Javier Fernández alerta de que los soberanistas ponen en riesgo el sistema de pensiones

Actualizado: lunes, 7 noviembre 2016 12:55

El presidente de la Gestora socialista critica el "populismo" y el "infantilismo" que "achica la política al palabreo"

OVIEDO, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno asturiano, el socialista Javier Fernández, se ha referido este lunes a las "presiones independentistas" que existen en España y a sus posibles consecuencias. Fernández, que preside actualmente la Gestora del PSOE a nivel nacional, ha dicho que esa ha sido una de las principales razones de que su partido permitiese un gobierno de Mariano Rajoy (PP) y no forzase terceras elecciones.

"No me asusta decir que la fragmentación territorial perjudicaría más a los más desfavorecidos", ha advertido. Tras recordar el elevado número de pensionistas que hay en Asturias, Fernández ha dicho que él es partidario de "hablarles claro" y decirles que "el triunfo del soberanismo conllevaría la ruptura de la caja única de la Seguridad Social y pondría en riesgo el sistema de pensiones". Ante ese peligro, ha añadido, la izquierda "no puede estar callada y mirando para otro lado o sonriendo mientras se quiebra la solidaridad".

En su discurso del debate sobre orientación política del Principado de Asturias, conocido popularmente como debate sobre el estado de la región y que ha comenzado este lunes, Fernández no ha evitado referirse a la decisión de su partido de abstenerse en la votación de investidura de Rajoy.

"¿O es que esa presunta izquierda que no es más que un escaparate, una franquicia en Cataluña, en el País Vasco o en Galicia y que ha interiorizado para ser políticamente correcta el marchamo independentista no está fragilizando el Estado del bienestar? ", ha preguntado Javier Fernández, dirigiéndose a los partidos que no rechazan esas aspiraciones independentisttas.

El presidente de la Gestora del PSOE ha insistido en que su partido sólo podía elegir, tras las últimas elecciones generales, entre abstenerse y permitir gobernar a Rajoy o forzar unas terceras elecciones. A su juicio, la segunda opción no podía plantearse porque volver a las urnas habría sido "dañino" para la actual "arquitectura institucional" y que la gestión "primaria y visceral" de los resultados, quizá celebrada por "los más fervientes", se demostraría "inútil para responder a las necesidades de los ciudadanos".

Al contrario de lo que, ha explicado, sucede en Asturias, donde existe una mayoría de izquierdas, esa mayoría resulta "imposible" en el Congreso de los Diputados. " Qué paradoja que se rechace en la Junta lo posible -el acuerdo mayoritario de la izquierda- mientras se agita un espantajo en las Cortes, porque allí no hay números para ese pacto", ha aseverado en lo que se ha interpretado como una crítica más hacia Podemos.

En Asturias, Javier Fernández gobierna en minoría sustentado en los 14 diputados (de 45) del PSOE, gracias a un acuerdo de investidura con IU, que tiene 5 diputados. Sin embargo, las relaciones de Podemos (9 diputados) y socialistas siguen siendo muy malas, lo que propicia duros enfrentamientos en el parlamentos asturiano.

Fernández ha admitido que él no quería que gobernase el PP. "Ni lo deseaba para España ni para Asturias. Pero aún temía más a otro gobierno: a un gobierno de un PP recrecido de votos, reforzado en su mayoría por unas hipotéticas elecciones", ha explicado.

Aunque ha dicho que le tachan de pesimista, ha añadido los datos no le cuestionan y que las elecciones de junio y las autonómicas de Galicia y el País Vasco "han debilitado a la izquierda y fortalecido a la derecha".

"Para mí, por mala gestión, por su entusiasmo austericida y por su actitud ante la corrupción, el PP no merecía el respaldo electoral, pero la realidad es que ha obtenido ocho millones de votos acreedores de todo respeto", ha argumentado Javier Fernández.

EL DEBATE CONTINÚA ESTE MARTES

El debate sobre el estado de la región asturiano continuará este martes, momento en el que los grupos de la oposición podrán confrontar su posición con Javier Fernández, en debate. Ante esa jornada, Fernández ha querido adelantarse señalando que no existe parálisis alguna del Ejecutivo autonómico.

"Digo esto porque vivimos tiempos rendidos al espectáculo. Aleado con el populismo y el infantilismo, achica la política al palabreo y el aspaviento, entiende que la gestión es oficio aburrido de burócratas y que los problemas se resuelven con declaraciones como conjuros", ha señalado, poniendo distancia frente a los que , en su opinión, simplifican la política.

También ha retado a los que sostienen que el sector público asturiano es "disparatado" a que propongan qué organismos suprimen y qué destino reservan a sus trabajadores. "Si se reclama más déficit, no se puede montar una escandalera por el aumento de la deuda. Si alguien defiende una fiscalidad que reduce los ingresos también debe aclarar cómo y dónde recorta el gasto. Si otro engaña a los afectados por algún problema ofreciéndoles soluciones ilegales, ha de prevenirles ante las consecuencias judiciales de esa alternativa. Lo demás es filfa, patraña y otro tipo de corrupción: la de quien miente a sabiendas y hace del embuste su regla de práctica", ha concluido.

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