Asaja asegura que el censo confirma el número de lobos y su expansión por CyL y critica el sistema de seguros

Lobo, animal, Borril, naturaleza
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 3 julio 2015 21:35

VALLADOLID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

La organización agraria Asaja ha asegurado que el censo oficial confirma el aumento del número de lobos y su expansión por el territorio de Castilla y León y ha criticado que el sistema de seguros sea "incompleto e insuficiente" y deje a la intemperie a buena parte de los ganaderos".

En concreto, Asaja ha señalado que el último censo regional de lobo, elaborado por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, confirma el avance del cánido por el territorio regional, tanto en las zonas tradicionalmente loberas como en otras en las que hasta ahora no estaba presente.

Según estos datos, recogidos durante los años 2012 y 2013, en Castilla y León habría al menos 179 manadas y cerca de 1.600 lobos, lo que supone un incremento del 20 por ciento respecto al censo anterior, de 2001, ha incidido Asaja.

Igualmente ha aumentado de forma considerable el área de distribución, ya que al sur del Duero, donde la especie está protegida por la Unión Europea, el lobo está presente en un 26 por ciento más del territorio que hace diez años.

Además, las cifras apuntan que el lobo se consolida y refuerza al norte del Duero, especialmente en el tercio norte (reservas regionales de caza de León y Palencia, oeste leonés y provincia de Zamora).

Mientras la Administración califica de "situación favorable" el estado de conservación del lobo, Asaja señala como contrapartida "el daño continuo e irreparable" que se ocasiona al sector ganadero, "en un momento en el que prácticamente no hay zonas en la Comunidad Autónoma que hoy el lobo no haya convertido en su casa".

El censo oficial arroja que hay manadas del cánido en 43 de las 60 comarcas agrarias de Castilla y León, eso sin contar con que haya algunos individuos solitarios. "El hecho es que hoy por hoy el lobo está presente en más de dos terceras partes del territorio regional", apunta la organización agraria.

SITUACIÓN "INSOPORTABLE"

Asaja ha señalado que esta situación ocasiona una "presión continua e insoportable" sobre los ganaderos, dado que a diario hay en Castilla y León al menos dos ataques de lobo al ganado, más de 800 cada año, y eso atendiendo a los casos denunciados (muchos no se presentan bien por que carecen de seguro, desconocen o desconfían de recibir una indemnización que compense el trámite).

Otro dato que refleja el informe de Medio Ambiente, explica Asaja, es que apenas en un 10 por ciento de los ataques pueden estar perros asilvestrados. "Es decir, con los números en la mano, es el lobo el que ocasiona bajas continuas en el ganado, provocando una presión insoportable en cada vez un mayor número de explotaciones de la Comunidad Autónoma", ha subrayado la organización.

Para Asaja "queda claro que la Administración está cumpliendo sus objetivos conservacionistas con el lobo, pero no está cumpliendo sus obligaciones de conservar el trabajo y medio de vida de las familias ganaderas". Además, ha informado que los datos prueban que, en caso de colisión entre lobo y ganado, "es el ganadero el que está siendo expulsado del territorio".

Asaja ha insistido en que el sistema de aseguramiento "ya nació cojo y con enormes carencias, e incumple la mayor: que si el lobo es una especie de todos, los costes que implique deben ser asumidos por todos, no como hasta ahora por el sector ganadero en solitario".

A su juicio, las medidas compensatorias "son claramente insuficientes y para nada resuelven el problema de una especie que va ampliando su radio de acción por todo el territorio y creando conflictos irresolubles en el modo de vida tradicional de los ganaderos y de las familias rurales en su conjunto".

Finalmente, la organización ha recordado que defiende la presencia del lobo únicamente en los territorios donde ha estado presente históricamente, con un control de censos que garantice la conservación pero no la proliferación de la especie, y ha exigido que la Junta de Castilla y León asuma los daños como daños patrimoniales, que se valoren en su justa medida -incluyendo el lucro cesante- y con el pago de las indemnizaciones en plazos "razonables".