El Papa Francisco.
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Actualizado: domingo, 23 abril 2017 19:51

ROMA/OVIEDO, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Papa Francisco ha recordado este domingo, tras el rezo del Ángelus Dominical, la beatificación del sacerdote español Luis Antonio Rosa Ormieres que ha tenido lugar este sábado en Oviedo. "Que su ejemplo y su intercesión ayuden sobre todo a quienes trabajan en los colegios y en el ámbito de la educación", ha pedido.

El Papa Francisco ha hecho un llamamiento a "retomar con fuerza la gracia que proviene de la misericordia de Dios" con motivo de la festividad de la 'Divina Misericordia' que se celebra este domingo. "La violencia, el rencor y la venganza no tienen sentido y la primera víctima es quien vive de estos sentimientos, porque se priva de su propia dignidad", ha manifestado.

El pontífice se ha dirigido a los fieles antes del rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro para recordar la conmemoración del 'Día de la divina misericordia', instituido por San Juan Pablo II en el año 2000 a raíz de las visiones de la religiosa polaca santa Faustina Kowalska. Francisco ha recordado también el reciente Jubileo de la Divina Misericordia, convocado por él mismo, y ha hecho hincapié en que la misericordia y el anuncio del perdón "es el primer mandato" de Jesús a la Iglesia.

"Jesús resucitado ha transmitido a la Iglesia como primera labor su misma misión de llevar a todos el anuncio concreto del perdón. Este es el primer mandamiento: anunciar el perdón. Este signo visible de su misericordia lleva consigo la paz del corazón y la alegría del encuentro renovado con el Señor", ha asegurado.

El Papa ha señalado también la misericordia como una "verdadera forma de conocimiento" junto a otras como "los sentidos, la intuición, la razón y otras formas de conocer". Según ha defendido "se puede conocer también mediante la experiencia de la misericordia" porque "abre la puerta de la mente para conocer mejor el misterio de Dios y de la propia existencia" y "abre la puerta del corazón para permitir expresar la cercanía" hacia aquellos que están solos y marginados. "A ellos les hace sentir hermanos e hijos de un solo padre", ha indicado.

"La misericordia también ayuda a reconocer a cuantos necesitan de consuelo y hace encontrar las palabras adecuadas para confortarles. La misericordia calienta el corazón y lo vuelve sensible a las necesidad de los hermanos cuando se comparte y se participa. La misericordia, en definitiva, empuja a todos a ser instrumentos de justicia, paz y reconciliación. No nos olvidemos nunca de que la misericordia es la clave de la vida de la fe y la forma concreta con la que damos visibilidad a la resurrección de Jesús", ha concluido.

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