Publicado un estudio sobre la influencia de la insolación en el Paleolítico

Analiza la cantidad de luz solar que recibían yacimientos del final del Paleolítico Superior en el Cantábrico Oriental

SANTANDER, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un estudio de un investigador cántabro sobre la influencia de la insolación -la cantidad de luz solar recibida de media al día- a la hora de elegir asentamiento las sociedades del Paleolítico acaba de ser publicado.

El trabajo, 'Insolación y hábitat paleolítico en el Valle del Asón (Cantabria, España). Cuaternario y Geomorfología', es de Alejandro García Moreno, investigador del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC), y ha sido difundido a través de la revista Journal of Archaeological Science, informa la Universidad de Cantabria.

En términos generales, el estudio concluye que la insolación no era uno de los factores más importantes a la hora de elegir un lugar de asentamiento, y que es posible que en muchos casos esta característica se sacrificase por otras cualidades, como una mayor cercanía a los recursos.

Se trata de un tema que apenas se ha abordado en la investigación prehistórica. Sí es más común, no obstante, el estudio de la relación entre la posición del Sol (o de otros cuerpos celestes) con determinadas estructuras arqueológicas, como los dólmenes megalíticos,

Así, el artículo gira en torno a la idea de si cuando un grupo de cazadores y recolectores del Paleolítico elegía una cueva o abrigo rocoso para asentarse (para establecer un campamento, por ejemplo) tenían en cuenta la cantidad de luz solar que ésta recibía.

En concreto, el estudio se analiza la insolación potencial que recibían un conjunto de yacimientos del final del Paleolítico Superior, concretamente de los periodos Magdaleniense Superior y Aziliense (hace entre 16.000 y 10.000 años aproximadamente), situados en el Cantábrico Oriental (Cantabria, Vizcaya y Guipúzcoa).

Tradicionalmente, los arqueólogos han considerado que una buena insolación sería deseable, ya que ésta ofrece iluminación y calefacción. Hay que tener en cuenta que en los periodos Magdaleniense y Aziliense, en los que se centra este trabajo, al final del Paleolítico Superior, es el final de la Última Glaciación, y que por lo tanto las condiciones climáticas serían mucho más frías que en la actualidad.

En este sentido, una buena insolación podría mejorar "notablemente" las condiciones de habitabilidad de una cueva: por ejemplo, en la Cueva del Mirón, en Cantabria, se midió la temperatura en diferentes partes del vestíbulo durante un año, y se comprobó que la zona más exterior, bien iluminada en verano, era varios grados más cálida que la zona interior.

Así por ejemplo, Marcelino Sanz de Sautuola, el descubridor de la cueva de Altamira, ya llamó la atención en 1880 sobre la buena iluminación que ofrecía la cueva de El Mazo

Para llevar a cabo el análisis del estudio publicado se comprobó, en primer lugar, el efecto que podría haber tenido la diferencia en la posición astronómica del Sol con respecto a la actualidad al calcular la insolación recibida por los yacimientos.

Y es que la posición del Sol con respecto a la Tierra no es estable, sino que debido a los movimientos astronómicos de nuestro planeta, el ángulo y la orientación de su eje (la línea imaginaria que pasa por los polos) respecto al Sol varía con el tiempo. Esto puede hacer que cambie la cantidad e intensidad de radiación solar que recibe la superficie terrestre.

A continuación, usando un Sistema de Información Geográfica (un software empleado en el análisis del territorio y el manejo de cartografía), se calculó la cantidad de horas de luz solar media al día que recibía cada yacimiento en cada mes del año.

De esta forma, se pudo comprobar como variaba la insolación en un mismo yacimiento a lo largo del año, y la variación que había entre yacimientos según su localización.

Finalmente, estos datos se compararon con la información disponible sobre la época del año en que algunos de los yacimientos eran ocupados.

Esto permitió comprobar que, en términos generales, la insolación no era uno de los factores más importantes a la hora de elegir un lugar de asentamiento, y que es posible que en muchos casos la buena insolación se sacrificase por otras cualidades, como una mayor cercanía a los recursos.

La primera fase de esta investigación, ampliada en el artículo que acaba de publicarse, formó parte de una tesis doctoral desarrollada en el Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria y fue parte también del proyecto del Plan Nacional 'Creación de un GIS integral para la Prehistoria de la Cuenca del Asón y la Costa Oriental de Cantabria (HUM2006-13729)', dirigido por M. R. González Morales, catedrático del IIIPC.

Ya en 2008 se publicó en la revista Cuaternario y Geomorfología, un estudio similar centrado en el valle del Asón (Cantabria), y que formaba parte del mismo proyecto.