Trib.- El acusado de matar a su pareja "la sometió a un proceso de aislamiento", dice un amigo de la víctima

Asesino calle General Zuvillaga, Oviedo, violencia de género
EUROPA PRESS

"Isabel estaba enamorada y creo absolutamente que no era del todo libre"

OVIEDO, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha acogido este lunes la segunda sesión del juicio contra Jorge P.V acusado de matar a su mujer con una mancuerna en su vivienda en Oviedo, en noviembre de 2015. En esta sesión han declarado varios testigos. Uno de ellos un amigo íntimo de la fallecida desde hace "más de cuarenta años" que ha considerado que el acusado sometió a la víctima a "un proceso lento pero progresivo de aislamiento" y que ha indicado que "cree que Isabel no era del todo libre".

"Isabel estaba enamorada. No acabo de comprender como una mujer de carácter como ella llegó a este estado, no lo puedo entender", ha manifestado el testigo que ha definido a su amiga como una mujer "sociable, culta, con carácter", cuya personalidad y forma de ser "se fue transformando" desde que comenzó su relación con el ahora acusado a finales de 2011 al que conocía cuando tomaban algo juntos después de salir de un concierto en el Auditorio.

En su declaración ha afirmado que conocía a la fallecida desde sus años de estudiantes de la carrera de Historia y compartían gran amistad, tanto que fue padrino de su boda y padrino de su hijo, un joven al que definió como "muy educado, igual que sus padres", pero con una mala relación con la pareja de su madre, tanto que incluso le pidió su vivienda en Oviedo para no compartirla con el procesado.

"Isabel era tremendamente educada, tenía vida social, sabía hablar de muchos temas", ha dicho el testigo que ha manifestado que su amiga se jubiló precipitadamente por sus problemas de ansiedad causados en gran medida por su trabajo en un centro psiquiátrico. No obstante ha indicado que no tenía ni agorafobia ni claustrofobia y tampoco tenía tendencia al aislamiento.

Así ha insistido en que desde que comenzó su relación con el acusado Isabel cambió y pese a ser uno de sus mejores amigos le costaba mucho trabajo hablar con ella y apenas se volvieron a ver en persona y nunca a solas, ya que las pocas veces que se veían también estaba el acusado.

Ha explicado ante la sala que las opiniones de la víctima "en presencia del acusado no eran tenidas en cuenta, porque el la despreciaba sus opiniones". "Pasó a no responderme nunca ni al teléfono fijo ni al móvil, ella decía que viajaba mucho yo no la creía. Recuerdo que el 31 octubre de 2015 la llamé y no me contesto ni en casa ni en su móvil, un par de horas después recibí un wassap de Jorge P.V. En el que me decía 'estamos bien hemos visto tus llamadas, hemos ido a pasar el fin de semana a la zona del Angliru', fue la última comunicación que tuve con ella", ha explicado.

Este amigo de la víctima, ha relatado que a poco más de un mes desde que el acusado y la fallecida iniciasen su relación ya hubo un incidente que a él le hizo sospechar del supuesto asesino y le dio "mala espina". Así ha relatado que el acusado extrajo dinero de un cajero con una tarjeta de crédito por lo que la animó a poner una denuncia que luego, " contra su criterio retiró".

"Me dijo que el le había pedido tantas disculpas y perdones y que le prometió que le devolvería el dinero, pero yo empecé a estar vigilante. Hubo muchos acontecimientos extraños que ya relataban una relación peculiar. El desparecía y se iba a un hotel de Oviedo y luego ella se avenía a ir a pagar una cuenta. Creo absolutamente que no era del todo libre con él. Yo le llegué a preguntar si podía contestarme libremente y ella me dijo que sí, porque Jorge estaba durmiendo la siesta", ha explicado.

Ha reiterado que la fallecida le contaba "muchas batallas muy extrañas que decía le contaba Jorge" para justificar gastos y comportamientos del acusado porque "ella estaba enamorada". "Me lo confesó alguna vez y por mucho que sea mi amiga no me podía meter en su vida afectiva, solo le dije alguna vez que debía preguntarse algunas cosas porque vivían a costa de su sueldo y ella se callaba porque era obvio", dijo.

