La principal inculpada en la 'Operación Pinocho' se declara anoréxica y alega que consumía droga para no comer

Actualizado: jueves, 5 marzo 2015 19:07

Sus compañeros de banquillo, sin embargo, sostienen que la procesada les vendió sustancias

VALLADOLID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -

La principal inculpada en la denominada 'Operación Pinocho', Susana G.G, juzgada hoy en la Audiencia de Valladolid, junto a otros dos varones, acusada de un delito de tráfico de drogas, ha negado dedicarse al tráfico de sustancias y ha sostenido que la mercancía que le ocupó la policía en agosto de 2014 en su vivienda era para su autoconsumo con el fin de mitigar su apetito, dada la anorexia nerviosa que padece.

Aunque en fase de instrucción la procesada confesó comercializar con droga, durante la vista celebrada hoy Susana G.G. ha modificado su declaración y ha justificado la propiedad de la droga hallada en su domicilio de la calle Jacinto Benavente, entre hachís, speed y LSD por valor de 7.000 euros, en su propósito de reducir al máximo la ingesta de alimentos debido a su anorexia nerviosa.

Respecto de su confesión inicial, la imputada, quien percibe una pensión debido a su enfermedad, mantuvo que lo hizo mal aconsejada por su entonces abogado, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Frente a la versión de presunta traficante, que se expone a una condena de cuatro años y medio y una multa de 12.000 euros, sus compañeros de banquillo, Óscar R.M. y Óscar José R.C, para quienes el fiscal ha solicitado penas de cuatro años y veinte meses de cárcel, respectivamente, y por el mismo orden multas de 4.600 y 30 euros, han incriminado a la primera en la venta de drogas y han asegurado que fue ella las que les facilitó sustancias para su propio consumo.

En concreto, Óscar R.M, 'pincha' y camarero en un bar, ha explicado que los 30 gramos que ocultaba en un calcetín el día de su detención le habían costado 450 euros que Susana le había fiado y que tenía que pagarle a plazos, mientras que el segundo ha identificado igualmente a la citada mujer como la que le suministró una papelina de speed.

La investigación se inició tras obtener los agentes del Grupo de Menudeo de la Brigada Provincial de Policía Judicial informaciones acerca de una mujer de entre 35 y 40 años, identificada más tarde como Susana G.G, que vendía sustancias estupefacientes en la conocida antiguamente como barriada de 25 años de Paz, junto al Paseo del Cauce.

Establecido el oportuno operativo policial, los investigadores lograron determinar cómo al domicilio de la sospechosa, sito en el número 7 de la calle Jacinto Benavente, acudían clientes habituales de locales nocturnos de la ciudad con numerosos antecedentes por delitos contra la salud, que realizaban con la mujer breves contactos en los que ésta les entregaba cantidades entre 25 y 50 gramos de 'speed'.

En las investigaciones se pudo comprobar, supuestamente, que la investigada se proveía de esta sustancia en Madrid y que a lo largo de la semana se incrementaba el número de operaciones de menudeo, con lo que el cerco policial concluyó finalmente con sus detención y la de sus otros dos compañeros de banquillo, cuyos letrados han solicitado una sentencia absolutoria.

REGISTRO

El operativo continuó con el registro del domicilio de la calle Jacinto Benavente, foco de las operaciones, donde se intervinieron más de 182 gramos de 'speed', 66 gramos de hachís, otras drogas como LSD (en forma de 'tripis'), setas alucinógenas, casi medio centenar de pastillas y comprimidos, además de 1.850 euros, numerosos utensilios para la elaboración de pequeñas y grandes dosis, anotaciones y numerosos móviles y aparatos de electrónica.

Según las investigaciones desarrolladas, los presuntos traficantes desarrollaban su actividad ilícita en las zonas de ocio y centrada en la población juvenil, a la que irían destinadas las sustancias intervenidas, especialmente el 'speed', droga muy barata cuyos efectos euforizantes y duraderos permite alargar durante horas y días las fiestas.