Carlos Mataix, de la Universidad Politécnica de Madrid
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 2 febrero 2017 17:01

ZARAGOZA, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -

El director del Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo Humano de la Universidad Politécnica de Madrid, Carlos Mataix, ha defendido que "en un mundo tan complejo como el que nos toca vivir, los liderazgos tienen que ser más distribuidos, capaces de generar inteligencia colectiva" y "nos falta creernos que cualquiera de nosotros, cualquier actor de la sociedad, puede convertirse en un líder en su ámbito".

A su entender, "quizá el problema radica en que seguimos esperando a que aparezcan personas individuales que sean capaces de marcar el rumbo como ocurrió en otros momentos de la historia", si bien ha añadido que "que lo hemos aprendido en el pasado" ahora "nos resulta insuficiente para imaginar el futuro que necesitamos y para impulsar el cambio".

Mataix ha sido uno de los ponentes de la mesa redonda 'Los Objetivos de Desarrollo Sostenible relevantes en España y en Europa', celebrado dentro del V Congreso Nacional de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), que este jueves y viernes, 2 y 3 de febrero, reúne a 250 participantes de toda España en Caixaforum de Zaragoza.

Para este especialista, "estamos a las puertas de un tiempo en el que la humanidad va a tener que despertar su enorme capacidad colaborativa y cooperativa", frente a la "visión individualista y basada en la competencia" del pasado.

Respecto a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible suscritos en septiembre de 2015 en Naciones Unidas por 193 líderes mundiales para erradicar la pobreza extrema, combatir la desigualdad y la injusticia y solucionar el cambio climático en quince años, ha comentado que "es algo inédito en la historia de la humanidad".

En concreto, ha afirmado que "nunca una agenda de compromisos, que además tienen objetivos y metas concretos, había suscitado tanto consenso por parte de gobiernos, ámbito empresarial y sociedad civil". Ha añadido que esos objetivos "suponen un compromiso universal para transitar hacia un mundo que sea social y ambientalmente sostenible y mejor para todos".

En este contexto, ha opinado que "en un momento tan complicado como vive nuestra civilización, los compromisos alcanzado en el marcado de la ONU son un motivo importante para la esperanza y para creer que la humanidad es capaz de marcarse objetivos compartidos y alcanzarlos".

TRANSFORMACIÓN NECESARIA

Mataix ha considerado que una prueba de que es necesaria una "transformación profunda" es que haya muchas personas que debido al cambio tecnológico y a las dinámicas geoestratégicas actuales viven "una cierta desesperación y desconcierto" ante "situaciones que vulneran su estabilidad, su derecho a servicios esenciales", que "les dejan en manos de respuesta populistas, que dan explicaciones fáciles sobre lo que está pasando".

Esto no solo ha ocurrido en Estados Unidos recientemente, ha indicado en referencia a la elección como presidente del republicano Donald Trump, sino que "también nos puede estar pasando en Europa" y ha asegurado que "es un estímulo para pensar que la transformación hacia un mundo más justo y sostenible, también socialmente, es fundamental para construir una sociedad mejor para todos y en particular para las generaciones futuras".

A su entender, se pueden actuar de muchas maneras, como lograr acuerdos entre distintos sectores para favorecer el cambio, "demostrar mediante la acción que es posible construir alternativas de consumo, de relación que son mejores para todos" y que "los medios de comunicación cuenten a la ciudadanía que efectivamente no está todo perdido, ni mucho menos, y tenemos a nuestra alcance como nunca hemos tenido la posibilidad de regenerar la sociedad en la vivimos y construir un mundo mejor para la mayoría".

Ha abundado en que "ahora mismo no hay ninguna organización que no sea consciente de que está necesitada de un cambio profundo" y como ejemplo ha comentado que en el ámbito empresarial "las grandes organizaciones de sectores clave, como la energía, las telecomunicaciones y la banca saben que tiene que repensar sus modelos de negocio y estructuras organizativas".

Igual deben hacerlo las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones públicas, tanto nacionales como intergubernamentales, para apuntar que no hay que deslegitimar a entidades como Naciones Unidas, gracias a las que "tenemos esta agenda".

"NO PREGUNTAMOS"

Según ha dicho, en todos los ámbitos "existen personas y grupos que están convencidos de que tenemos que cambiar, tienen capacidad de influencia y necesitan y necesitamos sentirnos acompañados y más fuertes para producir la trasformación que hace falta".

En su opinión, "no hay que buscar culpables" y "las grandes empresas pueden ser un aliado, aunque eso no quita que haya muy malas prácticas en este sector, igual que las hay en el público y en otros".

En este sentido, ha señalado como "problema serio y reconocido por todos" la excesiva influencia de los mercado financieros en la economía que hace que "las decisiones se toman con criterios muy cortoplacistas", algo en lo que "todos somos cómplices".

A colación ha cuestionado que "los ciudadanos que tenemos una cuenta en el banco no preguntamos qué se hace con nuestros ahorros, que acaban en un fondo de inversión que son los que alientan esta toma de decisiones a corto plazo".

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