El indigente murió tras perder más de un litro de sangre y sufrir la fractura de seis costillas

Actualizado: martes, 17 marzo 2015 15:12

SEVILLA, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los dos médicos forenses que practicaron la autopsia al cadáver del indigente fallecido en Utrera (Sevilla) el 18 de junio de 2013 han asegurado este martes que la víctima murió de un golpe "directo" en el abdomen propinado con un objeto contuso que le provocó una peritonitis postraumática y la pérdida de 1,1 litros de sangre, así como la fractura de seis costillas.

En la segunda sesión del juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Sevilla contra Juan Carlos C.F. y Gonzalo D.G., para quienes la Fiscalía pide 20 años de cárcel por un delito de asesinato, según el escrito de acusación consultado por Europa Press, los forenses han descrito que la víctima, que medía 1,68 centímetros y pesaba 48 kilogramos, presentaba contusiones por todo el cuerpo.

De este modo, han precisado que la víctima tenía hematomas en frente, pómulo izquierdo, tórax, hombros, manos, rodillas y dorso del pie derecho, mientras que también sufría la rotura de seis costillas y presentaba una herida inciso contusa en el labio "con una gran infección", habiendo sufrido la pérdida de tres dientes.

Tras referir que todas estas contusiones "presentaban un estado evolutivo homogéneo y compatible" con el momento en que sufrió la agresión, la madrugada del 17 de junio de 2013, los forenses han señalado que el indigente falleció finalmente de un traumatismo abdominal cerrado que le provocó una peritonitis postraumática y una hemorragia intraperitoneal por desgarro.

"NO HAY UNA CUCHILLADA, NO HAY UN TIRO, SÓLO HAY UNA CONTUSIÓN"

De este modo, los forenses hallaron en la cavidad abdominal de la víctima una fuerte hemorragia de hasta 1,1 litros de sangre --un cuerpo humano tiene cinco litros-- producida "por un golpe" y lesiones en el intestino delgado. "No hay una cuchillada, no hay un tiro, sólo hay una contusión", han explicado los forenses, que han indicado que la "peculiaridad" de este tipo de lesión es que los síntomas pueden no manifestarse hasta pasados diez días.

Por ello, han opinado que, aunque el fallecido hubiera acudido al médico nada más ocurrir la agresión, ello "no hubiera cambiado nada", punto en el que han descartado además que la víctima recibiera únicamente el impacto de dos piedras --tal y como aseguró uno de los acusados en su declaración--. "Hay golpes con un objeto contuso, pero no dos, se han descrito muchos más", han subrayado.

Además, los médicos forenses, que han destacado la "violencia" que presentaba el cuerpo, han calificado de "altamente improbable" que el fallecido se produjera todas las lesiones descritas a consecuencia de una caída, ya que "es muy difícil que en una caída se golpee en tantos sitios".

UNA HERIDA EN EL LABIO SIMILAR A UN "AGUJERO"

De su lado, la médico forense que realizó el levantamiento del cadáver en un centro hospitalario de Utrera, donde el indigente murió a las 31 horas de ocurrir los hechos, ha asegurado que presentaba lesiones y contusiones "por todo el cuerpo", aunque ha destacado por encima de todas ellas la herida que tenía en el labio, pues era "como un agujero" a través del cual "se veía lo de abajo", como por ejemplo el hueso maxilar.

Esta forense ha coincidido con sus compañeros en calificar de "bastante improbable" que los moratones y arañazos que presentaba el cadáver se debieran a una caída y también ha descartado que las heridas fueran provocadas por dos golpes con una piedra. "Tendrían que haber sido unos pocos más, no sólo dos", ha señalado la forense, añadiendo que la víctima habría sufrido las lesiones en un plazo temporal de 24/48 horas.

En la primera jornada del juicio, que continuará este miércoles, Gonzalo D.G. aseguró que no estuvo en el lugar de los hechos y Juan Carlos C.F. admitió que llegó a golpear al fallecido en dos ocasiones con una piedra pero para defenderse y evitar ser agredido por el mismo.

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