La Cámara de Tarragona dice que la inversión en el Corredor Mediterráneo "calma" su retraso

Albert Abelló y Josep Andreu
CÁMARA DE TARRAGONA
Actualizado: viernes, 3 julio 2015 18:06

TARRAGONA, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Cámara de Comercio de Tarragona ha sostenido que el importe de 1.359,2 millones de euros que el Gobierno invertirá en 2015 en el Corredor Mediterráneo, según se desprende del proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE), "calma tan solo en parte" el retraso que se está produciendo en las obras de esta infraestructura.

En un comunicado, sostiene que la conexión entre Tarragona y Castellón en alta velocidad se hará tres años tarde, y el tercer carril sufrirá una demora hasta 2017, como mínimo.

La Cámara considera que "estos retrasos restan competitividad al Puerto de Tarragona, al sector industrial y logístico, y al conjunto de la economía, injustificables en un momento de bajo crecimiento económico como el actual".

Sin embargo, valora positivamente el impulso que se da en las cuentas al Corredor Mediterráneo, porque "con los presupuestos de 2015, Tarragona va camino de dejar de ser la vergüenza ferroviaria de Europa con un cuello de botella de 40 kilómetros y con una sola vía entre Tarragona y Vandellós".

Añade que la infraestructura no será una realidad hasta 2019 si no hay contratiempos presupuestarios: "De momento, las licitaciones de obras realizadas a principios de 2014 para la adaptación del tercer carril aún no se han materializado, como ejemplo de la dinámica a la que nos tiene acostumbrados el Ministerio de Fomento", apunta el presidente de la Cámara de Tarragona, Albert Abelló.

"Propondría que a año vencido se presentaran las cantidades finalmente ejecutadas del total presupuestado por el Estado. Sería un ejercicio muy saludable de transparencia y evitaría las actuales distorsiones", ha planteado Abelló, que se pregunta qué cantidad de los 417 millones de euros presupuestados para Tarragona en las cuentas para 2015 se acabarán ejecutando.

La Cámara valora que la inversión prevista para la A-27 permitirá retomar las obras hasta Valls --tramo que debía entrar en servicio en 2009--, si bien esta autovía "no tiene sentido" si no se tiene la previsión de conectarla con el Cantábrico.