Juzgan mañana a uno de los supuestos grupos más importantes de tráfico de droga en el alfoz de Valladolid

Actualizado: jueves, 16 enero 2014 12:44

Fiscalía, que aplica la agravante de integración de grupo criminal, solicita penas que suman 17,5 años de prisión

VALLADOLID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

Siete personas compartirán banquillo este viernes en Valladolid expuestas a penas que globalmente suman diecisiete años y medio de prisión como presuntas integrantes de uno de los más importantes grupos de delincuencia organizada dedicado a la distribución de drogas en el alfoz, desarticulado entre finales de 2010 y marzo de 2011 en el marco de la 'Operación Carreta' desarrollada en las localidades de Tudela de Duero, Boecillo, Aldeamayor de San Martín y La Pedraja de Portillo.

Los encausados se enfrentan a penas de dos años y medio de cárcel por delito contra la salud pública, con la agravante de pertenencia a grupo criminal organizado, según la calificación provisional del Ministerio Fiscal a la que tuvo acceso Europa Press en fuentes jurídicas.

Las investigaciones se iniciaron en el verano de 2010 por parte de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Valladolid, al detectar al supuesto cabecilla de la organización en un punto de venta enfocado a la captación de consumo de jóvenes de diversas localidades, tras tener sospechas del tráfico de drogas en lugares de ocio de la capital y provincia.

A lo largo de las pesquisas, los agentes refieren haber comprobado que las operaciones se desarrollaban mediante viajes frecuentes a otras provincias de Castilla y León. Así, a medida que se iban teniendo datos de las personas implicadas, se pudo determinar que el grupo funcionaba de forma jerarquizada, organizada y coordinadamente y que adoptaba medidas de seguridad para evitar ser detectado, siempre según los investigadores.

Éstos y la acusación pública sostienen que la supuesta organización contaba con una estructura piramidal claramente definida, en la cual existiría un reparto de tareas --jefe, chófer, persona encargada de manipular las sustancias estupefacientes y distribuidores--.

JERARQUÍA

El cabeza o jefe de la organización sería un vecino de la Pedraja de Portillo, Iván H.A, alias 'El Papilla', quien a través de los contactos con miembros de conocidos clanes se encargaba de realizar la compra de drogas, concretamente cocaína. Posteriormente las suministraba a los distribuidores que se encontraban por debajo de él, encargados de la venta a menor escala en Valladolid y su alfoz.

En el segundo escalón se sitúa a Javier T.M, alias 'Tori', vecino de Valladolid, que realizaría las funciones de chófer de 'El Papilla', a quien trasladaba a realizar las compras de droga a otras provincias y los repartos de droga que se hacían en las diferentes localidades.

Esta persona se encontraba, siempre supuestamente, al corriente de la actividad delictiva que realizaba Iván H.A. y llegó a efectuar cobros de las presuntas ventas de drogas de un tercer acusado, Iván F.C, alias 'Ivi', vecino de Boecillo y persona que estaría encargada de manipular y cortar las sustancias estupefacientes en su domicilio.

En el tercer escalón, figurarían los distribuidores, Enrique M.L, alias 'Kiriko', vecino de Tudela de Duero, con su pareja sentimental, Myrian G.M., alias 'Myrian', quienes repartirían las sustancias estupefacientes en la zona de Tudela de Duero, Valladolid y resto de pueblos del alfoz de la capital.

En este nivel, la acusación incluye a Pablo D.P, vecino de Venta de Baños al que responsabiliza de la venta al pormenor en dicha localidad palentina y pueblos cercanos junto con Jorge L.Q, vecino también de ese municipio.

La desarticulación culminó el 11 de marzo de 2011, cuando la Guardia Civil practicó cuatro registros judiciales, debidamente autorizados, en las localidades de la Pedraja de Portillo, Boecillo, Tudela de Duero y Aldeamayor de San Martín, en los que, según se anunció entonces, se intervinieron cantidades importantes de sustancias estupefacientes, dinero en metálico, armas y otros efectos.

REGISTROS

En concreto, se ocuparon 80.000 euros en metálico, en billetes de 500, 100, 50 y 20; 18 plantas de marihuana, cogollos, una picadora, un reflector, una lámpara, un humidificador y un ventilador para el tratamiento de las plantas de marihuana, cuatro teléfonos móviles, cuatro vehículos y un ordenador portátil.

Aunque en su momento se anunció la incautación de 270 gramos de cocaína elaborada, en realidad tan sólo se localizaron unos mínimos restos de dicha sustancia y poco más de 184 gramos de cannabis, junto con una escopeta de repetición, presumiblemente adquirida en el extranjero, sin documentación; 130 cartuchos, 1.850 gramos de sustancia no sujeta a fiscalización que entonces se consideró de 'corte' y dos básculas de precisión.

Según las investigaciones de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Valladolid (U.O.P.J), la operación permitió desarticular uno de los grupos más importantes de tráfico de drogas que operaban en la provincia.