OTROS TESTIGOS.

Antes de este amigo ha declarado también el hijo de la dueña de la vivienda en la que la fallecida residía desde 1986 y ha manifestado que "nunca hubo problemas de impagos o retrasos en el alquiler hasta el año 2015 cuando dejó sin pagar julio y agosto, pago septiembre y octubre no". Este testigo ha relatado como el día de los hechos, el viernes 6 de noviembre de 2015, encontró al acusado en las inmediaciones del portal conduciendo el coche de la víctima sobre las 7 de la tarde. Ha indicado que habló con él y le dijo que su pareja Isabel "estaba mal, muy mal".

"Le pregunté si estaba enferma o hospitalizada, pero me dijo que él venía de Bilbao de dejarla allí para ver un familiar que era alto cargo del BBVA. Me llamó la atención que iba sin afeitar y era la primera vez que lo veía así. Su habla era entrecortada y cambiaba de conversacion sin decir nada, solo dos o tres veces repitió que Isabel estaba en Bilbao", ha dicho.

También ha relatado como cambio su relación con la víctima después de que a finales de 2012 esta mostrase su interés por comprar la vivienda. Así ha indicado que acordaron que el piso lo compraría Jorge P.V.,por lo que a partir de ahí todas las conversaciones sobre la compraventa eran con el acusado. Sin embargo éste le citó en la notaría "en una decena de veces" y nunca acudió. "A partir de ahí mi relación Isabel fue con alti bajos porque me culpo del fallo de la operación de compraventa", ha dicho.

También ha declarado la mujer que trabaja en la oficina de la puerta contigua a la vivienda que compartían el acusado y la víctima y que fue la que encontró en su buzón la carta con las llaves del piso en la que confesaba que había matado a su mujer y que tenía intención de quitarse la vida.

La testigo, a preguntas de la fiscal, ha relatado que hace años tenía relación con la víctima, vecina de puerta de su oficina, llegando incluso en alguna ocasión a entrar en su casa y tomar café. Ha descrito a la fallecida como una mujer "que salía con frecuencia y con una persona de vida social normal" y ha asegurado que desde que comenzó su relación con el presunto asesino "dejó de verla", ni siquiera paseando al perro como solía ser habitual.

DECLARACIÓN DE LOS AGENTES

Los agentes que intervinieron en un primer momento han relatado que acudieron al lugar del crimen tras recibirse una llamada en comisaría de una persona que había recibido una carta alertando de que un hombre iba a estar muerto y su mujer también lo estaba. Han relatado que entraron en la vivienda con las llaves que el acusado dejó en el sobre, que en la misma no había luz y que hallaron el cadáver de la víctima encima de la cama, "boca abajo y con mantas cubriendo la cabeza y parte del tronco, sobre todo la cabeza".

Uno de los agentes ha asegurado que los golpes se concentraban en la parte posterior de la cabeza y que el asesino utilizó "violencia extrema" con la víctima a juzgar por el estado del cráneo de la víctima. "Se notaban salpicaduras de sangre en la pared, por encima del cabecero de la cama y la víctima estaba rodeada de mucha ropa, mantas y de todo", ha manifestado el Inspector de la Policía Nacional que elaboró el atestado.

En este sentido uno de los agentes que recibió en la Comisaría de Gijón al acusado recordó que "el hombre les dijo que había acabado con la vida de su compañera sentimental en Oviedo a la que había golpeado con una barra". Dijo que el acusado estaba tranquilo y no les comentó que hubiese bebido ni nada, agregó que en ese momento "no tenían conocimiento de que existiese una orden de búsqueda sobre el".

Por su parte, el dueño del Hotel Santa Clara en el que el acusado pasó dos noches, del 6 al 7 y del 7 al 8 de noviembre en 2015, explicó que no notó nada extraño en J.P del que dijo recordar que "tenía un aspecto normal y aseado" e incluso "estuvo hasta simpático cuando se cometió un error en su factura".