Investigadores y apicultores sostienen que la mayor mortandad de las abejas la provoca un parásito y no los pesticidas

Un Panal De Abejas Productoras De Jalea Real
EUROPA PRESS/INFITO
Actualizado: domingo, 5 mayo 2013 12:25

La Asociación de Apicultores de Guadalajara ha reclamado que se destinen más fondos para la investigación


TOLEDO, 5 May. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del Centro Apícola Regional Marchamalo y apicultores de la provincia de Guadalajara han acogido de buen grado la prohibición del uso de tres pesticidas que matan a las abejas, pero persisten en la idea de que no son estos plaguicidas los que en mayor grado están provocando la muerte masiva de estos insectos, sino que detrás de esta mortandad está el 'nosema ceranae', un parásito.

Así lo han explicado en declaraciones a Europa Press tanto una investigadora del Centro de investigación de Marchamalo, Raquel Martín, como el presidente de la Asociación de Apicultores de Guadalajara, Ángel López, después de que la Comisión Europea haya decidido esta semana prohibir estos productos químicos.

Martín ha explicado que las autoridades europeas han decidido prohibir de manera temporal estos pesticidas porque las farmacéuticas que los comercializan no han podido demostrar que son inocuos. Así, a partir de ahora las empresas que fabrican estas sustancias disponen de un plazo de tiempo para realizar estudios que demuestren que la mortalidad de la abejas no está relacionada con ellos.

Esta investigadora ve "correcto", desde el punto de vista científico, que las autoridades exijan a estas multinacionales que hagan "bien" todas las pruebas de seguridad, a fin de demostrar que tienen "más toxicidad" de la que ellos alegan.

Si bien no duda de que en determinadas zonas de cultivos el uso de estos pesticidas provoque mortalidad, Martín defiende que en España y en Guadalajara el uso de estos químicos no está tan extendido y que las abejas no suelen ir a los cultivos tratados con esos productos.

Preguntada sobre si el censo de la población de abejas ha disminuido por el uso de estas sustancias, la investigadora ha indicado que el Ministerio de Agricultura no cuenta con un estadística fiable de la cantidad de abejas que hay en el país, pues se trata de una cuestión difícil de cuantificar. Además, ha asegurado que son los propios apicultores los que están al tanto de esos descensos, pues asumen ellos la reposición de las colmenas.

CENTRO DE REFERENCIA

El Centro Apícola Regional de Marchamalo es un centro de investigación de referencia mundial, sobre todo después de que un equipo de sus investigadores descubriesen que es el parásito 'nosema ceranae' el que causa la muerte masiva de las abejas, conocido como el "síndrome de despoblamiento de las colmenas".

Según ha explicado Raquel Martín, una de las labores del centro es investigar las múltiples patologías que afectan a estos insectos, como el 'nomesa ceranae' o la varroasis, infección generada por otro parásito, y trabajar en la búsqueda de tratamientos. Para ello investigan el uso de productos naturales, como pueden ser los derivados de algunas plantas.

Esta investigadora también ha alertado de que, en base a los diferentes análisis y estudios que se han realizado en el centro, se deduce que no se está cumpliendo adecuadamente el Plan Nacional para el control de la varroasis.

Según Martín, solo cerca de un 30% del censo apícola está recibiendo un tratamiento adecuado para erradicar esta enfermedad, pues son muchos los apicultores que siguen echando mano de tratamientos artesanales "poco efectivos" para acabar con el parásito que provoca esta patología.

POCA INCIDENCIA DE LOS PESTICIDAS

Por su parte, el presidente de la Asociación de Apicultores de Guadalajara ha insistido de igual modo en que los pesticidas no son la verdadera causa que mata a las abejas, sino que es el 'nosema ceranae' el que está acabando con la población mundial.

Y es que según ha explicado Ángel López a Europa Press, en Guadalajara la mayoría de los cultivos que se dan son de secano y no precisan del uso de esos pesticidas y, en cambio, la provincia tiene la misma tasa de mortandad que otras regiones donde sí se utilizan. Lo mismo ocurre con los parques naturales, que no registran cultivos y donde estos polinizadores presentan las mismas tasas de muerte.

López ha apuntado que en la provincia de Guadalajara hay unas 44.000 colmenas y unos 530 apicultores, que mantienen esta actividad a "base de sufrimiento y dificultades", porque todos los años pierden entre el 20 y el 30 por ciento de colmenas por problemas sanitarios.

Son los propios apicultores, ha añadido su presidente, los que tienen que reponer cada año su cabaña con abejas nuevas, algo que provoca la pérdida de buena parte de la cosecha de primavera. Y es que aunque existen ayudas al sector, López ha criticado que éstas son "escasas" y solo están destinadas a la adquisición de productos sanitarios para tratar las múltiples enfermedades que afectan a estos insectos.

Por ello desde la Asociación de Apicultores de Guadalajara han reclamado que se destinen más fondos para la investigación, como la que se desarrolla en el Centro de Marchamalo, a fin de garantizar la viabilidad del sector y la continuidad de estos insectos que mantienen el equilibrio del ecosistema.