Una técnica de oxidación química logra resultados satisfactorios en la descontaminación de lindano en Bailín

Gómez, Olona y Calleja, hoy en rueda de prensa en el Pignatelli
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 17 febrero 2017 11:49

ZARAGOZA, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -

El ensayo ISCO, consistente en la eliminación por oxidación química in situ de los residuos de la fabricación de lindano en agua subterránea, ha logrado resultados satisfactorios en una prueba piloto llevada a cabo en un tramo de 200 metros de estrato vertical de roca en el barranco de Bailín, donde esta técnica ha alcanzado una destrucción del 99 por ciento en los residuos de HCH y del 95 al 99 por ciento en el resto de residuos presentes en la zona, como benceno y clorobenceno.

El consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, acompañado por la directora general de Sostenibilidad, Pilar Gómez, y por el jefe de unidad para la descontaminación integral del lindano, Eduardo Calleja, han presentado este viernes en rueda de prensa los resultados del ensayo ISCO, que se enmarca dentro del proyecto Discovered Life y que ha contado con una financiación de 1,43 millones de euros, asumida al 50 por ciento por la Unión Europea y el Ejecutivo autonómico.

Olona ha subrayado que los resultados conseguidos en esta experiencia suponen "una noticia magnífica", ya que el ensayo en el terreno "ha superado las expectativas" que tenía el Departamento. Las pruebas en el laboratorio "ya fueron satisfactorias, pero había la duda de si a escala real tendría los mismos resultados y así ha sido", ha apuntado.

El proyecto se puso en marcha en 2014 con el diseño de protocolos y tras las pruebas en laboratorio se ha comprobado que la técnica de oxidación química mediante persulfato con activación alcalina ha dado buenos resultados en el acuífero de Bailín, ya que se ha reducido la contaminación del emplazamiento.

El ensayo en el terreno real ha tenido una duración de un mes, tiempo en el que se han destruido de 5,5 a 6,3 kilos de contaminantes, una cantidad equivalente a lo que se mueve, mediante el agua subterránea, por las grietas del estrato vertical de roca del barranco en un periodo de diez años.

Olona ha precisado que esta última fase del proyecto se inició en julio de 2016 y los resultados se han obtenido en este mes de enero. Los trabajos de campo han consistido en la inyección mediante sondeos en las fisuras de la roca de hasta 40 metros de profundidad, para provocar allí la reacción química en el agua subterránea que ha llevado a su descontaminación.

TRAMO DE 200 METROS

El desarrollo de la técnica ha supuesto la destrucción por oxidación de la materia orgánica en un tramo de unos 200 metros de estrato vertical de roca, situado a 500 metros del río Gállego y a unos 150 metros del barranco de Bailín.

Se seleccionó esta zona por ser una de las que tiene mayor densidad de información y donde el agua subterránea se encuentra a una profundidad suficiente para que no se produjera flujo trasversal hacia el barranco de Bailín.

Al aplicar esta técnica in situ "es capaz de eliminar casi el cien por cien de los residuos a destruir", ha recalcado el consejero, así como no ha tenido efectos en el río, tal y como se ha comprobado en los sondeos de control situados junto al cauce del Gállego.

LA MEJOR TÉCNICA

La directora general de Sostenibilidad, Pilar Gómez, ha indicado que ésta fue "la mejor técnica" de las que se valoraron para intervenir en esta zona y ha insistido en que tras comprobar su éxito en el laboratorio, "faltaba el paso más importante, que era probarlo in situ en un espacio "muy específico y concreto".

Una vez finalizado el ensayo, se han mantenido controles periódicos para estudiar la evolución de la calidad de las aguas subterráneas y poder valorar la viabilidad final como técnica de remediación global en Bailín.

De esta forma, ahora el reto será "aplicarlo a gran escala", ha comentado Gómez, al detallar que eliminar este residuo denso, líquido, tendría un coste de entre 7 y 10 millones de euros y los trabajos durarían unos cinco años.

El jefe de unidad para la descontaminación integral del lindano, Eduardo Calleja, ha recordado que en el vertedero de Bailín había residuos sólidos y líquidos, que son doblemente peligrosos por ser "un vector de difusión" y fueron estos últimos los que evolucionaron a una "fase densa", unos residuos que están "próximos a su agotamiento", por lo que "sería posible aplicar el ISCO a gran escala".

RESIDUOS SÓLIDOS

El consejero Joaquín Olona ha advertido de que no solo es necesario intervenir en Bailín, sino también en Sardas, donde se ubicaba otro antiguo vertedero, y desmantelar la propia planta de Inquinosa, situada en Sabiñánigo.

"Para terminar de solucionar el problema" se trabaja "en el horizonte de 25 años", y con una estimación de más de 500 millones de inversión, y aunque este ensayo "ha sido un éxito importante y motivo de alegría", ha recordado que todavía no se ha encontrado una técnica adecuada para destruir los residuos sólidos.

"Igual que hemos encontrado una solución para esta fase densa, buscaremos técnicas para eliminar las miles de toneladas de residuo sólido" que están almacenadas y para las que aún "no existe una técnica aplicable, más allá de la incineración que no queremos hacer" porque podría conllevar emisiones y más contaminación.

Olona ha manifestado que hasta ahora los residuos de esta "fase densa" se extraían y se llevaban a incinerar a Francia, pero esta técnica permite su eliminación in situ y el Gobierno aragonés desea encontrar un sistema que también le permita destruir el residuo sólido en ese mismo lugar, sin necesidad de trasladarlo.

550 MILLONES Y 25 AÑOS

El consejero ha insistido en que terminar con toda la contaminación y desmantelar la antigua fábrica de Inquinosa tendría un coste estimado de 550 millones que implicaría, en 25 años, adecuar Bailín --que ocupaba 3,1 hectáreas--, Sardas --una hectárea-- y la planta.

En este último caso, la operación podrían concluir antes, pero el desmantelamiento es "complejo" y "requiere tiempo", por encontrarse en el núcleo de Sabiñánigo y junto al embalse del río. En todo caso, Olona ha deseado que se lleve a cabo "en el corto plazo", porque esa planta es "un símbolo negativo" y "nefasto" para Sabiñánigo y para Aragón, que "perjudica nuestra imagen".

Por último, ha comentado que estos proyectos se irán desarrollando "en función de las disponibilidades presupuestarias", para lo que "es fundamental que se apruebe el presupuesto" y ha observado que los fondos necesarios los aportará el Gobierno de Aragón, el Ejecutivo central y también la Unión Europea, pero "en base a proyectos" que se vayan aprobando y "ya tenemos varios en cartera" para presentar y acceder a fondos europeos.

La contaminación por el pesticida lindano proviene de la planta de Inquinosa en Sabiñánigo, abandonada a principios de los años 90 y que fabricó este producto entre 1975 y 1989. La empresa vertió sin autorización toneladas de residuos tóxicos en dos vertederos no controlados: Bailín y Sardas, afectando la contaminación al río Gállego. El uso de este producto se prohibió en la Unión Europea por ser extremadamente perjudicial para el ser humano y para el medio ambiente.