SANTANDER, 23 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, ha lamentado la "terrible masacre" de anoche en la ciudad de Mánchester, donde un terrorista suicida ha provocado 22 muertes de "inocentes", entre ellos niños, a la salida de un concierto.
El jefe del Ejecutivo ha advertido de que este tipo de terrorismo es "muy difícil de controlar", porque sus autores son "suicidas", y supone por ello un "problema gordo".
Revilla se ha expresado así durante la clausura de la celebración del XVIII Día de la Seguridad Privada, acto en el que ha recibido el reconocimiento de la Comisión de Empresas de Seguridad.
En su intervención, Revilla ha destacado la importancia de la "seguridad" que demandan los ciudadanos en general, y ante la "lacra" terrorista en particular, y ha indicado al respecto que este tipo de atentados son "mucho más difíciles" de controlar, "casi imposible", por ser cometidos por personas suicidas.
El presidente cántabro ha reiterado que se trata en el fondo de un problema de "mentalidad" y de la "educación" -ha dicho que se da en ciertos países, que hace que ocurran "cosas terribles", como la sucedida en Mánhester, donde un suicida se ha llevado por delante la vida de niños y personas "inocentes".
