Investigan el helecho para prevenir incendios y obtener insecticida

Presentación del proyecto piloto de investigación del helecho común
GOBIERNO
Actualizado: martes, 7 noviembre 2017 12:55

Los primeros resultados se podrían conocer en junio de 2018

SANTANDER, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -

Cantabria ha puesto en marcha un proyecto piloto para investigar cómo la siega del helecho común puede contribuir a la prevención de incendios y al mismo tiempo servir para la obtención de un insecticida biológico con cuya comercialización se podría generar un nuevo nicho de actividad económica y generación de empleo.

Se trata de un proyecto de economía circular desarrollado por la Mancomunidad de Municipios Sostenibles (MMS) de Cantabria, que cuenta con el Centro de Investigación de Medio Ambiente (CIMA) como socio y con la asociación Bosques de Cantabria, el Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (IBBTEC) y los ayuntamientos de Colindres y Liendo como entidades colaboradoras.

El proyecto, que ha comenzado a finales de agosto pero se ha presentado este martes, cuenta con un presupuesto de más de 53.000 euros, de los que el 55% están financiados por la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA), otro 28% por el CIMA y el resto por la MMS.

La vicepresidenta de Cantabria y consejera de Medio Ambiente, Eva Díaz Tezanos, ha dado a conocer esta investigación sobre el helecho común en una rueda de prensa con el presidente de la MMS, Felipe Lavín, y su homólogo en Bosques de Cantabria, Clemente Rasines.

Díaz Tezanos ha explicado que en este proyecto de investigación aplicada se estudiará el impacto ambiental del helecho como especie propagadora del fuego cuando la planta se encuentra seca y cómo con su siega se pueden prevenir incendios y, con ello, contribuir a paliar el cambio climático.

Por otro lado, el proyecto analizará también el impacto social que pueden tener las labores de siega de esta especie si se comprueba que se puede obtener un insecticida biológico comercializable de ella, lo que se convertiría en una actividad económica que generaría puestos de trabajo.

"Es una apuesta por la economía circular poniendo la investigación al servicio del residuo cero, economía en la que nada deja de ser útil y todo tiene una nueva aplicación y uso para resolver necesidades sin acudir a la extracción de nuevos recursos naturales", ha indicado la vicepresidenta.

Ha detallado que el proyecto ya ha comenzado en dos fincas controladas de Colindres y Liendo, en las que se han segado los helechos existentes y, una vez vuelvan a crecer, se realizará otra siega controlada y, de ese residuo vegetal, el IBBTEC analizará la cantidad de principio activo (ecdisona) que se obtiene para elaborar un insecticida "biológico e inocuo sobre las plantas, los animales y las personas".

De confirmarse la posibilidad de utilizar los helechos para elaborar ese insecticida, para lo que se prevé la realización de tres siegas en total, Díaz Tezanos ha ensalzado que "será un revulsivo para la obtención y comercialización de un producto económicamente rentable y ecológicamente probado". "Es una iniciativa de extraordinaria", ha considerado.

PRIMERO RESULTADOS, EN JUNIO DE 2018

Por su parte, el presidente de la MMS, que contratará a dos personas a tiempo parcial para realizar las siegas controladas, ha señalado que el proyecto tiene un plazo de desarrollo de 11 meses por lo que sus resultados podrían conocerse en junio de 2018.

Ha destacado que las poblaciones de helecho común son muy amplias no sólo en Cantabria sino en toda la cornisa cantábrica y en gran parte del mundo por lo que, si se confirma la utilidad de las siegas para evitar la propagación de incendios y la posibilida de obtener insecticida, se podría "exportar" la iniciativa a otros lugares.

Por su parte, Rasines ha explicado que la idea de este proyecto nació de los estudios del vicepresidente de Bosques de Cantabria, Pablo Rodrigo, sobre el problema de esta especie ampliamente distribuida en la región y en el mundo. El helecho común, ha explicado, es la quinta especie más abundante del mundo y en Cantabria se desarrolla con "gran profusión", siendo una planta "infestante" aunque no invasora porque es autóctona.

Sus frondas pueden llegar a alcanzar los dos metros de altura y, cuando están secas, "se convierten en un potencial dispersor de incendios muy importante". Por ello, el proyecto quiere incidir en la prevención de incendios al tiempo que busca utilizar su principio activo de la ecdisona para "desarrollar un insecticida biológico de interés económico".

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