SEVILLA, 24 May. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Popular del Ayuntamiento de Sevilla ha criticado que el alcalde, Juan Espadas (PSOE), haya "abandonado a su suerte" a los vecinos de la Alfalfa ante la "proliferación en los últimos meses de ruidos, suciedad y botellones", ya que asegura que el Ayuntamiento ha "bajado los brazos ante estos problemas y les responden con evasivas cada vez que acuden a denunciarle la situación".
En este sentido, la concejal del PP Amidea Navarro ha alertado a través de un comunicado de que el gobierno del PSOE "no está ofreciendo soluciones a los vecinos, escudándose en que es un problema muy difícil de resolver". Considera que Espadas tiene "totalmente descuidado" el plan integral que "Zoido puso en marcha hace más de un año en el que participaban el Distrito, Medio Ambiente y la Policía Local, lo que ha provocado la vuelta de la movida a la zona".
De esta manera, Navarro ha explicado que los vecinos están pidiendo "urgentemente que se vuelva a poner en marcha la actuación integral en la Alfalfa con todas las áreas implicadas, además de una interlocución directa con el Ayuntamiento como la que había con el anterior Gobierno de Zoido".
Afirma que, entre las peticiones vecinales, también se encuentran una mayor presencia policial por las noches, la instalación de señales de prohibido orinar en la calle bajo multa y que los establecimientos cumplan con sus licencias en cuanto al horario de cierre.
Asimismo, Navarro ha resaltado que, desde que llegó a Espadas a la Alcaldía, los vecinos de la Alfalfa "no pueden dormir porque el Ayuntamiento se ha relajado en su actuación, en una zona que está acústicamente saturada". "Para arreglar el problema de la Alfalfa hace falta un trabajo coordinado, que se implanten nuevas medidas y una mayor concienciación tanto por parte del Ayuntamiento como de los jóvenes que acuden a la zona de movida", insiste.
De igual modo, la concejal del PP ha manifestado que la Asociación Alfalfa Degradada les ha transmitido que la situación se está volviendo "insostenible para los vecinos, que no pueden dormir con los botellones y los gritos, amaneciendo las calles llenas de vómitos y orines".
