Alquilan en Internet la casa del librero filonazi Pedro Varela y sufren una redada

Actualizado: viernes, 30 septiembre 2016 17:49

Las cuatro familias que la reservaron desconocían quien era el dueño porque usaba un pseudónimo

BARCELONA, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

Cuatro familias que habían alquilado en julio una casa a través de Internet para pasar sus vacaciones en el municipio de Vilalba Sasserra (Barcelona) se vieron inmersas en una redada de los Mossos d'Esquadra al tratarse de la vivienda del dueño de la librería filonazi Europa, Pedro Varela.

Según ha informado a Europa Press fuentes de la policía catalana, estas familias se encontraban en la casa el 8 de julio cuando se realizó una operación para detener al dueño de la librería Europa de Barcelona por apología del nazismo y se hizo un registro en su casa, aunque no se le encontró.

En la vivienda, que estaba subdividida para alquiler durante las vacaciones, había cuatro familias que fueron testigo de la entrada de los agentes armados de la policía catalana, aunque no se emprendieron acciones contra ellos al constatar que simplemente habían alquilado unos días parte de la vivienda.

La madre de una de estas familias, procedente de Saint-Nazare, ha explicado al diario francés 'Ouest-France' que encontró el anuncio en Airbnb y que el anunciante tenía el pseudónimo Rex, con una foto de un perro, y que cuando llegaron a la casa fueron recibidos por el propietario, que fue "amable" aunque se le veía con prisas, les entregó las llaves y partió varios días de excursión a la montaña.

El 8 de julio, sobre las 7.30 horas, mientras desayunaban en la terraza, escucharon un pequeño ruido y, al fijarse, vieron a un hombre encapuchado, armado con un fusil de asalto, acompañado de otra decena de hombres armados, que iban en busca de Varela y registraron la vivienda.

Los agentes llevaban un ariete con el que tiraron abajo cuatro puertas de habitaciones de la casa que estaban cerradas.

Esta afectada escribió a la plataforma para pedir un gesto por el perjuicio moral sufrido, preguntando si se comprobaba la identidad de los anfitriones, y le respondieron que había prescrito el plazo de reclamación de 24 horas, según su relato.