Ve lo ocurrido como una "mala decisión" para el espacio natural, achacable a razones de tipo político
SEVILLA, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
Ecologistas en Acción ha mostrado su "sorpresa" y "rechazo" ante el "injustificado" cese de Juan José Negro como director de la Estación Biológica de Doñana (EBD), agradeciéndole asimismo el apoyo a las causas defendidas por el ecologismo desde su ámbito científico.
Con ello, Ecologistas se suma a las valoraciones de WWF, cuyo portavoz en Doñana, Juan José Carmona, ya expuso a Europa Press que esperan que el cese no sea "un castigo por su postura tan clara y ejemplar en la gestión de Doñana en asuntos como el dragado del Guadalquivir, la reapertura de las minas de Aznalcóllar o la reclamación de fondos para que pueda seguir la Estación Biológica de Doñana".
Según ha precisado asimismo Ecologistas en una nota, el ya exdirector, en su gestión al frente de la EBD, "se ha sumado desde la ciencia a la defensa de Doñana en hechos fundamentales para su conservación", como su negativa al dragado, la denuncia de los impactos de la romería del Rocío o sacar a la luz los datos de sobreexplotación del acuífero de Doñana, "que está llevando a los ecosistemas del Parque Nacional al colapso".
"La única justificación" que se ha dado del cese es la pérdida de confianza ante los actuales rectores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC): el presidente, Emilio Lora-Tamayo, y el coordinador en Andalucía, Miguel Ferrer.
Para el colectivo conservacionista, esta falta de razones técnicas y científicas que expliquen esa desconfianza "demuestra que las verdaderas razones para esta destitución fulminante son de tipo político".
Así, aseveran que la defensa de Doñana mantenida por Negro "choca con intereses manifiestos del coordinador del CSIC en Andalucía, Miguel Ferrer, que defiende, como asesor científico, los proyectos denunciados de alto impacto contra el parque nacional".
"CLARA INJERENCIA POLÍTICA"
"Miguel Ferrer asesora, en clara incompatibilidad con el alto cargo público que ostenta en el CSIC, a la Autoridad Portuaria de Sevilla en su intento de dragado del Guadalquivir y a las empresas mineras con intereses en la zona: por ello, no parece descabellado relacionar la destitución de Negro con presiones ejercidas por Ferrer para intentar colocar al frente de la EBD a alguien dócil, que no se posicione tan claramente frente a sus intereses", ha lamentado Ecologistas.
Este cese significa para la asociación una "clara injerencia política en el funcionamiento del CSIC y una pérdida clara de su independencia". "En definitiva, una mala decisión para Doñana, autoritaria en cuanto que afecta a los mecanismos de elección participativa que hasta ahora se venían respetando en la elección del cargo y que obedece a intereses que quieren acallar cualquier voz crítica", agregan.
"Se ha cercenado así el papel de ciencia pública y activa que, poniendo los datos científicos sobre la mesa, defiende públicamente las conclusiones y denuncia las agresiones que generan daños sociales y ambientales, en muchos casos irreversibles". Por todo ello, Ecologistas pide públicamente la dimisión de Miguel Ferrer como máximo responsable del CSIC en Andalucía y la restitución en su cargo de Negro como director de la EBD.
