Actualizado: jueves, 4 mayo 2017 14:28

ALBACETE, 4 May. (EUROPA PRESS) -

El acusado de lesionar a un hombre con un hacha de carnicero en el transcurso de una discusión, M.D., nacional de Mali, ha negado haberle lanzado un hacha a su compatriota cuando ambos se encontraban en uno de los asentamientos ilegales de la carretera de Las Peñas, en Albacete, y ha asegurado que le dio "primero un puñetazo en el pecho" para después golpearle "con un palo" en defensa propia.

El acusado, actualmente en prisión provisional en la cárcel de Alicante por otros delitos anteriores, ha explicado al Juzgado de lo Penal número 3 que la discusión el 27 de mayo de 2015, a las 15.30 horas, se produjo por problemas con el butano. "El butano es mío y el otro lo utilizaba para hacer su café y sus cosas; comenzó a insultar a mi madre y empezó la pelea".

Aunque en la vista oral, celebrada este jueves, ha negado utilizar un "hacheta de cocina" para agredir al joven compatriota, la Fiscalía le ha preguntado por su declaración ante el Juzgado de Instrucción donde sí lo admitió. "Nunca lo he dicho y la firma de la declaración no es mía", ha aseverado.

Frente a la declaración del procesado de que estaban los dos solos, la víctima ha asegurado que había otros compatriotas con los que también discutió y que gracias a la intervención de uno de ellos, que decía que parara, "que iba a matar al chico", consiguió percatarse de una segunda agresión.

La primera se inició "por la comida; estaba cocinando y se enfadó porque decía que no lo podía hacer allí" y le tiró "la comida a la tierra", ha relatado. El agredido le "amenazó" con llamar a la policía, pero ha asegurado que el procesado siguió con esa actitud y que conocía su carácter porque en anteriores ocasiones "ya le había lesionado".

Durante la pelea, el procesado "le pegó dos veces con un palo que tenía clavos" y cogió después "un cuchillo" --que en la Sala se ha visto que era una hacheta de cocina--, y se lo lanzó. El agredido "salió corriendo", mientras el procesado "le tiraba piedras" y fue otra compatriota "la que llamó a la policía".

"ATEMORIZADOS"

Al lugar de los hechos acudieron varios miembros de la Policía Nacional, que han testificado que fue el propio agredido el que salió al encuentro. Según los agentes, la víctima y un grupo de amigos les manifestaron "que estaban atemorizados" por la actitud del acusado. "Decían que no estaba bien de la cabeza; que todo el mundo tenía que hacer allí lo que él decía".

Cuando los agentes fueron a detenerlo, "éste se encontraba junto a una torreta de la luz durmiendo" y se resistió "a la detención", ha matizado la policía, por lo que "hubo que utilizar la fuerza entre cinco compañeros, llevarlo hacia la pared y detenerlo". La Policía Nacional ha declarado que los amigos de la víctima "informaron de todo y de dónde estaba el arma", que encontraron en la zona donde habían comido.

Han asegurado que la víctima presentaba lesiones "a la altura de la mano y del hombro" y que requirió asistencia médica con una UVI móvil que se desplazó al lugar. El médico que lo atendió ha testificado que fueron heridas "superficiales" que se curaron con "puntos de sutura". Le han dejado como secuelas pequeñas cicatrices.

La Fiscalía ha solicitado para el acusado tres años de prisión y que indemnice a la víctima con 2.175 euros por las lesiones y secuelas sufridas, mientras que la defensa ha pedido la libre absolución. El juicio ha quedado visto para sentencia.

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