Acusado de violar a una amiga de su mujer dice que ella se quiso "liar"

El acusado declarando en el juicio
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 29 octubre 2014 18:21

La víctima ratifica su versión y asegura que la agredió y amenazó con un cuchillo diciéndole: "Te voy a violar, a matar y a cortar en trozos"

SANTANDER, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -

El hombre acusado de intentar violar a una amiga de su mujer, golpeándola y amenazándola de muerte con un cuchillo, ha negado los hechos y se ha declarado inocente, asegurando que fue ella quien se quiso "liar" con él. Por eso, ha dicho, la "empujó", y de ahí las lesiones que presentaba la víctima, que también ha achacado a que "quizá se cayó por las escaleras" al marcharse de la vivienda de Santander donde ocurrió todo hace un año.

Así lo ha declarado este miércoles D. M., de nacionalidad marroquí y que se enfrenta a una pena de siete años de cárcel, durante el juicio celebrado contra él en la Audiencia de Cantabria, y en el que ha precisado que no fue a buscar a la mujer, sino que fue ella la que se presentó en su casa porque se quería "liar conmigo", a lo que él se opuso. "No muchacha", le manifestó, para indicarle a continuación "eres amiga de mi mujer".

En su lugar, el hombre le pidió que se sentara y que comiera algo. Y tras regresar de la cocina, ha indicado, la mujer estaba "encima del sofá" y se estaba "quitando la ropa". Según la versión del acusado, la víctima cogió una hoja de la pared con oraciones del Corán, para expresarle que lo que pasara entre ambos sería "un secreto entre los dos". Pero él ha asegurado que la echó de casa, y que ella salió gritando por las escaleras y diciendo que iba a llamar a la Policía.

"Yo tengo familia y no puedo hacer esto para perder a mis hijos", ha declarado el hombre -que estuvo en prisión una semana por estos hechos- y que ha negado las amenazas y la agresión, salvo que la agarró "fuerte" por los brazos y que la "empujó".

"TE VOY A VIOLAR, MATAR Y CORTAR EN TROZOS"

En el juicio también ha declarado la agredida, que ha ratificado que el hombre, con quien tenía "plena confianza" ya que era como "parte de la familia", la llevó a su casa (el 17 de octubre de 2013) para supuestamente entregarle un paquete de parte de su esposa.

Una vez dentro del domicilio, ha relatado, él le ofreció comer algo, un plátano o un refresco, -ofrecimiento que ella rechazó- y a continuación, "sin decir nada", le dio dos puñetazos "fuertes" en la cabeza, la tiró del sofá al suelo y se abalanzó sobre ella. Entonces, le "arrancó" la blusa y la golpeó en el ojo y otras parte del cuerpo, al tiempo que la amenazaba con un cuchillo, diciéndole que era su "oportunidad" y que la iba a "violar", a "matar" y a "cortar en trozos".

Ante la agresión y amenazas, la mujer empezó a gritar y el hombre se levantó, diciendo que ella se iba a "escapar", extremo este último que la víctima negó, pero a cambio de que no le hiciera más daño. Entonces, D.M. le pidió que le jurara que no se iba a escapar sobre las hojas con oraciones escritas en árabe, pero ella le replicó que haría tal juramento sobre el Corán. Así, aprovechó cuando el hombre fue a buscar el libro para escapar de la vivienda, de la que salió gritando y pidiendo auxilio por las escaleras, en las que "quizá tropecé con algo, pero no me caí", ha matizado la agredida, para señalar también que él la persiguió y la agarró por el pelo, aunque logró marchar.

La mujer ha detallado que había quedado con el acusado en la estación de autobuses de Santander para que éste la acercara a casa de una amiga común. Y ha manifestado que subió "tranquilamente" al piso del hombre (donde estuvo 15 ó 20 minutos), porque tenía "mucha" confianza y amistad, pues habían llegado a convivir juntos durante tres meses junto a sus respectivas parejas. Además, ha negado que él se le insinuara antes de ir a la vivienda.

"En mi región es una vergüenza que un hombre viole a una mujer. Cuando sucede eso, la hace desaparecer", ha manifestado la víctima, para expresar a continuación "gracias a Dios que escapé. Si no, no estaría aquí hoy, contando esto".

Al hilo de lo anterior, ha comparado que antes tenía una "vida normal", pero ahora, tras lo ocurrido --algo que "no llegas a superar"-- no sale sola a la calle ni tampoco duerme por las noches, según ha confesado. También ha manifestado que a raíz de este suceso se separó de su marido.

TESTIGOS Y PERITOS

En la vista de hoy, que continuará mañana, jueves, con la declaración de un vecino y las conclusiones finales, también han comparecido las forenses y psicólogas que atendieron a la víctima, que determinaron en sus informes que las lesiones que presentaba obedecían a contusiones directas, zarandeos y una "fuerte" sujeción.

Han detallado al respecto, sobre el hematoma que presentaba en el ojo derecho, que las posibilidades de hacérselo "son infinitas", ya que incluso "uno mismo puede darse un puñetazo" en él. No obstante, han aclarado que es "difícil" que se produjera por un golpe con una pared o una puerta, aunque ambos elementos sí podrían ser los causantes del golpe que tenía en la mandíbula.

Por su parte, las marcas del brazo habrían sido ocasionadas por una "fuerte sujeción", y la contractura cervical, por "zarandeo", que si bien es "más difícil" que se produzca cuando alguien está tumbado, sí se puede originar cuando la persona está sentada o de pie. El resto de las lesiones que presentaba la mujer fueron producidas por "contusión directa", y las de la rodilla y muñeca podían ser "compatibles" con una caída por las escaleras.

Por su parte, las psicólogas que atendieron a la mujer han señalado que precisó pastillas para dormir y que recibió atención durante cuatro meses (cuatro sesiones), hasta febrero de este año, cuando la víctima pidió el alta voluntaria porque decidió marcharse de Santander, ya que tenía "miedo" y temía que le fuera a "pasar algo".

Cuando la asistieron, presentaba sintomatología depresiva y de estrés post-traumático, con muestras de ansiedad y dificultades para respirar o dormir, además de "miedo a salir a la calle". La evolución de la mujer, han dicho, fue "positiva", aunque el tiempo de intervención fue "breve", ya que las cuatro sesiones que recibió fueron "necesarias pero insuficientes". Y es que, como han detallado, normalmente este tipo de terapias precisan "más sesiones".

POLICÍAS

Los agentes de la Policía que la asistieron tras los hechos han coincidido en que la mujer presentaba golpes, magulladuras y arañazos, e incluso sangraba por la boca. También han indicado que tenía la blusa "completamente rota" y que "balbuceaba", porque estaba "muy alterada y nerviosa", además de "asustada" y "aterrorizada".

Esto último también ha sido corroborado por la dueña de una tienda próxima a la vivienda donde sucedió todo y que la acogió en el interior de su comercio tras oírla gritar y llorar en la calle.

Además, los policías han relatado que cuando subieron al piso el salón -donde ocurrieron los hechos- estaba "un poco revuelto y desordenado", y allí encontraron el plátano y cuchillo -pequeño, para pelar o cortar fruta- que había referido la mujer, así como las pertenencias (un abrigo y un bolso), que se había dejado cuando huyó.

Al hombre, que no estaba en el domicilio, lo localizaron por teléfono, y accedió a hablar con ellos, manifestándoles que la mujer le había "buscado la ruina", a él y a su familia.

Leer más acerca de: