena COPE recogidas por Europa Press, Arenas, que ha apuntando que el alcalde electo de Sevilla, Juan Ignacio Zoido (PP), ha comprobado que en el Ayuntamiento hay facturas "pendientes en pesetas", ha recalcado que el "cambio es posible" en Andalucía de cara a las próximas elecciones autonómicas, en vista de los resultados obtenidos por los populares en los comicios municipales, y ha augurado que cuando llegue a la Presidencia de la Junta se va a encontrar una "situación muy difícil" y "con muchos problemas", algo que hay que "decírselo a los ciudadanos".

Ha insistido en que se teme que encontrará en la Junta de Andalucía una situación "interna mucho peor de la que nos cuentan". "Lo que me cuentan en el Parlamento en estos momentos no va a ser lo que nos vamos a encontrar", ha sentenciado el dirigente popular, quien ha aludido a una "deuda extrapresupuestaria importantísima en materia de sanidad".

Javier Arenas también ha manifestado que en estos días ha estado reflexionando sobre si era necesario modificar la legislación sobre el tránsito de funciones del partido saliente del gobierno en una institución al partido que va a entrar. Ha indicado que cuando el gobierno de un partido es derrotado en unas elecciones, durante el tiempo que transcurre hasta que entra la nueva formación que gobernará, sólo debe gestionar los asuntos ordinarios y ha recordado que ningún Consejo de Ministros del Ejecutivo del PP aprobó asuntos sin el visto bueno de José Luis Rodríguez Zapatero después de que hubiera ganado las elecciones generales.

Ha mostrado su preocupación por el hecho de que cuando los populares lleguen el sábado 11 a ayuntamientos que han estado gobernados por otros partidos se pueden encontrar decisiones de gobiernos en funciones "que están al margen de la legalidad". Ha insistido en que un gobierno en funciones no puede tomar decisiones que vengan guiadas por la discrecionalidad, sino que debe limitar su papel a la información a la formación que ha ganado las elecciones y a lo ordinario en el día a día.

De otro lado, Javier Arenas ha expresado que la austeridad tiene que ser la reina de las políticas públicas en España, y ha indicado que cuando llegue a la Presidencia de la Junta planteará un cambio radical en la política económica sobre la base de un proyecto de regeneración democrática, con lo que habrá "muchas expectativas" de futuro.

A su juicio, uno de los principales problemas que hay en Andalucía en este momento es la existencia de una administración paralela, fruto de la filosofía de los socialistas de "huir del derecho administrativo y del control de la legalidad". Eso ha llevado al PSOE, según ha recalcado, a constituir administraciones paralelas al margen de la administración pública, de manera que hoy en Andalucía hay más de 300 organismos autónomos que cuestan más de 5.000 millones anuales.

Javier Arenas se ha mostrado partidario de reformar todas las administraciones, con la austeridad por bandera, y mirando mucho la administración periférica y los sectores públicos.

El dirigente popular se ha mostrado convencido de que las administraciones paralelas suponen "una agresión" diaria a los funcionarios. Ha querido dejar claro que en la administración pública andaluza no sobran funcionarios si no mucha "administración paralela".

En su opinión, en España hay que sentarse y hacer un balance autocrítico del estado de las autonomías y analizar cómo ha funcionado y si se ha mejorado la prestación de los servicios trasladándolos a las comunidades. A partir así, según ha estimado, hay que hacer una reforma de todas las administraciones y clarificar y redefinir las competencias de las mismas y hacer una buena asignación de los recursos humanos que tiene la administración. Ha querido dejar claro que en modo alguno está haciendo una "descalificación del estado de las autonomías", pero estima que hay cosas que se deben mejorar.