El Ayuntamiento de Tarazona recupera el claustro del exconvento de San Joaquín

Beamonte y Arrechea han visitado este lunes el exconvento de San Joaquín
AYTO. TARAZONA
Actualizado: lunes, 20 noviembre 2017 14:53

TARAZONA (ZARAGOZA), 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

El claustro del exconvento de San Joaquín de Tarazona ha recuperado su imagen original tras la finalización de las obras de rehabilitación acometidas por el Ayuntamiento turiasonense. El consistorio adquirió este inmueble en el año 2000 con la intención de rescatar sus espacios e incorporarlo a la vida civil, por lo que esta actuación supone un paso más dentro de su recuperación.

"Nuestro planteamiento inicial es convertirlo en un centro cívico, donde puedan llevarse a cabo las actividades de las diferentes asociaciones y entidades de la ciudad y que funcione como alternativa a espacios que se han tenido que cerrar", ha explicado el alcalde del municipio, Luis María Beamonte, que este lunes ha visitado el inmueble acompañado por el concejal de Urbanismo, Luis José Arrechea.

Con las obras, que han contado con un presupuesto 38.720,80 euros, se ha actuado en la planta, que ha quedado mucho más diáfana, se han suprimido las barreras arquitectónicas, creando una rampa en la planta baja, y se han abierto los arcos con el objetivo de crear el efecto ideado por sus primeros ocupantes.

El alcalde ha señalado que la recuperación de este edificio continuará ahora con una nueva edición de los talleres de empleo de la Fundación Tarazona Monumental, que será el quinto que se lleva a cabo en este inmueble.

El convento de San Joaquín, perteneciente en su origen a la congregación de las Carmelitas Descalzas, data de 1632 y mantuvo su actividad hasta la última década del siglo XX.

Se trata de un edificio austero, cuya conformación arquitectónica del conjunto se organiza alrededor de un patio central en dos plantas, el claustro, desde el que se accede a los servicios comunes (cocina, refectorio).

En tercer lugar, a través de largos pasillos, hay naves en las que se distribuyen las celdas que ocupaban las religiosas del convento, lo que le confiere una gran variedad y riqueza de espacios que pueden ser utilizados de diferentes maneras.