La UIMP rinde homenaje a la "calidad humana" y la "cohesión intelectual" de Josefina Aldecoa

Homenaje A Josefina Aldecoa En La UIMP
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 29 agosto 2011 21:28

Mazcuerras era su "sitio en el mundo" al que iba a "pertenecer para siempre", según su hija

SANTANDER, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) ha rendido este lunes un homenaje a la "calidad humana" y a la "cohesión intelectual" de la pedagoga y escritora Josefina Aldecoa, cuyo nombre está escrito con "letras de oro" en la historia española.

La vida de Aldecoa en todas sus facetas ha invadido el Paraninfo de la Magdalena, donde el presidente del Grupo Santillana, Emiliano Martínez; las escritoras Soledad Puértolas y Carmen Riera; la pedagóga e hija de la homenajeada Susana Aldecoa; y el rector de la UIMP, Salvador Ordóñez, han repasado su legado, construido a base de "talento y esfuerzo".

Martínez ha destacado que la obra de Aldecoa fue "sostenida en el tiempo", una obra que comenzó a crear en unos "tiempos difíciles" en los que "pocas mujeres obtenían reconocimiento en el mundo literario".

Unos tiempos en los que Aldecoa también se impuso a la educación oficial de la época creando el Colegio Estilo, una institución en la que plasmó "su experiencia y compromiso personal", su "visión completa y ambiciosa de la educación", así como su marcada "capacidad de liderazgo y esfuerzo", según Martínez.

El Colegio Estilo se basó en cuatro pilares, que Aldecoa consideraba "fundamentales" en la enseñanza: "el desarrollo personal y en libertad" de los jóvenes; "enseñar a pensar"; el "cultivo" de una educación "estética" para fomentar la "sensibilidad"; e impartir una educación "laica, fuerte y rica" basada en "valores".

Así, Martínez ha reivindicado que Aldecoa, en la historia de la educación, fue "el ideal del mundo griego" de "cómo formar a sus ciudadanos".

Por su parte, Carmen Riera ha enfatizado la "voz cálida", de "tono persuasivo y sereno" con la que Aldecoa usaba las palabras para trasmitir "sus convicciones y saberes". Además, ha considerado que era una mujer que destacaba por "su elegancia", una característica que emanaba de "su interior", de "su alma".

EN SUS LIBROS "REAPARECE ENTRE LÍNEAS"

Además, Riera ha señalado que las obras de Aldecoa cumplen "el milagro de la comunicación", ya que, cuando se leen sus libros, las escritora "reaparece de nuevo entre líneas" para "encontrarse con sus lectores".

Por otro lado, la escritora y "íntima amiga" de la homenajeada Soledad Puértolas ha recordado que en la vida de Aldecoa la escritura fue "cada vez más necesaria". Unos textos de "estilo limpio" a través de los que la pedagoga y escritora leonesa mostraba su "interés por la educación".

Según Puértolas, Aldecoa fue una "gran inconformista" y tenía una "gran pasión" por la literatura, una pasión que se puede percibir en su "prosa limpia y elegante" en la que relataba su visión ante la vida, "sobreponerse a la adversidad".

El rector de la UIMP ha recordado que Josefina Aldecoa era una "hija de la casa", que estuvo "muchas veces", entre 15 y 20 ocasiones, en los cursos de verano para trasmitir sus ideas y sus trabajos con los que se va a "perpetuar su pensamiento y su enseñanza".

MAZCUERRAS, "SU SITIO EN EL MUNDO"

La escritora leonesa falleció el 16 de marzo de 2011 en Mazcuerras, localidad cántabra, que, según ha explicado su hija, era su "sitio en el mundo", un lugar al que iba a "pertenecer para siempre".

En esta localidad del Valle Saja-Nansa, en su casa 'Las Magnolias', Aldecoa escribió "todas sus novelas", un rincón en el que ella "disfrutó" y finalmente "murió". Así, su hija ha destacado que "si ella hubiese podido decidir, es lo que hubiese querido", morir junto a su jardín de Mazcuerras.

Susana Aldecoa ha indicado que su madre era una mujer que vivía "a caballo entre la educación y la literatura", dos profesiones que "retroalimentaba constantemente". Además, fue "pionera en casi todo": preparó su tesis doctoral en Estados Unidos o viajó por todo el mundo, entre otras cosas, que no eran "habituales" en su tiempo.

Según su hija, la "gran tragedia de su vida" fue la muerte de su marido, el escritor Ignacio Aldecoa, de quien tomó su apellido cuando éste falleció, una muerte de la que "nunca se recuperó".