El acusado de violar a una amiga de su mujer niega los hechos y dice que ella se quiso "liar" con él

Actualizado: martes, 9 diciembre 2014 3:59

SANTANDER, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -

El hombre acusado de intentar violar a una amiga de su mujer, golpeándola y amenazándola de muerte con un cuchillo, ha negado los hechos y se ha declarado inocente, asegurando que fue ella quien se quiso "liar" con él. Por eso, ha dicho, la "empujó", y de ahí las lesiones que presentaba la víctima, que también ha achacado a que "se cayó por las escaleras" al marcharse de la vivienda de Santander donde ocurrió todo.

Así lo ha declarado este miércoles D. M., de nacionalidad marroquí y que se enfrenta a una pena de siete años de cárcel, durante el juicio celebrado contra él en la Audiencia de Cantabria, en el que también ha declarado la agredida, que ha ratificado que el hombre, con quien tenía "plena confianza" ya que era como "parte de la familia", la llevó a su casa (el 17 de octubre del año pasado) para supuestamente entregarle un paquete de parte de su esposa.

Una vez dentro del domicilio, ha relatado, él le ofreció comer algo -ofrecimiento que ella rechazó- y a continuación, "sin decir nada", le dio dos puñetazos "fuertes" en la cabeza, la tiró del sofá al suelo y se abalanzó sobre ella, golpeándole en el ojo y otras parte del cuerpo. Mientras, la amenazaba con un cuchillo, diciéndole que la iba a "violar", a "matar" y a "cortar en trozos".

Ante la agresión y amenazas, la mujer empezó a gritar y el hombre se levantó, diciendo que ella se iba a escapar, extremo este último que la víctima negó, pero a cambio de que no le hiciera más daño. Entonces, D.M. le pidió que le jurara que no se iba a escapar sobre unas hojas con oraciones escritas en árabe, pero ella le replicó que haría tal juramento sobre el Corán. Así, aprovechó cuando el hombre fue a buscar el libro para escapar de la vivienda, de la que salió gritando y pidiendo auxilio por las escaleras, en las que "quizá tropecé con algo, pero no me caí", ha matizado.

En la sesión de hoy, que continuará mañana, jueves, con la declaración de un vecino y las conclusiones finales, también han comparecido las forenses y psicólogas que atendieron a la víctima, que concluyeron en sus informes que las lesiones que presentaba obedecían a contusiones directas, zarandeo y una fuerte sujeción.

La mujer precisó pastillas para dormir y recibió atención psicológica durante cuatro meses, hasta febrero de este año, cuando pidió el alta voluntaria porque decidió marcharse de Santander, ya que tenía "miedo" y temía que le fuera a "pasar algo".

Los agentes de la Policía que la atendieron han coincidido en que la mujer presentaba golpes, magulladuras y arañazos, e incluso sangraba por la boca. También han indicado que tenía la blusa rota y que estaba "muy alterada y nerviosa", además de "asustada" e, incluso, "aterrorizada".

Esto último también ha sido corroborado por la dueña de una tienda próxima a la vivienda donde ocurrieron los hechos y que la acogió en su comercio tras oírla gritar en la calle.

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