El 43% de los cántabros que busca vivienda usada lo hace porque es más barata que la nueva

Viviendas en Santander que se venden
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 14 diciembre 2017 11:23

SANTANDER, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

El 42,9 por ciento de los ciudadanos de Cantabria que están buscando una vivienda de segunda mano lo hacen porque ésta es más barata que la nueva, según un estudio realizado por idealista.

Por otra parte, el 26,6 por ciento se decanta por una vivienda usada porque la zona en la que quiere vivir no tiene oferta de obra nueva, y el 7,1% porque necesita que esté terminada para acceder rápidamente.

Asimismo, en el estudio se desprende que si se promovieran viviendas nuevas con la ubicación y características que los futuros propietarios buscan, el 78,6 por ciento de los cántabros solo la comprarían si los precios fueran "asequibles", el 14,3% no la compraría y el 7,1% la compraría "sin duda".

Además, el 42,9% de los cántabros no compraría "en absoluto" sobre plano sino que prefiere poder disponer de la vivienda más rápidamente, mientras que hay empate, un 21,4%, entre los ciudadanos que dicen que podrían comprar sobre plano aunque no les parece la mejor opción y los que esperarían sin problemas a que la casa estuviera construida.

A nivel nacional, la falta de obra nueva y sus elevados precios empujan a tres de cada cuatro compradores a la vivienda usada. En el caso hipotético de que se promovieran nuevas viviendas en sus áreas, el 80% compraría si los precios fueran "asequibles"

El número de compraventas mantiene su tónica alcista, con un incremento del 25 por ciento aunque las cifras de compra de viviendas nuevas siguen prácticamente en mínimos (17 por ciento).

Los datos ponen de manifiesto que el precio y la falta de viviendas en el mercado son los principales obstáculos que encuentran los compradores a la hora de decantarse por obra nueva frente a la segunda mano.

El 41,3 por ciento de los encuestados respondió que no buscaba vivienda nueva porque la usada es más barata, mientras que el 34,3 por ciento reconocía que la zona en la que quería vivir no dispone de oferta nueva.