La defensa de 'Makelele' afirma que es "materialmente imposible" que matara a Sonia Mitre

Juicio Makelele
EUROPA PRESS
Publicado: viernes, 19 enero 2018 13:24

La abogada remarca que, dada la hora de la muerte, al acusado no le hubiera dado tiempo a cometer el crimen

GIJÓN, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

La abogada de la defensa del ciudadano senegalés Abdu Ndiaye, más conocido por 'Makelele', ha sostenido este viernes que es "materialmente" imposible que su cliente matara a la hostelera gijonesa Sonia Meléndez Mitre, el 16 de julio de 2015, por lo que pide su libre absolución.

Así lo ha hecho durante la quinta sesión del juicio celebrado en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias con sede en Gijón, momentos antes de que se reuniera el jurado popular a deliberar. Para la abogada de la defensa, no hay ninguna prueba que le incrimine.

La letrada, Ana Gloria Rodríguez, ha ido rebatiendo uno a uno los argumentos de la acusación, desde que el supuesto cabezazo que le había dado el acusado a la víctima, que se demostró en el juicio que fue "el gesto" hasta afirmar que a la hora de la muerte testigos sitúan a su cliente en el centro de Gijón, cuando la muerte de la hostelera se produjo en su casa, en el barrio del Lauredal, a las afueras de la ciudad.

La abogada, asimismo, ha incidido en que ningún testigo dijo en el juicio haber escuchado al acusado decir: "a esta hija de puta la voy a matar, la voy a hacer desaparecer". Es más, ha indicado que es "difícil" que su acusado, de origen senegalés, pudiera expresarse así. También ha rechazado que se pueda aplicar la agravante de discriminación de género, al alegar que ningún testigo declaró cómo la controlaba.

Más determinante es, para la abogada, la hora de la muerte, que inicialmente se enmarcó entre las 14.00 y las 18.00 horas, de acuerdo a la autopsia y los estudios realizados, aunque se sabe que hasta las 15.30 horas, al menos, estaba viva, ya que habló por teléfono. Ha remarcado, asimismo, que a partir de las 16.30 horas hay testigos que sitúan a su cliente en el centro de Gijón.

Además, teniendo en cuenta que la Policía comprobó que la víctima llegó a a su casa sobre las 15.20 horas y que había platos en el fregadero y una copa de vino en la que se hallaron restos de ADN, esto hace suponer que pudo comer en casa, lo que supondría que la muerte se produjo en el margen de dos horas después. En todo caso, aunque hubiera comido antes, sobre las 14.00 y 14.30 horas, la hora de la muerte se situaría entre las 16.00 y las 17.00 horas.

SIN TIEMPO

Un dato importante porque de la casa de la víctima a la zona de bares donde se vio a 'Makelele' después se tardan 57 minutos. Para ella, es imposible que a su cliente le hubiera dado tiempo a tener relaciones sexuales con la víctima, que esta se hubiera vestido, que la hubiera matado, que hubiera limpiado sus huellas, que hubiera buscado el móvil de Sonia y fuera a un paraje a tirarlo -como dice la Policía que pudo pasar--, que fuera a su casa a cambiarse de ropa y luego a la zona centro, donde fue visto por un hostelero sobre las 16.30 horas.

Respecto a las antenas de telefonía que sitúan a 'Makelele' en el entorno de la vivienda de Mitre. Ha puntualizado, en este sentido, que el móvil de la víctima tuvo unas 15 conexiones desde que esta llegó a casa esa tarde, diez de las cuales se hicieron con la antena de telefonía de la calle Felipe II, mientras que esta antena no registró ni una sola conexión del teléfono del acusado, entre las 15.30 y 16.30 horas. La letrada ha llamado la atención sobre que si él hubiera estado en la vivienda de ella, lo lógico es que alguna conexión se hubiera realizado con esa misma antena de telefonía.

En cuanto a las relaciones sexuales mantenidas, según la acusación ese mismo día, estas pudieron tener lugar días atrás, algo que su cliente no negó. Ha incidido, además, en que debido a la dificultad del acusado para expresarse en español, no supo precisar qué día fue la última relación sexual mantenida.

Especialmente, ha enfatizado que en la vivienda en la que se halló el cuerpo no se encontró ADN del acusado, excepto en el semen hallado en la víctima y en las bragas que esta llevaba puestas, ni tampoco huellas del procesado. "Ni una sola gota de ADN", ha remarcado la abogada, que vio difícil que esto fuera así si tuvieron relaciones sexuales.

En cuanto a la nota manuscrita, ha expresado dudas sobre si realmente la escribió el acusado pero, en todo caso, ha apuntado que no significa que la dejara él ese día allí. Pudo habérsela dado a la víctima otro día y que fuera ella quien la llevara a casa, ya que se encontró arrugado el papel en el suelo.

Ha señalado, además, que si bien puede ser justificable que la Policía investigara inicialmente a su cliente, dada la relación entre ambos y que a la hora que se pensaba que había sido la muerte él no tenía coartada contrastable mediante testigos, las pruebas dicen que no fue él.

Sobre el supuesto clan gitano que perseguía a la víctima por una deuda, ha indicado que no está demostrado que no sea verdad, al tiempo que ha recordado que en casa de la hostelera se encontró cocaína y ella no era consumidora. Por todo, la abogada ha pedido "valentía" al jurado popular para dictar un veredicto, aunque suponga "dejar un crimen sin respuesta", ha señalado.