Actualizado: martes, 14 noviembre 2017 21:11

   "Siente profundamente" el final que tuvo Ecomasa y "lo siente" por los despedidos de TEKA que optaron por ir a trabajar allí

   SANTANDER, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -

   El 'popular' Ignacio Diego, presidente de Cantabria cuando nació Ecomasa, se declara como "máximo" responsable "político" de ese proyecto empresarial "que salió mal" pero ha asegurado que no hubo "ningún tipo de historia rara" en la implicación de su Gobierno en el mismo y fue una "decisión política" para "salvar" a los trabajadores de Teka amenazados por un ERE.

   "Gobernar es decidir. Se acierta, se equivoca pero gobernar es decidir", ha dicho este martes Diego, último compareciente de la comisión de investigación que se está desarrollando desde hace más de un año en el Parlamento, aunque con parones, sobre la fallida aventura empresarial de Ecomasa, la fábrica de estufas que se instaló en Maliaño.

"ELEMENTOS IMPREVISIBLES" QUE DAÑARON EL PROYECTO ECOMASA

   En contra de lo afirmado por algunos portavoces de los grupos de la Comisión, como el de Podemos, José Ramón Blanco, que ha insistido en que en este proyecto "fracasaron los controles", Diego ha insistido en que "se controló todo lo controlable" y se "auditó todo lo auditable" pero hubo "elementos imprevisibles" que no estaba en la capacidad de un auditor prever sino en un "vidente".

   Estos "elementos imprevisibles", "graves" y "desequilibrantes" que, a su juicio, hicieron fracasar Ecomasa fueron el incendio de la fundición belga TDE, que iba a comercializar en el norte de Europa los productos que iban a producirse en la planta de Maliaño, y la quiebra de la comercializadora francesa Wanders tras ser sus cuentas falsificadas.

   También, cuestionado por la gestión del proyecto de los promotores privados, Jesús Lavín y Andrés de León, ha señalado que no responsabiliza a esta gestión del fracaso de Ecomasa, aunque tampoco "le quita" responsabilidad en ese fracaso.

DECISIONES POLÍTICAS

   Además, Diego también ha aludido como causas del fin del proyecto Ecomasa la no renovación de avales del ICAF en la etapa del actual Gobierno PRC-PSOE, una decisión, según ha dicho, del actual consejero de Economía, Hacienda y Empleo, el socialista Juan José Sota, que, a su juicio, fue "equivocada" pues era uno de los "hitos" que preveía el plan de viabilidad de Ecomasa.

   "Yo hubiera procurado seguir el plan de viabilidad hasta el último aliento", ha dicho cuando el PSOE le ha preguntado si de haber seguido de presidente, habría invertido más dinero público.

   Diego ha señalado que igual que fue una "decisión política" del Gobierno que presidió entre 2011 y 2015 implicarse en el proyecto Ecomasa, también lo fue la del actual Ejecutivo PRC-PSOE el "cerrarla".

UN PROYECTO RESPALDADO POR LA "GRAN MAYORÍA DE LA SOCIEDAD"

   El expresidente de Cantabria y del PP regional ha insistido en erigirse como el máximo responsable político de la decisión y el que dio "el primer paso", aunque ha subrayado que no hubiera "podido ser materializada" si no hubiera sido "respaldada" por los órganos que tenían que hacerlo.

   En este caso, uno de ellos fue el Instituto Cántabro de Finanzas (ICAF), entidad pública dependiente del Gobierno regional, el que dio su 'sí' a entrar en el proyecto a la vista de los informes que había sobre el proyecto y aportó los 10 millones iniciales de dinero público --5 en avales y 5 en créditos-- para arrancarlo.

   Diego ha insistido en que ese proyecto en su inicio contó con el respaldo de la "gran mayoría de la sociedad" de Cantabria, entre ellos los sindicatos, que lo "bendijeron", según ha dicho, y la patronal.

   Y es que ha recordado que en el Consejo de Supervisión del ICAF estaban los entonces máximos responsables de los sindicatos, de la patronal, representantes de los partidos políticos --PP, PRC y PSOE-- y miembros del mundo académico, entre otros estamentos, personas que "no estaban por sorteo" en ese órgano o que "pasaban por allí", sino que tenían su "razón de ser" y eran personas de prestigio o con altas responsabilidades.

