Actualizado: martes, 23 mayo 2017 17:43

VALLADOLID, 23 May. (EUROPA PRESS) -

La obra 'La Belle Société', del artista de origen belga René Magritte, se incorpora desde hoy martes, día 23 de mayo, a la exposición 'Destacados'.

Esta conocida obra de Magritte puede contemplarse hasta el 27 de agosto en la sala 5 del Museo y forma parte de esta muestra formada por mas de un centenar de obras seleccionadas de la colección de la Fundación Telefónica.

'La Belle Société' (1965-1966) fue pintada por Magritte poco antes de morir, y se trata de una superposición de dos siluetas de un mismo personaje, en la que se sustituye la imagen de un hombre por contornos que contienen motivos naturales y paisajísticos. Es un óleo sobre lienzo de 81 x 65 centímetros, obra muy bien ejecutada por el artista de gran delicadeza donde cada pincelada respira ese surrealismo tan puro de Magritte, tan reconocible gracias a esa iconografía propia del artista.

La pieza se incorpora a la exposición 'Destacados' ubicada en la Salas 3, 4 y 5 del Museo y que se compone de una selección de obras escogidas de entre los fondos artísticos de la Fundación Telefónica.

Su contenido es diverso en cuanto a disciplinas y corrientes estéticas, y su variedad permite testimoniar algunos de los movimientos artísticos más significativos del siglo XX: obras surrealistas, informalismo español, abstracción o realismo de la Escuela de Paris. Y artistas como Picasso, Tapies, chillida, Antonio Saura, Eduardo Arroyo, Delvaux, o Magritte, entre otros

EL AUTOR

Nacido en 1898, Magritte estudió en la Academia de Bellas Artes de Bruselas. Allí experimentó con el constructivismo y realizó sus primeras obras de juventud, relacionadas con el mundo de la incipiente publicidad.

En los años veinte se interesó por el fotomontaje y el collage, técnicas al servicio del juego y lo irracional. En 1927 se instaló en París y allí se relacionó con André Breton, Paul Éluard y el grupo de los surrealistas franceses.

Sin embargo, fue el pintor italiano Giorgio de Chirico quien más influencia ejerció sobre su manera de entender el cuadro, ese espacio irreal donde los objetos tienen la presencia misteriosa de lo metafísico, corriente tan próxima a lo surreal.

Su interés por el lenguaje le llevó a explorar la relación entre el contenido de las palabras y sus significantes y referentes visuales: Magritte cuestiona las asociaciones convencionales y provoca extrañeza donde normalmente no la había. Pone en entredicho el sentido común de la lógica e infunde un nuevo contenido a las formas, ya que los objetos no se representan a sí mismos.

El gusto de Magritte por psicoanalítico le llevó a dibujar con líneas seguras, limpias y simples, y con formas sencillas en aras de la libertad y la expresividad de su pensamiento.

Así explicaba Magritte su concepción de la pintura: "La imagen pintada es, de una parte, la descripción del mundo visible modificado por una manera de pensar, o bien por otra parte, la imagen pintada es la descripción del mundo visible comprendido de una manera espontánea".

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