MADRID, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
El número de días lectivos es mucho más homogéneo en las diferentes Comunidades Autónomas en Educación Primaria que en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) o Bachillerato, según se desprende de las conclusiones de un estudio comparativo de los calendarios escolares correspondiente al curso actual en todas las CC.AA. elaborado por FETE-UGT.
Así, en el caso de la Educación Primaria, la mayor parte de las Comunidades Autónomas establece 175 días de clase --según figura en la LOMCE-- que se convierten en 178 en Andalucía, 179 en Canarias o Castilla y León, y 180 en Murcia.
En Secundaria, hay fijados 175 días en más de la mitad de las Comunidades Autónomas, tal como marca la normativa vigente. Sin embargo, el estudio revela diferencias de entre 173 en Galicia hasta 178 en Madrid. En el caso del Bachillerato, pasan de 171 días en Melilla a 177 en Asturias, Canarias, Ceuta o Madrid.
El informe también señala que los días de comienzo de las actividades lectivas varían entre el 3 y el 15 de septiembre en Primaria, aunque en la mayoría de las CC.AA. el comienzo de las clases se produce sobre el 9 y el 10 de septiembre.
En Secundaria y Bachillerato, el inicio oscila entre el 15 y el 17 de septiembre con algunas excepciones, como Valencia, que comienzan el día 3 ó el 10 y el 11 en Canarias y La Rioja respectivamente. En Formación Profesional, el inicio de curso varía según sea el grado del ciclo formativo.
De este modo, la horquilla de apertura del curso es amplia en las distintas etapas y comunidades, así como la de finalización de las clases, que en Primaria oscila entre el 19 y el 23 de junio, y en Secundaria y 1º de Bachillerato, entre los días 19 y el 25 de junio. En Formación Profesional, la finalización de las actividades lectivas varían incluso dentro de la misma Comunidad Autónoma dependiendo del grado del ciclo formativo.
En el caso del periodo vacacional de Navidad, es bastante homogéneo ya que comienza en la mayoría de las Comunidades Autónomas el día 22 de diciembre y termina entre el 6 y el 7 de enero, al igual que ocurre en Semana Santa, cuando el periodo vacacional comienza el 30 de marzo en la gran mayoría de las Comunidades hasta el 6 de abril.
La Ley Orgánica de Educación (LOE) establece un mínimo de 175 días lectivos en los niveles de enseñanza obligatoria, pero deja el calendario escolar en manos de las Consejerías autonómicas, que son las que lo elaboran.
El estudio también hace referencia al informe del Ministerio de Educación 'Panorama de la educación. Indicadores de la OCDE 2013' (datos correspondientes al año 2011) que revela que el número total de horas de clase para los alumnos de Educación Primaria y Educación Secundaria es mayor en España que la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de la Unión Europea (UE).
Así, el número de horas de instrucción para los alumnos españoles entre los 7 y 15 años es más alto que las medias del alumnado de la OCDE y UE-21 (datos correspondientes al año 2011), con 875 horas en España frente a las 791 y 768 en la OCDE y la UE-21, respectivamente.
Por otro lado, en Educación Primaria, el profesorado español cuenta con un promedio de 880 horas, que supera la media de países de la OCDE con 790 horas anuales. En la OCDE, los profesores de primera etapa de secundaria tienen que enseñar 709 horas al año y los de segunda etapa de Secundaria 664 horas, cifras ligeramente superiores en España, con 713 y 693 horas, respectivamente.
Entre los países analizados en el Informe de la OCDE, los que tienen el número más alto de horas de enseñanza son Chile (1.120 horas) y Estados Unidos (1.097 horas).
REVISIÓN DE LA DISTRIBUCION HORARIA SEMANAL
A la vista de estos resultados, FETE-UGT ha pedido una revisión de la distribución horaria semanal y del número de alumnos y grupos asignados a cada profesor con el fin de evitar que las aulas se masifiquen --el incremento de las ratios en un 20% eleva de 27 a 30 el número de alumnos en Primaria y de 33 a 36 en Secundaria--, además de mejorar la calidad de la educación y no agravar las condiciones del profesorado ni del alumnado y sus familias.
En este sentido, considera que las Administraciones educativas deben establecer los mecanismos necesarios para que los centros puedan elegir el tipo de jornada que mejor se adecue a sus necesidades, favoreciendo la autonomía pedagógica y organizativa de los centros. Asimismo, reivindica la implantación de la jornada continuada para el profesorado, desligada de la jornada de los centros y del alumnado.
El sindicato también señala que, si se considera el tiempo de trabajo dedicado a la enseñanza y el disponible para otras actividades )como preparación de las clases, correcciones, cursos de formación, reuniones del personal) el profesorado de España cuenta con menos horas para estas últimas actividades que la media de la OCDE y la UE-21.
Así, reclama la reducción de la jornada lectiva del docente y el acercamiento del número de horas de atención directa al alumnado con el número de horas para preparación de otras actividades, de manera que se aproximen a las medias de la OCDE y UE-21.
