La anciana de Los Corrales no era capaz de decidir sobre sus bienes

Juicio anciana Los Corrales
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 21 octubre 2014 14:18

La Fiscalía retira la acusación sobre uno de los dos acusados

SANTANDER, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -

El médico forense que evaluó a la anciana de Los Corrales de Buelna a la que, presuntamente, estafaron una madre y su hijo que la cuidaban considera que, cuando realizó disposiciones de dinero y cambió el testamento en favor de ellos, no tenía las condiciones cognitivas adecuadas para tomar decisiones sobre sus bienes.

En esta afirmación también ha coincido un psiquiatra que trató a la anciana a petición de la acusación particular.

Así lo ha afirmado el forense este martes durante la segunda y última jornada del juicio que se está celebrando contra J.S.F. y su madre, R.F.F., a la que la Fiscalía ha retirado la acusación particular tras la prueba testifical y pericial practicada, mientras que la acusación particular, que ejerce una sobrina, la mantiene.

De este modo, el fiscal ha retirado la petición de pena de 7 años de cárcel que pedía para R.F.F. en su escrito de calificación al considerar que, a pesar de que tuvo conocimiento "cierto" de la situación y de los acontecimientos, la madre de J.S.F. "no gozaba de una posibilidad de dominio de hecho sobre los mismos" y "tampoco tuvo una participación activa decisoria a su desarrollo".

A pesar de retirar su acusación, mantiene su petición de que R.F.F. responda solidariamente junto a su hijo a la responsabilidad civil que pide, 414.000 euros, al considerar que fue "partícipe a título lucrativo".

La acusación particular, que pide 8 años para cada uno de los acusados además de una multa, no se ha mostrado de acuerdo con la postura del Ministerio Fiscal y considera que "existen elementos de que hay autoría" de delito por parte de los dos acusados y, como argumentó, señala que en octubre de 2010 se transfirieron 350.000 euros que la anciana tenía transferidos a plazo fijo a otra cuenta de otra entidad de la que era titular la anciana y, días después, a una cuenta de la que era titular R.F.F. e invirtiendo en participaciones preferentes.

El abogado de esa parte, de la familia, ha insistido en que el momento que se hicieron esas acciones ella estaba en el banco junto a su hijo y la anciana sin que dijera nada.

Además, ha señalado que, al igual que su hijo, la acusada suscribió un contrato de prestación de servicios a la anciana que "no se correspondía con la realidad" y por el que cada uno cobraba 1.200 euros al mes.

Por su parte, la defensa ha solicitado la absolución de los acusados al considerar que no existió el engaño, que, según ha insistido, es el elemento sustancial para el delito de estafa, y que la anciana actuó en su "propio beneficio", que era el pagar a los acusados para que la atendieran en su domicilio hasta que falleciera y no tener que ir a una residencia.

Asimismo, la defensa ha impugnado el informe del médico forense y del psiquiatra y ha sostenido que no se puede determinar que, ya en 2010, la anciana no tuviera las capacidades cognitivas para tomar decisiones sobre sus bienes.