BARCELONA, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Barcelona ayudará a sus proveedores a implantar la factura electrónica este año, a través de un programa en colaboración con Pimec que ofrecerá asesoramiento técnico personalizado sin coste para las 4.540 empresas que trabajan con el consistorio.
La iniciativa responde al cumplimiento a la Ley de Impulso de la Facturación Electrónica que obliga, a partir del 15 de enero, a facturar digitalmente a las empresas que presten servicios a las Administraciones Públicas por valores superiores a 5.000 euros, ha explicado este viernes en rueda de prensa la teniente de alcalde de Economía, Sònia Recasens.
En los primeros dos meses, el programa se aplicará a 303 empresas --a aquellas que tengan un volumen de facturación más elevado-- y se irá ampliando a las 4.200 restantes a lo largo del año.
Barcelona ya ofrecía la posibilidad de facturar electrónicamente a sus proveedores desde julio de 2014, mes en el que se registraron digitalmente 1.600 facturas de las 42.600 que se llevan a cabo durante un año.
El presidente de la patronal catalana de la pequeña y mediana empresa Pimec, Josep González, ha agradecido al Ayuntamiento haberse "adelantado" a la norma, y se ha mostrado satisfecho con la iniciativa porque, según él, ayudará reducir la morosidad.
González ha destacado que la facturación electrónica hará que las empresas cobren en menos tiempo gracias a que la nueva tecnología mejorará la eficiencia administrativa y permitirá conocer en qué momento la administración ha recibido la factura.
Asimismo, ha reconocido que, aunque la ley ya entre en vigor este jueves, no está previsto que la totalidad de proveedores de los ayuntamientos catalanes estén en condiciones de aplicarla: "La facturación electrónica es un reto para empresas y administraciones", ha remarcado, destacando que en Catalunya la implantación está siendo más elevada que en el resto de España.
RELEVO GENERACIONAL
El acuerdo también prevé que el Ayuntamiento, a través de Barcelona Activa y Pimec, seleccionen a 20 empresas familiares de diez o más trabajadores y que tengan que efectuar un relevo generacional próximamente, para asesorarlas en la elaboración de un plan de sucesión.
El programa también incluirá sesiones de reflexión estratégica, consultoría individualizada con expertos, así como encuentros con empresas que han pasado por procesos similares.
