Asaja dice en que la superpoblación conlleva problemas de sanidad animal
LLEIDA, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
Agricultores de Jarc-Coag han exigido este viernes a la Conselleria de Agricultura medidas urgentes contra los daños de la fauna salvaje en los Pirineos, según ha informado la organización en un comunicado en el que remarca que los productores están "hartos de excesivas reuniones y quejas continuas que no han servido de nada".
Los representantes de Jarc-Coag en el Pirineo insisten en que han agotado su paciencia ante la falta de medidas efectivas de la Conselleria de Agricultura en relación a la problemática de la fauna salvaje y señala que "los ganaderos están hartos de quejarse por los daños acumulados y crecientes que les provoca una superpoblación descontrolada de fauna cinegética, mientras observan que las medidas prometidas no se concretan en nada".
Jarc-Coag siempre ha reiterado que no se trata de actuar cuando el daño ya está hecho y pide que de una vez por todas se afronte la grave problemática con medidas efectivas argumentando que las compensaciones siempre serían insuficientes y que con las batidas de caza no se ha controlado la situación.
Los productores de la organización agraria exigen a la Conselleria de Meritxell Serret que concrete cuáles serán las líneas de trabajo, que se pongan en marcha con urgencia y que se prevea un fondo de compensación si no funcionan.
El sindicato agrega que la superpoblación de fauna salvaje conlleva también problemas de sanidad animal y ya es una de las principales causas de accidentes en este territorio.
En este sentido, recuerda los datos facilitados esta semana por la Conselleria de Interior, en los que apuntaba que en las comarcas del Alt Pirineu y Aran el año pasado se registraron 250 accidentes de tráfico con algún animal implicado --jabalíes y corzos, mayoritariamente--, un 300% más que en 2010, que se cerró con 57 accidentes de este tipo.
Los agricultores se quejan de que nadie recoge de forma sistemática los daños que la fauna provoca a la agricultura, porque si se cuantificasen la situación sería alarmante e imposible de justificar políticamente.
