Artistas críticos con la Biacs exigen un debate para iniciar otro desarrollo de la política cultural andaluza

Actualizado: jueves, 22 septiembre 2011 17:32

La Bienal "es un artilugio desfasado, que ha devorado presupuesto público, y ha olvidado el tejido cultural de la realidad sevillana"

SEVILLA, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Plataforma para la Reflexión sobre Políticas Culturales (PRPC), un colectivo crítico contra la Bienal de Arte Contemporáneo de Sevilla (Biacs) ha vuelto a mostrar "su asombro" por la decisión de las instituciones de apoyar la cuarta edición de la Bienal, y ha hecho un llamamiento a la reflexión a nivel institucional, asociativo, de producción y creación, "para que analice este certamen y se dé comienzo a una nueva forma de desarrollar las políticas culturales en Andalucía".

Así, y en una carta remitida a Europa Press, la Plataforma ha explicado que en 2004 se celebraron unas jornadas y se publicó una revista 'A propósito de Biacs: políticas culturales', en cuya introducción, apuntan, se decía que "la aparición de esta iniciativa como un proyecto ajeno al entramado cultural de la ciudad, con una fórmula caduca, cara y empobrecedora del desarrollo de los lenguajes contemporáneos, animaba a suscitar un debate que cuestionase las dinámicas que producen y acarrean estos eventos y a abrir un espacio de reflexión en torno a las políticas culturales que los generan".

Pese a todo, continúan, "la ausencia de debates públicos en torno a las políticas culturales viene siendo una constante en la comunidad cultural, habituada a la falta de dinámicas críticas promovidas por las instituciones culturales públicas, así como en los agentes culturales independientes".

Además, se señala en dicha misiva, a lo largo ocho años esta Plataforma "ha mostrado el despilfarro presupuestario de la Biacs, las contradicciones creadas entre su carácter privado y la financiación pública, las convulsiones en su aparato organizativo con sucesivas dimisiones y enfrentamientos, el nulo control público sobre el gasto, la opacidad de las cuentas, el despilfarro de un buen montón de millones de euros, las deudas contraídas con empresas y artistas, los daños ocasionados por el desvío de presupuestos escandalosos a un evento que ha esquilmado la posibilidad de la aparición con un empuje mayor de la realidad creativa de la ciudad y sus redes".

"Todo ello --continúan-- cuando lo que se pretendía era poner a Sevilla en el centro de la creación contemporánea y atraer turistas a la ciudad, objetivos que nadie puede entender como conseguidos", como así lo demuestra la "incapacidad" de la Fundación Biacs de celebrar una cuarta edición en 2011, "debido a las numerosas deudas contraídas o a la negativa de sponsors, que ya había anunciado el dimitido Fernando Franco, como la Adach Foundation", destacan.

Así las cosas, afirman que ya desde 2003 la Bienal "es un artilugio desfasado, que ha devorado presupuesto público y ha olvidado el tejido cultural de la realidad sevillana construido desde la autonomía", y todo ello, lamentan, "porque carecía de los medios intelectuales para desarrollarse en el marco de la producción contemporánea y sus redes locales e internacionales". "Ocho años después de su aparición su luz se ha extinguido tanto que los sectores críticos y los dubitativos la dan por enterrada entre sus deudas, opacidad e incapacidad", añaden.

Y, sin embargo, se indica en dicha carta, "cuando la crisis golpea a la cultura en Andalucía de forma especialmente contundente y reduce los recursos públicos en todos los frentes e instituciones del arte contemporáneo en Sevilla, cuando los programas de ayuda a la creación contemporánea desaparecen o se quedan sin fondos, cuando las tantas veces nombradas industrias culturales quiebran o están bajo mínimos, hete aquí, que como mala planta, las instituciones, que a la vez hablan de interlocución por vez primera, intentan resucitarla".

Y, critican, "no solo intentan resucitarla sino que lo pretenden hacer bajo el esquema de la primera Biacs, con las mismas personas, partiendo de la misma estructura: la Fundación junto a un consorcio institucional donde todos dicen que estarán porque estarán otras instituciones". Asimismo, afirman, el hecho de que la quieren hacer en el Monasterio de La cartuja "interrumpe la normal programación del CAAC, llamando Bienal a un formato que es el que viene desarrollando este centro con considerables menos medios".

EXIGEN DIÁLOGO ENTRE INSTITUCIONES Y AGENTES CULTURALES

En cualquier caso, si finalmente se llega a hacer esta nueva Biacs "costará en torno al millón de euros, aunque no hay cifras oficiales de su monto total, siendo otra vez sinónimo de opacidad", con lo que 'La alegría de mis sueños' como se llamó la primera Bienal "parece convertirse en 'La alegría de las instituciones' que una vez más olvidan el dialogo con los agentes culturales e imponen su obsoleto criterio", cuando, aseguran, "tenían la posibilidad de repensar el modelo bienal, abriendo nuevas propuestas que superaran la reproducción de esquemas pasados, que fortaleciera el entramado cultural de la ciudad y supusiera un diálogo real con la escena internacional".

En este sentido, apuntan los artistas en este documento facilitado a Europa Press, "tanto las personas que rigen la Junta como el Ayuntamiento habían prometido establecer un diálogo con las partes, pero han vuelto a mirar en una sola dirección y han decidido poner los escasos recursos de que disponen bajo el auspicio de una galerista que interrumpió hace tiempo la relación con la ciudad, que tiene responsabilidad en la cuestionable gestión de la Biacs y que desconoce tanto la realidad de la creación en Sevilla y Andalucía, que se ha atrevido a definirla como erial cultural, tomando las riendas del evento sin decir nada sobre las deudas de anteriores ediciones".

Ante este panorama, la PRPC ha venido sistemáticamente reivindicando una alternativa basada en una política cultural que sea capaz de poner en práctica una ruptura del consenso como modo de producción de realidad; de crear nuevos dispositivos culturales que cuestionen esa distribución de lo dado; y de desplegar otra política cultural que no se reduzca ni se someta al acontecimiento, sino que sea capaz de reconocer, fortalecer y ensanchar las tramas donde se produce la creación, que sea capaz de detectar los propios contextos, escucharlos y a partir de ahí, desarrollar un trabajo de reconstitución del lugar del arte.

"EXPERIMENTACIÓN Y TRANSACCIÓN"

Además, apuesta por desarrollar una política cultural que se construya en base a dos ideas: la experimentación, tanto en la forma de producir, distribuir, gestionar y presentar cultura como a la hora de potenciar un campo de actuación en el que sea posible la crisis, el debate y la alternancia antagónica. Y la transacción, como forma de trabajo cooperativa, horizontal y abierta, que fortalezca la institución para que ésta fortalezca la comunidad artística --autores, artistas y creadores de las construcciones visuales modernas-- y la vida política de la ciudad.

"Realizar, en definitiva, una política cultural que repiense y democratice la institución, abandonando su concepción jerárquica y autoritaria, abriendo espacios a nuevos modos de hacer en los que los ciudadanos puedan ser protagonistas", subrayan, al tiempo que hacen un llamamiento "a la reflexión", porque "es aún momento de repensar la realidad, de abrir cauces de participación, de analizar en diálogo cuales son los ejes sobre los que construir la escena cultural en Andalucía, y tiempo de pedir responsabilidades a los responsables de la gestión de las Biacs", finalizan.