PALENCIA, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
Entre las habituales figuras de gárgolas que adornan la Catedral de Palencia, caracterizadas por tomar forma de seres mitológicos y monstruosos, se alza una que llama especialmente la atención de los transeúntes, no sólo por su aspecto humano, sino porque porta una cámara fotográfica entre sus manos.
Muchas son las leyendas urbanas que han especulado acerca del origen y la identidad de este misterioso habitante de la Bella Desconocida, como el mito que proclama que se trata de la representación de un fotógrafo que murió tras caerle encima la gárgola original o las conjeturas sobre arquitectos adelantados a su tiempo que ya predijeron la invención de la cámara fotográfica siglos antes de su aparición.