   Así, por ejemplo, ha recordado que formaban parte de ese órgano, por parte del PSOE, el ahora consejero de Educación, Cultura y Deporte, Francisco Fernández Mañanes, que fue sustituido, no, según ha dicho, por "pichucas el del Muelle", sino por el actual responsable de Economía, Hacienda y Empleo, Juan José Sota. Y por parte del PRC, ha señalado que era miembro Rafael Pérez Tezanos, que fue portavoz de Industria de los regionalistas en el Parlamento.

   Diego ha defendido que esas personas no tomaron la decisión "porque sí", sino que "todos hicieron lo que tenían que hacer en ese momento y creyeron en lo que tenían que hacer y votaron desde el conocimiento".

   A su juicio, "ninguno" de ellos "puede alegar desconocimiento" pues, como integrantes de ese órgano, pudieron pedir toda la información que precisaran.

   "Quien no pidió, pecó por omisión, con lo que no puede tirar piedra", ha dicho el exdirigente popular, que ha advertido que "todo aquel que acepta una responsabilidad" como la de pertenecer a un órgano como el Consejo de Supervisión del ICAF "lo tiene que hacer de manera responsable y consecuente".

   Al igual que Diego considera que los consejeros del ICAF hicieron "lo que tenían que hacer" respecto al proyecto Ecomasa, Diego también cree que hicieron lo propio los de Sodercan, cuando la sociedad pública entró posteriormente en el proyecto.

   También Diego ha recordado que el Parlamento de Cantabria pidió de forma "unánime" que el Gobierno se implicara en el proyecto Ecomasa.

   El expresidente regional ha insistido también en la existencia de informes técnicos que avalaban el proyecto Ecomasa. De hecho, ha asegurado que quizás sea el proyecto que "más informes técnicos" tuvo y todos ellos "favorables".

   Diego ha reconocido que el proyecto Ecomasa nació con las "dudas" y las "incertidumbres" que tienen, a su juicio, todos los proyectos empresariales, pero fue una "llama en una oscuridad tenebrosa" de una Cantabria en 2012 con 47.000 parados y con múltiples EREs en empresas, entre ellos el de Teka.

   En su comparecencia, ha relatado que fue el empresario Andrés de León, que había sido director de Hergom, el que después de que TEKA anunciara su ERE, se dirige a esta empresa de electrodomésticos y les hizo una propuesta en relación a la implantación de la fábrica de estufas.

   Según ha dicho, fue el entonces vicepresidente de TEKA, Arturo Baldasano, el que se puso en contacto con él e informarle de esa posibilidad que existía de un acuerdo, le pidió su participación en las reuniones y le exigió "máxima discreción".

   Estas conversaciones acabaron con la firma del acuerdo entre Ecomasa y Teka para poner en marcha este proyecto, sumándose el ICAF.

IR A ECOMASA: UNA DECISIÓN "LIBRE" DE LOS TRABAJADORES DESPEDIDOS DE TEKA

   Diego también ha llamado la atención en los trabajadores que iban a ser despedidos de TEKA pudieron "libremente" elegir entre entrar a trabajar en Ecomasa o coger la "generosa" indemnización por despido que les otorgaba la empresa de electrodomésticos e irse al paro.

    Así, ha negado que se "presionara" o "coaccionara" a los trabajadores que iban a ser despedidos de TEKA para que entraran a Ecomasa.

    Diego ha negado que, visto el resultado del proyecto Ecomasa, "siente" que 88 de esos trabajadores optaran por entrar a trabajar en la fábrica de estufas de Maliaño, pero ha insistido en que fue una decisión "libre" que tomaron con el "asesoramiento" de los sindicatos.

   Además, ha reconocido que la implicación del Gobierno pudo "generar confianza" a los trabajadores para ir a Ecomasa e "influir" en su decisión.

   Tras casi 5 horas de comparecencia, y después de que Podemos le instara reiteradamente a "pedir perdón", Diego ha afirmado que "siente profundamente el final que ha tenido Ecomasa" y "lo siente" por esos 88 trabajadores despedidos de TEKA que optaron por ir a trabajar a Ecomasa.

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