Experta cree que limpiar el Ebro sería una solución puntual, pero no global ante inundaciones y aconseja "sentido común"

Moreno, Galván, Embid y Jiménez han presentado las Jornadas Derecho de Aguas
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 26 abril 2018 11:30

ZARAGOZA, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -

La jefa del Área de Hidrología y Cauces de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), María Luisa Moreno, ha considerado este jueves que limpiar el cauce del río podría ser una solución para algún tramo "puntual", pero no una medida global para todo el cauce para prevenir los daños de las crecidas y ha aconsejado tener "sentido común" en los usos que se autorizan en las zonas próximas al río.

Así lo ha afirmado la también coordinadora de los trabajos para la redacción del vigente Plan de Gestión de Riesgo de Inundación de la Cuenca del Ebro (PGRIEbro) en rueda de prensa momentos antes de participar en las XXII Jornadas de Derecho de Aguas, organizadas por la CHE y la Universidad de Zaragoza y que se desarrollan hasta este viernes en Ibercaja Patio de la Infanta.

En la presentación de estas jornadas han participado también el catedrático de Derecho Administrativo de la UZ, Antonio Embid, el catedrático de Derecho Financiero y Tributario, Ismael Jiménez, y el jefe del Servicio de la Oficina de Planificación Hidrológica de la Confederación y coordinador de los trabajos del Plan Especial de Actuación en situación de Alerta o Eventual Sequía, Rogelio Galván.

Ante la reiterada petición de los alcaldes de la ribera para que se acometa una limpieza en el cauce, Moreno ha advertido de que la gestión integral del río "tiene muchas partes", la limpieza se tendría que combinar con otras medidas y es necesario que las acciones se acuerden desde el consenso y la cooperación, ha sostenido.

Ha asegurado que, desde los años 50, se ha ido ganando terreno al río y ha instado a tener "sentido común" a la hora de determinar los usos que se autorizan junto al cauce. Ha desmentido, asimismo, "mitos muy importantes" como que cada vez con menos caudal se inundan más hectáreas, al defender que la información que se recoge ahora en las estaciones de aforo y gracias a la tecnología es mucho más precisa que la que existía antes y, además, ha apuntado que las zonas inundables suponen centenares de metros, más allá del cauce.

En todo caso, María Luisa Moreno y Antonio Embid han diferenciado entre una limpieza puntual de elementos que hayan podido caer al cauce de un dragado, que no está autorizado y no sería una solución global, sino solo puntual para algunos tramos, remarcando que es necesario mantener y conservar en buen estado los cauces.

FENÓMENOS EXTREMOS

El catedrático de Derecho Administrativo, Antonio Embid, ha recordado que en estas jornadas se tratan aspectos cruciales en la gestión del agua y este año se ha elegido abordar los fenómenos extremos y "un tema fundamental como la sequía y las inundaciones", una programación que se diseñó el pasado mes de septiembre y que ha coincidido con la reciente crecida extraordinaria del río Ebro y con un periodo de sequía que ha afectado a la Comunidad.

Embid ha comentado que la sequía y las inundaciones son fenómenos "muy diferentes, pero con una problemática que les une", dado que ambos son fenómenos hidrológicos extremos que responden a "deficiencias en la gestión" y el uso del territorio y ha comentado que, en ambos casos, la sequía y riadas que han afectado a España y a la Cuenca del Ebro se producirán "con mayor intensidad en el futuro" y las jornadas pretenden planificar las estrategias necesarias para afrontar estas situaciones.

La jefa del Área de Hidrología y Cauces de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), María Luisa Moreno, ha coincido en indicar que las inundaciones son episodios naturales "de alta frecuencia" y, con el paso de los años, se han tomado medidas para conocer sus efectos y poder prevenirlos, en la medida de lo posible.

En 2016 se aprobó el Plan de Gestión de Riesgo de Inundaciones, con una vigencia de seis años, un documento que contempla la evaluación preliminar del riesgo de inundación, de mapas de riesgo y peligrosidad y la compilación de una veintena de medidas que incumben a todos los afectados para reducir afecciones.

MEDIDAS ANTE INUNDACIONES

Entre las medidas se incluyen las de carácter preventivo, relacionadas con la ordenación urbanística; de protección, como la mejor gestión de los embalses o de las defensas con las motas; de preparación, para ofrecer una información "lo más ajustada posible" que permita hacer un correcto seguimiento de la riada y, por último, un conjunto de acciones que permitan "volver a la normalidad lo antes posible" y tener "lecciones aprendidas" de cada episodio, porque todas las avenidas "son diferentes y todas nos enseñan algo", ha dicho Moreno.

El objetivo es que cada vez "seamos menos vulnerables, estemos menos expuestos y se reduzca la peligrosidad", aunque la protección absoluta frente a las crecidas no es posible. Ha remarcado que el conjunto de medidas responde a la fórmula de que el riesgo de inundaciones es la multiplicación de la peligrosidad, la vulnerabilidad y la experiencia.

Es necesario conocer la magnitud del fenómeno, qué usos se le han dado a las zonas cercanas al cauce o que se utilizan como áreas de inundación, y recurrir a las acciones posibles para prevenir daños, como la mejor gestión de los embalses, que pueden "hacer hueco" con antelación para recibir en un momento dado un repunte en el caudal.

Moreno ha asegurado que las medidas de protección y prevención adoptadas tras la riada de 2015 "han sido eficaces", dejando zonas de inundación controlada y llanuras de inundación que han permitido laminar la avenida, entre otras acciones.

SEQUÍA

Por su parte, el jefe del Servicio de la Oficina de Planificación Hidrológica de la Confederación y coordinador de los trabajos del Plan Especial de Actuación en situación de Alerta o Eventual Sequía, Rogelio Galván, ha detallado que el Plan Especial de Sequía funciona desde 2007 y está en proceso de revisión para ser "una herramienta más útil y contrastada" y ha confiado en que el nuevo documento esté aprobado antes de finalizar el verano.

El plan permite la detección temprana del fenómeno y propone medidas de planificación, control y seguimiento, como el ahorro de agua, restricciones, incremento de la vigilancia o la recomendación de adecuar los cultivos a la situación de sequía.

En las jornadas, el catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Zaragoza, Ismael Jiménez, ha analizado el impacto que tiene sobre la hacienda pública los fenómenos hidrológicos extremos, al advertir de que causan un impacto económico en las personas que los sufren y en la administración, que debe tomar medidas para atender sus efectos. Ha emplazado a pasar "del modelo paliativo al preventivo", buscando fórmulas que permitan prevenir los daños y reducir los costes.

Esta cita incluye en su programación tres mesas redondas en las que se debaten los impactos jurídicos, económicos y sociales de la sequía en España, desde el posible uso de las aguas subterráneas en la regulación y atenuación, a los efectos sobre el regadío español tanto de la sequía como de las inundaciones, o las medidas tributarias y la gestión del riesgo de inundación, que implica aspectos como la determinación de los cauces, la propiedad en zonas inundables, la inundación como un fenómeno natural frecuente y los procesos de ocupación agrícola en el cauce del Ebro, entre otras cuestiones.