Actualizado: viernes, 19 septiembre 2014 10:56
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SEVILLA, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -

   La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha mostrado su "más rotundo rechazo" a la decisión del cierre de la pesquería de la sardina en Cádiz, anunciada por la Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, "porque tendrá unas consecuencias muy perjudiciales para la economía de los municipios del Golfo de Cádiz". Por ello, la consejera, Elena Víboras, exige al Ministerio un plan alternativo que impida que los barcos tengan que permanecer amarrados a puerto.

   Según explica la Junta en una nota, Víboras ha trasladado su "preocupación" a la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, con quien ha conversado para pedirle medidas alternativas.

   "El Ministerio tiene la obligación de dar soluciones para impedir que, como consecuencia de un plan que impuso con el rechazo del sector, condene al desempleo a más de 900 pescadores y cause un drástico daño a la economía de los puertos pesqueros, que ya atraviesan muchas dificultades", ha lamentado la consejera.

   El cierre de la pesquería de la sardina será efectivo a partir de las 00,00 horas de este sábado, día 20, una vez que se ha agotado el Total Asumible de Capturas (TAC) contemplado en el Plan de Gestión de la Sardina publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 14 de agosto.

   "Dicho plan fue decidido unilateralmente por el Ministerio y contó, desde el primer momento de su tramitación, con el rechazo del sector pesquero del cerco del Golfo de Cádiz y de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural. El sector propuso al Ministerio un plan alternativo que fue rechazado", ha recordado la consejera.

   La flota de cerco del Golfo de Cádiz está constituida por 87 buques, repartidos en los puertos gaditanos de Barbate y Bonanza y los onubenses de Isla Cristina y Punta Umbría. En ellos trabajan en torno a 910 tripulantes.

   La flota de cerco también pesca boquerón, especie con la que "ya tiene dificultades porque la cantidad repartida por buques es insuficiente para garantizarles, por sí sola, rentabilidad".

   Por ello, según la Junta, el cierre de la pesquería de la sardina "obliga al amarre de la flota, con el consiguiente riesgo para los  pescadores de quedar en paro". Considera que también hay que tener en cuenta "el efecto negativo que implicaría para la industria auxiliar", como la fabricación de hielo, efectos navales, astilleros o empresas conserveras, entre otros.

   Elena Víboras ha recordado que la flota cerquera del Golfo de Cádiz ha realizado un "enorme esfuerzo de ajuste" en los últimos siete años, enfatizando que "la sostenibilidad ambiental debe ir unida indisociablemente a la económica".

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