SANTANDER, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
La artista neoyorkina Joan Jonas, pionera en la práctica del performance, el cine experimental y la vídeo-instalación, ha creado una instalación inédita para la Fundación Botín inspirada en sus viajes y en el valle cántabro del Nansa, compaginando la "serenidad" de éste con sus reflexiones sobre la relación del ser humano con la naturaleza.
Jonas ha presentado este viernes esta instalación que forma parte de la exposición 'Joan Jonas: Caudal o río, vuelo o ruta', que acogerá la sala de exposiciones de la Fundación Botín en Santander hasta el próximo 16 de octubre, y lo ha hecho acompañada de Benjamin Weil, comisario de la muestra y director artístico del Centro Botín.
La artista (Nueva York, 1936), que ha reconocido la dificultad de explicar su trabajo porque "no tiene un significado único" y cada persona hace una "interpretación" del mismo, ha detallado que la nueva pieza reflexiona sobre la "compleja relación" entre el ser humano y la naturaleza.
Para ello, ha plasmado su "interesante y maravillosa" experiencia en Cantabria, donde ha visitado no sólo el valle del Nansa sino también el jardín botánico de Puente San Miguel y las cuevas prehistóricas de Altamira, el Castillo y las Monedas, con "experiencia de la última parte" de su vida.
Ha detallado que, en esta instalación inédita para la muestra en la Fundación Botín, trata de aunar "el vídeoarte, la literatura, la performance, la poesía, el cine y la danza", como ya hizo en la pieza 'Reanimation' que preparó para el pabellón del Estados Unidos en la Bienal de Venecia, y aborda un "tema muy amplio" como es la relación del ser humano con la naturaleza, que es un "tema constante" en su trayectoria artística.
La pieza está formada por diferentes capas que se superponen y que le permiten mostrar una "declaración compleja" de esa relación. Así, se pueden ver, en una misma pieza, dos vídeo proyecciones, un conjunto de dibujos realizados en tinta sobre papel y varios murales pintados sobre paredes multicolor (verdes y rojas) en una misma sala.
En concreto, la primera vídeo proyección toma como base una serie de imágenes captadas en los últimos viajes de la artista: suelos de mosaico de Venecia, aves enjauladas en Singapur, el cementerio de Génova, las secuoyas de California, así como diversas especies arbóreas de Cantabria, entre las que ha destacado los castaños. Frente a estas imágenes, Jonas realiza una performance, llevando como único atuendo un sombrero, unas gafas de sol, un vestido y unas chaquetas de papel.
La segunda vídeo proyección superpuesta revela un experimento en el que cuatro de los 15 jóvenes artistas internacionales participantes en el Taller de Artes Plásticas de Villa Iris, que a lo largo de tres semanas la artista ha dirigido en Santander, interactúan con los paisajes del valle cántabro del Nansa como telón de fondo.
La narración visual de la instalación se completa con un conjunto de 26 dibujos realizados en tinta sobre papel japonés, que se muestran enmarcados, y por una serie de 14 dibujos murales de pájaros, integrados en un contexto colorista. También toma como fuente de inspiración un poema compuesto a partir de fragmentos de teatro Noh japonés, extraídos del libro 'The Classic Noh Theatre of Japan' de Ernest Fenollosa y Erza Pound.
Esta instalación encabeza una muestra en la que también se pueden ver una selección de vídeo que documentan cinco de las más relevantes performances de la artista en los últimos 15 años: 'Lines in the Sand' (2002-2004), 'The Shape, The Scene, The Feel of Things' (2004-2006), 'Reading Dante III' (2007-2009), 'Reanimation' (2010-2014) y 'They come to us without a word II' (2015-2016).
