Se trata de un mecanismo para evaluar la contaminación acústica que afectará a quince tramos de doce viales
SANTANDER, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Obras Públicas y Vivienda ha sacado a información pública los Mapas Estratégicos de Ruido (MER) de las carreteras autonómicas, que en la región afectan a quince tramos de doce viales. Una vez que se supere el periodo de información pública y con el resultado de las alegaciones presentadas, se procederá a la aprobación definitiva de los mismos.
Según ha informado el Gobierno, el MER se diseña para evaluar globalmente la exposición al ruido en zonas determinadas o para realizar predicciones globales para dicha zona. Incluye textos, tablas de datos y mapas de ruido. Para su elaboración se recopilan o generan los datos necesarios para evaluar los niveles de emisión originados por la carretera, los niveles de inmisión en el entorno de la misma y la exposición al ruido de la población en la zona de estudio.
Estos mapas se realizan en aplicación de la directiva europea sobre ruido ambiental correspondiente a las carreteras autonómicas cuyo tráfico supera los tres millones de vehículos por año.
De acuerdo con los criterios establecidos por el Ministerio de Fomento, la Unidad de Mapa Estratégico (UME) tiene que estar formada por los tramos contiguos de una carretera con una intensidad media diaria igual o superior a 8.219 vehículos por día, es decir, tres millones de vehículos al año.
Con este criterio, se han definido quince UME, correspondientes a los tramos de doce carreteras autonómicas. Se trata de la CA-130, Cajo-El Empalme-Peñacastillo (del punto kilométrico 0 al 1,7); CA-131 Barreda-La Revilla (del 0 al 0,8); y CA-132 Viveda-Suances (del 0 al 0,383 y del 0,383 al 6).
Igualmente están incluidas las carreteras CA-140 Muriedas-El Astillero (del punto kilométrico 0 al 3); CA-141 El Astillero-Santoña (del 4,6 al 6,2); CA-142 El Astillero-Selaya (del 0 al 12,350); CA-144 Boo de Guarnizo-Cianca (del 0 al 2,480); y CA-147 Beranga-Noja, del 0 al 4,130 y del 6 al 9,980.
También afectan a la CA-231 Santander-Liencres-Puente Arce en los tramos 0 a 0,353 y 0,353 a 4; y a la CA-234 Renedo-Zurita de los tramos 0 a 1,570.
Los mapas de ruido constan de información referida a mapas de niveles sonoros, zonas de afección, zonificación acústica, zonas de conflicto, condicionantes acústicos y tablas de población expuesta.
Los mapas de niveles sonoros son mapas de líneas isófonas elaborados a partir de los niveles de ruido, calculados en puntos receptores a lo largo de toda la zona de estudio.
Los mapas de zonas de afección se obtienen a partir del mapa de niveles sonoros del indicador Lden, e incluyen los datos de superficies totales (en kilómetros cuadrados), expuestas a valores de Lden superiores a 55, 65 y 75 decibelios, respectivamente. Se indica además en ellos el número total estimado de viviendas (en centenares) y el número total estimado de personas (en centenares) que viven en cada una de esas zonas.
Con respecto a los mapas de zonificación acústica, se trata de una colección de mapas en los cuales se representa una zonificación de acuerdo a las categorías que establece la legislación.
Por su parte, los mapas de zonas de conflicto son una serie de mapas en los que figuran las zonas en las que se superan los objetivos de calidad acústica asociados a cada área del territorio, indicándose el exceso de decibelios existente en las distintas zonas y que se obtiene a partir de la resta aritmética entre los niveles de ruido del mapa de niveles sonoros y los objetivos de calidad establecidos en la zonificación acústica.
Los mapas de condicionantes acústicos para el urbanismo se obtienen representado la línea de nivel de ruido más desfavorable entre las calculadas en los mapas de niveles sonoros.
Finalmente, las tablas de población expuesta presentan la población expuesta a diferentes niveles de ruido, relacionándola con el número de viviendas y personas que habitan en ellas.
PLANES DE ACCIÓN
A su vez, en paralelo a los mapas de ruido, se está realizando el Plan de Acción, que proviene del desarrollo reglamentario de la Ley del Ruido.
Los planes de acción en materia de contaminación acústica tienen, entre otros, los objetivos de afrontar globalmente las cuestiones concernientes a la contaminación acústica en la correspondiente área o áreas acústicas; determinar las acciones prioritarias a realizar en caso de superación de los valores límite de emisión o inmisión o de incumplimiento de los objetivos de calidad acústica, y proteger a las zonas tranquilas en las aglomeraciones y en campo abierto contra el aumento de la contaminación acústica.
